Tini y los chicos - Jortini (Adaptada)

Capítulo 8

Capítulo 8 - "Amor Restringido."

Jorge narra

- Hola cariño. - Le sonreí, apretando los dientes.

- ¿Qué estás...? - Comenzó a decir inocentemente, mirándome.

La agarré por la oreja, tirando de ella hacia un rincón vacío de la tienda.

- ¡Ay! - Exclamó, alejándose de mí. - Eso me dolió.

- Bien. - Espeté.

- Bueno, ¿qué estás haciendo aquí? - Se cruzó de brazos, mirándome seria.

Sonreí, pensando por lo que había venido aquí.

- ¿Vas a decirme por qué demonios le pediste a Peter que te acompañara aquí de todos los lugares en el mundo? - Dije sin comprender.

Tini me miró desconcertada, dando un pequeño paso hacia atrás. - No hagas esto, Jorge. Seguramente no dirías nada si lo llevaba a un hotel de mala muerte, pero sí cuando me acompaña de compras. - Dijo.

Por el rabillo del ojo pude ver a Peter tratando de escapar por la puerta trasera. Sintió mi mirada, y se dio la vuelta lentamente. Hice un gesto para que se quedara quieto.

- ¿Sólo de compras? - Me eché a reír, como un loco, ya sabes, ese tipo de risa que sólo oyes cuando vas a una institución mental. - Siempre haces lo mismo Tini. Le preguntas inocentemente si te puede acompañar a comprar ropa interior y luego, te arrepientes, lamentando no haberlo hecho. - Puse los ojos.

Tini me miró. - COMPRAS, Jorge. COMPRAS. No sabes como es Peter.

Negué con la cabeza. - Sé lo suficiente como para saber que la chica frente a mí es una idiota.

Tini resopló. - ¿Yo? ¿Idiota? - Se señaló a sí misma.

- Tini, que un tipo salga a dar una vuelta con mi chica es una cosa. Esto es completamente diferente.

- Últimamente has estado exagerando mucho las cosas, Jorge. Especialmente con Peter. ¿Cuál es tu problema? - Respondió, con un tono de dolor, haciendo caso omiso de mi comentario.

Me quedé alarmado de lo rápido que mi corazón latía. - Mi problema es... ese tipo de ahí. - Miré en la dirección de Peter, que estaba nervioso enderezando su camisa y mirándonos tímidamente. - ¿Por qué no puedes verlo? La forma en la que te mira, la forma en la que actúa cuando estoy cerca... - Me pasé una mano por el pelo, estresado.

- ¿Cómo me mira? - Dijo con escepticismo.

- De una forma que no me gusta. - Ella me miró, sus ojos castaños ya no tenían ese brillo especial que siempre tenían cuando yo estaba con ella. La echaba de menos. - Tú crees que los chicos no te miran, Tini, pero sí lo hacen, y mucho.

Escaneé la tienda, entonces detecté a un chico skater fuera, con sus amigos, mirando a Tini como si estuviera hipnotizado o algo por el estilo.

- ¡Y un ejemplo es ese tipo que no puede ser más evidente! - Grité, lo suficientemente alto como para que pudiera oírme.

Se sobresaltó, y comenzó a patinar lejos de donde estábamos con sus amigos detrás. Me volví de nuevo a Tini, su labio estaba empezando a temblar, mi chica estaba a punto de llorar. Suspiré.

- Piensa en ello de esta manera: - Empecé en voz baja, mirando el tatuaje de la cruz en mi brazo. - Si yo saliera con una chica a comprar ropa interior. ¿Cómo te sentirías?

La frente de Tini se arrugó y me dio una mirada de desconcierto. - Pero tu odias ir de compras.

- Bueno, pues imagínate que yo acompaño a una chica a comprar ropa interior y tal. - Le respondí, mirando su expresión.