Síndrome de Estocolmo [Spideychelle]

Segunda parte

—Fury ya dijo que hará todo lo que le digamos a cambio de que liberemos a MJ, pero si no lo hace a tiempo, ¿qué haremos con la chica?—Preguntó Steve con mirada seria, mirando a su esposo y su esposa.

Natasha jugó con el cuchillo en su mano, dándole vueltas entre los dedos, mirando a sus esposos.

—Si se convierte en un problema para nosotros la mataremos como a todas las demás. Pero, Peter parece estar interesado en ella.

—Él se interesa en todas las chicas que traemos cuando son de su edad.—Dijo Tony.

—En eso tienes razón, pero si nos pidió que lo dejáramos ayudar cuando se enteró de que traeríamos a MJ tal vez significa que él siente algo diferente por ésta chica. ¿Y si dejamos que se la quede?—Preguntó la mujer.

—Dejamos que él se quedara con Gwen y la pobre murió una semana después. El chico es un tanto irresponsable e impulsivo, y no sabe cómo verdaderamente tratar a nuestros invitados. No está listo para ser un villano o un agente de Hydra.—Dijo Tony cruzado de brazos.

—Eso lo sé, pero Petey se está esforzando mucho.—Dijo Nat.—Si no le damos una oportunidad jamás sabremos si verdaderamente es capaz de ser parte del negocio familiar.

—Ella tiene razón.—Dijo Steve.

—Siempre la tengo.—Dijo Natasha. Ambos hombres rieron y le besaron las mejillas.

Notaron la presciencia de Morgan quien los veía asomada desde las escaleras. Los tres fueron hacia la niña y le sorprendieron.

—¿Porqué estás despierta a ésta hora, jovencita?—Preguntó Tony acariciándole el cabello.—Nosotros ya te habíamos arropado.

—Tuve una pesadilla...—Murmuró Morgan. Natasha se inclinó y tomó a su hija en sus manos.

—¿Y de qué trataba aquella pesadilla?—Preguntó Nat mientras que Steve acariciaba la espalda de Morgan.

—De que unos héroes venían y destruían a nuestra familia.

Steve, Tony y Nat se vieron sorprendidos entre los tres.

—Princesa, no te preocupes.—Dijo Steve para luego besar la mejilla de Morgan.—Eso jamás pasará, te lo prometemos.

—Nosotros te cuidaremos muy bien a ti y a tus hermanos y los protegeremos de los héroes.—Dijo Tony.

—Y nadie sabe que nosotros vivimos aquí, e incluso si se encontrara un héroe cerca Friday nos alertaría y nosotros nos encargaríamos de matarlo antes de que llegara a hacerte algo a ti o a tus hermanos.—Dijo Nat y besó la frente de Morgan.—Nada nos pasará, te lo prometemos.

Los tres llevaron a Morgan arriba, la arroparon y se quedaron con ella hasta que la niña quedó dormida.

Antes de salir de la habitación escucharon suaves pasos afuera del pasillo. Esperaron un poco para salir y cuando lo hicieron sorprendieron a Peter bajando las escaleras. El chico los miró nervioso y ellos lo miraron serios.

—¿A dónde crees que vas jovencito?—Preguntó Tony de brazos cruzados.

Peter sonrió nervioso.

—Yo... pensé en ir a ver a MJ... para asegurarme de que no esté intentando escapar...

—Y si la sorprendieras intentando escapar... ¿qué harías?—Preguntó Tony. La sonrisa de Peter aumentó.

—Me encargaría de recordarle que no tiene escapatoria.

Los tres adultos sonrieron. Nat extendió una mano y le acarició el cabello a Peter.