Hanahaki • JeongCheol

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Give me love - Ed Sheeran

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Los pétalos no dejaron de llegar.

Cada día parecía que JeongHan empeoraba. Joshua junto a los demás intentaban hallar la cura, o mínimo hacer que el pelirrosa olvidara a SeungCheol, lo cual parecía difícil si consideraban su última discusión.

—¿No se detuvo?—WonWoo escuchó a JeongHan llorar del otro lado—. ¿Cuántos fue esta vez?

—Diez.

—¿Diez?—WonWoo observó a Joshua, quien lanzaba los pétalos por la ventana de su departamento—. Esto es grave, Hong. No podemos dejar que esto lo consuma.

El americano soltó una suave risa, una muy amarga si debía ser honesto. Todos estaban cansados de esa situación y SeungCheol ni siquiera había hecho el intento de acercarse para hablar con JeongHan. Aunque, ¿Quién lo necesitaba? Solo incrementaba el amor unilateral que estaba matando al ángel.

Ya ni siquiera sabían si él merecía saber del pelirrosa.

WonWoo estaba a punto de hablar cuando un estruendo dentro de la habitación de JeongHan se hizo escuchar. Ambos jóvenes ingresaron con rapidez y la escena que les recibió no fue precisamente su favorita.

En el suelo, yacía JeongHan, quien escupía sangre y expulsaba pétalos azules en cantidad. Pequeñas espinas rasgaban su piel y apenas podía respirar con dificultad. El ángel le dio una última mirada a sus amigos y simplemente se desmayó.

Tanto Joshua y WonWoo reaccionaron como muertos vivientes. Ninguno recordaría con exactitud la situación en la que se encontraban en ese instante. La ambulancia había llegado con rapidez y los paramédicos hicieron lo imposible por apartar a Joshua del pelirrosa. El extranjero dejaba caer lágrimas de culpa y tan solo se sostuvo de WonWoo, quien no estaba mejor que él.

Con la angustia pintada en sus rostros y el corazón latiendo con fuerza, pasaron la voz a sus amigos después de tomar el primer taxi que pasó frente a ellos. JeongHan estaba corriendo peligro y todo por el amor unilateral que se había estado alimentando durante esos años de amistad con SeungCheol.

Todo el grupo se preguntaba qué hubiera sucedido si JeongHan no se hubiera fijado en su mejor amigo, si su corazón hubiera elegido a otra persona. Si tan solo el destino hubiera tenido piedad de su adolorido y solitario corazón.

—¿Familiares de Yoon JeongHan?—una voz desconocida interrumpió en la sala de espera. Rápidamente, el grupo se levantó y se dirigió hacia el hombre de bata blanca—. Su amigo posiblemente no pase de esta noche.

Joshua apenas procesó sus palabras. SeokMin fue más rápido y sostuvo al americano.

—Sin embargo—el médico continuó—, hay una solución, una parcialmente efectiva.

—¿Cuál es?—Vernon batallaba por mantenerse sereno.

—Consiste en una operación a los pulmones. Se extraerá las raíces de las flores que lo están asfixiando. Él podrá continuar con su vida normal, pero no del todo.

—¿Qué quiere decir?—SoonYoung preguntó con timidez.

—Los sentimientos que siente por la otra persona desaparecerán por completo—el silencio se apoderó del lugar—, pero es posible que no se vuelva a enamorar.

—¿De nadie?

—De nadie—aclaró el adulto—. Es una decisión que deberían discutir con JeongHan, considerando que él ya es mayor de edad.

—¿Podemos verlo?—Joshua no levantó la mirada.

—Tan solo dos personas. Recomiendo que hablen ya con él sobre la operación. Con permiso.

El hombre se despidió y el grupo se mantuvo en silencio. Joshua dejaba ir un par de lágrimas, sintiéndose culpable por no haber luchado como se debía por su amigo. Ahora él estaba corriendo riesgo, y si se realizaba la operación, JeongHan no se volvería a enamorar.

Sin mucha palabrería, el castaño ingresó a la habitación. JeongHan estaba conectado a un respirador y sus ojitos brillaron al ver a su amigo en la habitación. Jisoo se acercó hasta el ángel y acarició sus cabellos rosados, comenzando con la explicación sobre la operación y el riesgo que corría durante esa noche si no se tomaba una decisión ya. Darle más vueltas al asunto no parecía ser una buena opción.

—¿No me volveré a enamorar?—el pelirrosa dejaba ir pequeñas lágrimas—. No seré feliz, Shua.

—Serás feliz. El médico explicó que no es completa la posibilidad, pero la operación asegura tu recuperación por completo.

JeongHan lo dudó por un par de minutos, analizando la situación sobre su única opción. Finalmente accedió.

—No me dejes tú también—le advirtió JeongHan entre sollozos.

—No te dejaré, JeongHan—Joshua tomó su diestra, acariciando su mejilla—. Te prometo que te vas a volver a enamorar. Ya verás.

Ojalá pudiera ser verdad.

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