Me enamoré de ti, cupido (TaeGyu/BeomHyun)

Capítulo Ocho

El rubio rodó los ojos.

— ¿Podrías por lo menos tocar la puerta? —dijo BeomGyu cuando YeonJun apareció en su habitación sin previo aviso—. Ya te pareces a mi mamá.

El mayor lo ignoró, arrastrando sus pies hasta la cama mientras su cabeza colgaba hacia el lado izquierdo, como si esta pesara una tonelada. BeomGyu quiso pedirle que no hiciera eso, decirle que se jodería la columna o lo que sea por andar como idiota, pero no lo hizo porque sabía que no sería escuchado.

YeonJun cayó a su lado, y le quitó las sábanas solo para envolverse él solo en estas.

— ¿Sigues peleado con él?

— ¿Es muy obvio?

— Andas deprimido todo el bendito día, en cualquier momento te suicidarás.

Beom apretó los labios cuando YeonJun lo miró feo, reconociendo que estaba exagerando un poco.

— Lo extraño.

— Se nota.

— ¿Crees que en serio ya no quiera volver conmigo?

— Lo humillaste.

— Yo no hice eso.

— Hyung.

YeonJun lloriqueó, de forma exagerada y BeomGyu deseó que el chico de hoyuelos lo perdonara lo antes posible; tener al peli-azul de llorón deprimido era cansado.

— ¿Ya le pediste disculpas?

— Sí.

— ¿Cuántas veces?

— Un millón de veces.

— Hablo en serio.

— Lo estuve haciendo diario, tal vez treinta veces continuas —murmuró, tapándose la cara con una almohada—. La otra vez fueron solo diez y me perdonó, ¿qué quiere ahora?

— ¿Que seas sincero? —YeonJun se quitó el cabezal, viéndolo fijamente—. Decir disculpas al aire tampoco es agradable, puede que SooBin sienta que no le tomas importancia y que solo lo quieres para figurar.

El mayor usó fuerza para sentarse en la cama, ahora erguido y a la defensiva. Sus oscuros ojos escanearon el rostro del rubio, y este se encogió: — ¿Cómo puedes deducir eso? Ni siquiera tienes pareja para pensar de esa forma.

— Taehyun tampoco tiene —se defendió, ahora con la mirada burlona encima suyo—, y aún así logró juntar a más de cuarenta parejas de la escuela.

— ¿Así que Taehyun te enseñó?

BeomGyu rodó los ojos fastidiado, agarrando el mando de su video juego por puro instinto; sabía que YeonJun lo estaba molestando solo para que dejara de regañarlo por lo de SooBin, lo sabía perfectamente.

— Estuviste muy junto con él por un buen tiempo, me estuviste abandonando solo para ir con "Taehyun".

— Tú hacías lo mismo cuando seguías siendo novio de SooBin —BeomGyu no se dejó vencer.

— Buh, ¿así que Taehyun y tú son novios?

— ¡No! —BeomGyu quiso llorar, el video juego no lograba distraerlo de las bromas de su amigo.

— Últimamente ya no están juntos.

— Pasó algo —el rubio se quiso regañar cuando se dio cuenta que estaba por contarle que besó al menor al idiota de YeonJun—. Él está enojado conmigo.

— Uhm, ¿pelearon? ¿Ya no son novios?

BeomGyu tiró el mando hacia el cesto de ropa sucia, volteando luego a YeonJun y tirándose encima de él con la intenciún de ahorcarlo, quería matarlo por molestarlo con Taehyun, lo quería matar por hacerle recordar que había jodido todo con ese niño.

Muy diferente a el enojo de BeomGyu, YeonJun carcajeaba, gritando "señor Choi, su hijo me quiere asesinar" y revolcándose en la cama para escapar del menor.

Ambos recibieron un regaño por parte del papá de BeomGyu -ya que estaban haciendo un desastre- y un pastel de arroz por parte de su madre; felices y con el estómago lleno, subieron de nuevo a la habitación del menor, con pura intención de dormir -YeonJun en el suelo, como venganza de Beom.

O eso es lo que quería el menor, antes de que YeonJun hablara.

— He escuchado que Taehyun está intentando algo con un pretendiente suyo, por eso estaba curioso, lo siento por molestarte —el peliazul bostezó, acomodando más su cabeza en la almohada—. Pensé que me darías información.

BeomGyu tragó duro.

¿Intentando?

¿Pretendiente?

Si todo esto era una broma de YeonJun para que reaccionara mal, entonces se la vengaría.

Asomó la cabeza por el borde de la cama para ver algún signo de burla en el rostro del peliazul, pero se encontró solo con ese pacífico sentimiento que gobernaba la cara de YeonJun cada vez que dormía. Al parecer había caído dormido a la velocidad de la luz.

BeomGyu achicó los ojos, desconfiado, para luego volver a acostarse y cerrar los ojos.

Falló, claramente.

Antes de que lo pensara, su mano se desplazó hacia la pequeña cómoda, buscando el contacto de Taehyun. Marcó, importando muy poco si eran las dos de la madrugada, el niño le contestó.

— ¿Qué diablos quieres? ¿No ves la hora? Son las dos de la madrugada, ¿te quedaste viendo porno o qué?

BeomGyu quiso hablar, pero su voz no quería salir, solo enfocándose en la voz del menor.

— ¿BeomGyu? —sonó molesto—. ¿Esto es una broma? Te juro que si no me contestas, mañana mismo te parto la cara.

Oh, ¡una forma de acercarse a él! Choi sintió la emoción llenarlo, dejando escapar una sonrisa y olvidándose completamente de la razón de la llamada. Y eso si es que había alguna razón.

— Idiota —fue lo último que escuchó antes de que Kang cortara la llamada.

Y aunque suene raro, se sintió bien.