Capítulo Veinte

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— No pasa nada.

— Oh, claro que no pasa nada, obvio.

El menor trató de destensarse con aquella risa suave que emitía la mujer, la cual había vuelto hacia las bolsas de compras para llevarlas a la cocina.

BeomGyu ya había dejado en claro que todo se lo contaba a su mamá, que tenían la suficiente confianza, y hasta que la mujer quería conocerlo, pero él no sentía que la mejor forma era verlo a nada de tener relaciones con su hijo en su sillón. Eso se veía...

— Preséntame al chico que se está escondiendo detrás tuyo —ordenó dentro de la cocina—. ¿Es tu novio o solo cogen?

— Mamá, es Taehyun.

La mujer había salido de la cocina apenas su hijo avisó, por fin mirándolo. Taehyun intentó devolverle la sonrisa, esa sonrisa que desaparecía de los labios de la mayor para reemplazarse por un mueca incómoda que se enfocaba solo en él. Kang se sintió cohibido, la mujer parecía fastidiada con verlo. Una mirada calculadora y labios fruncidos, de pronto esa imagen amable cambiaba a una enojada.

— Ya veo... —La pareja esperó por más palabras, Taehyun ya hasta se estaba levantando para saludar, pero la madre del mayor volteó de nuevo hacia la cocina, ignorándolo—. Se ve menor, ¿cuántos años tiene?

— En un mes cumpliré diecisiete —musitó, sintiendo como el cuerpo de BeomGyu se levantaba de su lado.

— En un mes cumplirás diecisiete... —repitió la mayor, sin mirarlo—. ¿Y ya te dispones a tener relaciones sexuales?

La pregunta le cayó como un balde de agua fría, aún si los ojos de la mujer no estaban encima suyo, se sentía intimidado. Creía que ella no tocaría aquel tema deduciendo lo cohibido que se sentiría, pero sí lo hizo, y sí se avergonzó, sintiéndose ahogar por el tono filoso que usaba.

BeomGyu parecía de pronto una piedra parado a su lado, lo miró de reojo, notándolo como si estuviera procesando lo que decía su madre.

— Eso no es nada correcto, te hace ver como un chico fácil —la mujer se adelantó, metiendo cosas en la alacena—, apenas llevas poco tiempo de relación con BeomGyu... pero siendo el hijo del director, teniendo todo fácil, no es una sorpresa que tú también lo seas.

— Mamá, no te dirijas a él de esa forma —la voz de su novio sonaba molesta, haciéndolo sentir cada vez más nervioso.

— Preferiría que solo follen a que estés en una relación amorosa con él —La mujer salió por fin de la cocina, mirando solo a su hijo, como si Taehyun no estuviera ahí—. Creí que estarías con YooBin, ella es linda.

— Mamá, ¿qué te pasa? —el enojo en BeomGyu lo obligó a levantarse del sillón, intentando no esconderse tras suyo—. Deja de faltarle el respeto.

— Encontré a YeonJun —ella ignoró sus palabras, apoyándose contra el umbral de la cocina—, no sabía que era novio del becado de tu salón. Ellos sí tienen una relación correcta, SooBin tiene buenas notas, es educado, él-

— Si vas a seguir hablando de esa forma entonces-

— Me quiero ir.

BeomGyu volteó hacia él apenas escuchó su pedido, olvidándose de su madre y asintiendo rápidamente—: Te acompaño.

— N-no, me voy solo —la mirada filosa de la mujer encima suyo lo estaba intimidando cada vez más, negándose a aceptar la mano que era ofrecida por su novio.

— Ya oscureció, déjame-

— Si Taehyun se quiere ir solo, déjalo —la señora se metió—, seguro tiene otro paradero.

Su mano fue tomada a la fuerza por el mayor, sacándolo del lugar junto a él. Su corazón bombeaba con un mal sentimiento dentro suyo mientras sus pies eran obligados a caminar por las oscuras calles, un nudo en su garganta y sus ojos irritados, ¿no le había agradado?

Esa pregunta lo llenó durante todo el camino a la estación del bus. ¿Acaso debería lidiar con la típica suegra jodida de las novelas? ¿BeomGyu lo dejaría por no recibir la aprobación de su madre? Apenas empezaban su relación, no se tiene que preocupar por eso, ¿verdad?

— Hablaré con ella.

Levantó la mirada del suelo hacia la espalda del mayor, quien caminaba un paso adelante suyo sin soltar su mano. La voz de BeomGyu sonaba demasiado enojada, Taehyun no recuerda haberlo escuchado algún día así, hasta podría ser que estuviera saliendo de sus casillas mientras que apretaba su mano fuertemente.

Se quedó en silencio, prefería estar callado a hablar: si decía algo, terminaría diciéndolo todo, y su frustración lo haría llorar como un niño regañado por hacer algo malo. Él no quería eso, pero cuando tomó asiento en el bus y BeomGyu desapareció de su vista, no lo pudo retener.

Sus manos juguetearon nerviosas mientras lágrimas molestas corrían por sus mejillas. Morderse el labio no fue de mucha ayuda para aguantar el llanto de frustración: se sentía enojado, humillado, arrepentido.

La anciana que se sentó a su lado en el vacío bus lo miraba como si fuera un bicho raro mientras le preguntaba cosas, tal vez siendo chismosa, o también podría solo estar curiosa al ver un adolescente llorar.

Se negó a su ayuda. "¿Quieres algo?" "¿Te estás escapando de tu casa?" "¿Peleaste con tus padres?" "¿Terminaste con tu novia?"

"No, no, no, no". Él solo quería bajar del transporte y encerrarse en su habitación, esperar a que otro día llegue e imaginar que la madre de BeomGyu solo haya tenido un mal día como para haberse dirigido de esa forma hacia él. ¿En serio era algo tan malo haberse dejado llevar?

Su novio había enviado un mensaje, diciendo que le avisara cuando llegara a casa y así no estar preocupado, también dijo que hablaría con su mamá y que ella se disculparía con él. Iba a responderle, le iba a pedir que primero se le baje el enojo antes de hablar con ella, pero los mensajes insistentes de su hermano lo hicieron cambiar de chat, frotándose la esquina de los ojos con el dorso de su mano antes de leerlos.

Hyung

¿A qué hora llegas?
EunHan preparó
cupcakes.
19:34

No te emociones,
le salieron feos.
19:34

Para cocinera, es
buena sellando libros.
19:35

JAJAJA, buen chiste,
¿cierto? Ríete pequeño
Tae, o lloraré y te
acusaré con papá.
19:35

Y tal vez como una pequeña chispa, una sonrisa escapó de sus labios. Un poco sutil pero lo suficientemente clara como para que la anciana se quedara extrañada.

Un niño llorando y sonriendo a la vez.

— Los chicos de ahora lloran por tonteras —musitó mientras que Taehyun escribía algo en su celular, sin escuchar lo que ella decía—, y sonríen por tonteras, también.

Pasó un mal momento en la casa de su novio, pero nada que no se pueda arreglar con unos chistes malos de su padre, un abrazo de MinHyuk...

— Bebé, ¿puedo pasar?

Y una charla motivacional de EunHan.

Y una charla motivacional de EunHan

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Me enamoré de ti, cupido (TaeGyu/BeomHyun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora