Tini y los chicos - Jortini (Adaptada)

Capitulo 1

Capítulo 1 - "Un nuevo amigo."

Tini narra

- ¿Martina Stoessel? - El Dr. Kasner me llamó, interrumpiendo mi atención en los estudios.

- ¿Si? - Miré hacia arriba, levantando las cejas con atención.

- Parece que su ensayo fue... - La puerta se abrió de golpe, haciendo vibrar las paredes de la clase.

Un chico de pelo café oscuro entró en la habitación, agarrándose a sus libros, sus gafas de grandes monturas enmarcaban su rostro. Sus mejillas se volvieron rojas, y extendió los labios en una sonrisa mientras murmuraba una disculpa.

- Puntual es funcional, sobrino, no vuelva a hacerlo. - Suspiró el Dr. Kasner.

- Lo siento... - El chico subió las escaleras y se deslizó en mi fila, sentándose dos asientos a mi derecha.

El Dr. Kasner sacudió la cabeza como diciendo lo-que-tú-digas y continuó con la lección. Miré al chico, sacó un lápiz y a continuación un papel. Esperaba que el sobrino del Dr. Kasner fuera un poco más matón, por la forma en la que él siempre tenía el ceño fruncido, asumí que toda su familia era así. Pero aquí sentado, había un chico que tenía que ser lo suficientemente valiente para hablar, casi tanto como yo. El chico era guapo como su tío, con la misma estructura ósea y con el pelo café oscuro, su buena apariencia era un punto a favor, pero al parecer su carácter era del tipo que evitaba todo lo que pudiera el contacto visual; su personalidad no encajaba con su cara en absoluto. Eché un vistazo al profesor, me incliné, y golpeé su hombro. Él casi saltó de su asiento por la sorpresa, componiéndose a sí mismo rápidamente, luego me miró.

- Hola, soy Martina Pero me dicen Tini. ¿Cómo te llamas? - Le pregunté con curiosidad.

- ¿Qué? ¿Yo? - Miró a su alrededor, luego se señaló a sí mismo. Asentí con la cabeza. El chico me recordó mucho a mí. - Peter.

Se subió las gafas para evitar el contacto visual. Hubo un largo silencio.

- Así que eres sobrino del profesor... - Continué en voz baja, esperando que el parloteo de los demás compañeros bloqueara el mío.

Los ojos de Peter se quedaron en su papel. Observé su mano sobre el papel unos segundos, cuando entonces miró hacia arriba para mirarme.

- Por desgracia, sí. - Suspiró.

¿Era yo o le molestaba? Nunca se me había presentado una situación como esta antes, a lo mejor lo estaba haciendo mal.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? - De repente elevó la voz.

Di un suspiro de alivio y asentí.

- ¿Por qué me hablas? - Preguntó, el tono de su voz señaló que estaba confundido, en lugar de molesto.

Arrugué las cejas. - ¿No tendría que estar hablando contigo? ¿Te molesto o algo? - Le pregunté frenéticamente, llena de vergüenza por dentro.

El rostro de Peter se apoderó de preocupación. - ¡No! ¡No! Es sólo que nadie me presta atención, mucho menos alguien tan guapa como tú. - Balbuceó, hundiéndose en la silla y mirando el papel.

- Está bien. - Le animé, alguien solamente tonto no le encontraría mínimamente atractivo.

Me volví hacia el Dr. Kasner, pude sentir los ojos de Peter sobre mí durante unos segundos, y luego cambiar de nuevo a su papel.

* * *

Caminé por los pasillos, abrazando los libros en mi pecho, esquivando a las personas. Me preguntaba lo que mis amigos estarían haciendo en estos momentos. Había llegado a los Estados Unidos poco después de que Jorge y yo volviéramos juntos para ir a la Universidad. Aún me mantenía en contacto con Lodovica y Jonas, ellos siempre me ponían al día sobre los chismes británicos. Cande dio a luz a una niña hace tres meses, la llamó Amanda, tenía el pelo oscuro como Facu, pero los ojos café claros y saltones de su madre. Cande trabajaba a tiempo parcial en un restaurante mientras que Facu iba a la Universidad, el punto era que rara vez tenía tiempo para hablar conmigo.