[Chapter 4]

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[Ubicación: Tottenham, Londres, Inglaterra 12:34 pm] [Corporación E-D]

***

—Así que hay personas inmunes al virus, ¿Eh?. Creí que era esto era prácticamente imposible de contrarrestar sin ayuda de la cura.

—Sí señor. No son muchas, pero al parecer el virus no se aloja o muta en personas con una capacidad intelectual mayor igual a 80%...

—O sea, los genios por así decirlo, los llamados ''cerebritos'', siempre me molestaron las personas así. Saben como salir de los problemas con suma facilidad y eso es fastidioso. Bien Kellan, debes cazarlos. No puedo dejar que ellos descubran el maravilloso plan que hice para dominar el mundo...

—Si señor... será fácil acabar con ellos, son pocos y no se han reunido en grupos... aunque— el hombre murmuró— Con Chris será otra historia..._ Kellan habló fuerte nuevamente— ¿Señor, puedo llevar a Rissa? — el hombre detrás del escritorio se estremeció al oir ese nombre.

—S-si. Pero no veo el por qué de liberarla. Aún es demasiado pronto— agitó la copa que sostenía en su mano y miro a Kellan de soslayo — ¿Puede ser que temes que Chris te de una paliza?— soltó una risita socarrona.

—No... no es eso. Solo por precaución. Ya sabe

—Si, claro. Te entiendo Kellan. Puedes llevarla con tigo. Solo no dejes que se emocione... demasiado...

El hombre asintió con un leve movimiento de cabeza y salió de aquella enorme estancia.

—Así que solo precaución. ¿Hmm?

***

«Precaución, sala de clones a la derecha, proceda con cuidado»...

«Cápsulas de radiación»

«Mantenimiento de cultivos del Virus ''P''»

Con cada pasillo que recorría, Kellan se cruzaba con las múltiples salas de estudio hasta llegar a una enorme estancia con puertas de hierro.

«Proyecto Alfa en funcionamiento»

Kellan oprimió un par de botones en un pequeño recuadro puesto en una de las puertas.

«Nombre: Kellan Damon. Soldado base del los proyectos Alfa y Z. Bienvenido, proceda con precaución»

Las puertas se abrieron, dejando ver lo que allí se encontraba.

[...]

Al otro lado de la ciudad, se encontraban Chris y los demás acorralados en aquel edifico que días antes funcionaba como un respetable colegio. Chad y Michæl avanzaban lento por los pasillos, pendientes de sus alrededores.

—Hey Chad...

—¿Qué quieres?

—¿Ves algo?

—Aparte de tu molesta cara, no. Ahora cállate.

Todo estaba tan tranquilo ahora, que era inquietante tanto silencio. No se oía ningún ruido, a excepción de sus respiraciones y el sonido de sus pasos al avanzar.

La primera puerta estaba a tan solo 5m, Chad se sintió aliviado de que nada hubiera ocurrido en el trayecto que habían recorrido. Aceleró el paso y alargó la mano para girar la perilla, pero se detuvo en seco al ver como un tubo de hierro pasaba por sobre su hombro y quedaba clavado hasta la mitad entre la madera de la puerta, astillandola en el acto.

—¿Pero qué mier...?— sus ojos amagaron con salirse de sus órbitas. A tan solo unos pasos de él, había un chico cubierto totalmente de sangre, con su ropa rasgada y temblando de frío.

E.P.I.C.N.EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora