BATWOMAN: BAD BLOOD

-Lazos Rotos y el Amanecer-

Cada mañana es un nuevo comienzo, puede resultar bueno o catastrófico al anochecer pero siempre se tiene que ir a dormir antes de volver a comenzar.
A diferencia de los demás en la casa Pennyworth, Kate no duerme; no lo hace del todo por que desde qué se mudó a bebido café como lunática, o por una obsesión laboral en su antigua vida como vigilante, nada de eso. Kate no duerme por que además de qué olvidó como dormir sin estar alcoholizada, las pesadillas no dejan de jugarle una mala broma cada vez qué logra consolidar su sueño.

Ahora, a medio año de la muerte de su querida Renne y de vivir junto a los Pennyworth y Duke Thomas, sus pensamientos son abrumadores.
Tiene una gran fortuna y no sabe como gastarla, ganará dinero por el resto de su vida, pero se preguntaba si el resto de su vida la iba a pasar sola.
No le hacia mal vivir con los Pennyworth, Julia era amable y una buena amiga, Alfred era el mismo Alfred de siempre, solo qué más cansado y relajado, Duke era como el hermano menor del grupo, un chico humilde pero que aun tenía ciertos secretos.
La cuidad estaba recuperándose, los vigilantes ahora estaban permitidos otra vez y James Gordon como alcalde brillaba por si sólo.
Pero Kate sentía un vacío; no solo por Renne o que haya dejado de ser Batwoman, si no que no sanaba cómo ella esperaría, no dejaba de sentirse abandonada y... Preocupada.
Esa preocupación y escuchar la voz de Tommy Eliot en su cabeza le hacían sentir incomodidad y una sed de alcohol qué ni una sobredosis podrían aliviar.
Su cabello había vuelto a su tono rojo incandescente, sus cicatrices de su pelea con Hush daban picazon y la chica ya no usaba maquillaje.
Se levantó de la cama y miró a todos lados esperando no ser vigilada, una costumbre ridícula qué no le venía nada bien a pesar de qué no a usado la capa desde hace tiempo.
Observó su cajetilla, vacía, busco en todos lados en su habitación alguna cajetilla con cigarrillos, pero todas estaban vacías.

A hurtadillas, entró a la recámara de Julia, con su experiencia escondiéndose robo la cajetilla qué Julia guardaba dentro de un cajón qué se atoraba al abrirlo.
Ella consiguió abrirlo sin que Julia escuchara ni su respiración.
Entonces a mitad de la madrugada, casi al amanecer encendió un cigarrillo observando el cielo estrellado.
Sus ojos le pesaban, la bata de baño bajo el abrigo no funcionaba para eliminar el frío de ésa noche.
Sintió necesidad de llorar, hundirse en su propia melancolía y autocompacion.
En ningún momento desde qué abrazo a Renne muerta en esa morgue había expresado tristeza.
Ella sentía qué había sacado todas las lágrimas qué tenía qué sacar esa noche, simplemente algo se apagó dentro de ella, algo que era tenue al lado de Alfred y Julia, pero no era lo mismo.

Entonces sin darse cuenta fumó cada cigarrillo de Julia, en total siete; y llegó el amanecer.

Duke salió por la puerta y miró a Kate concentrada en el amanecer.
Con ése olor a tabaco y la chica desarreglada

_Buenos Días_ Dijo Duke con un tono sorprendido.

_Hola_Respondió Kate.

_¿Los cigarrillos de Julia?_ Preguntó Duke al ver las colillas al lado de los pies de Kate.

_Mías_ Respondió con sarcasmo.

_Tu no fumas Camel_ Afirmó Duke.

_Solo por hoy_ Dijo Kate mientras lanzaba al jardín las colillas con su pie.
Ambos sonrieron y Kate notó la mochila de Duke.

_¿Te vas?_ Preguntó Kate.

_Sí, hace dos noches que salí cómo The Signal, me encontré con una vieja amiga, y bueno, hubo un problema en el barrio que quiere qué le ayude a resolver.

_Fox estará tan contento.

_Acordamos qué ya no trabajariamos juntos, estuvo deacuerdo.

_Suena bien, aunque te ve como su hijo.