Capítulo Veintinueve

6.5K 1K 1.9K
                                    

— A mi se me hace muy cursi.

— Pensaba que le gustaba lo cursi.

— No, claro que no.

HueningKai miró con una ceja alzada a Taehyun, quien negaba repetidamente con la cabeza -seguro tratando de convencerse a sí mismo de aquello.

Ambos estaban en el salón de música a plenas horas de descanso, el bullicio no resonaba tanto ahí, y aún si lo hiciera, los sonidos del piano que tocaba Kai dentro del lugar lleno de mesas e instrumentos podría opacarlo.

Taehyun recostó su mejilla en la palma de su mano que pertenecía al codo apoyado sobre un pupitre, mirando al menor de lunares atentamente mientras este hacía de las suyas con aquel piano. La melodía que Kai tocaba era definitivamente linda, y las ganas de cantar también lo estaban tentando, pero no: qué vergüenza.

Apenas los dedos largos dejaron de moverse sobre el gran instrumento, Taehyun sonrió. Se incorporó y decidió aplaudir levemente como una gran aprobación hacia el chico avergonzado que se tapaba la cara con las manos.

— Lo hiciste muy bien —elogió con una sonrisa en su rostro e inmediatamente Kai soltó una carcajada avergonzada—. No sabía que tocabas el piano.

— Mi mamá me metió a clases cuando era niño.

La conversación entre ambos siguió. Ya se les iba haciendo costumbre perder tiempo de esa forma, aún si el hábito no ayudaba a que el enamoramiento de Kai se esfumara.

Estarían hablado hasta que el timbre sonara, luego irían a clase y seguirían conversando mucho más, Kai sobre sus nuevos dotes en básquet; Taehyun, lo tanto que extrañaba que el sol se asomara a molestarlo. Pero eso solo hubiera pasado si alguien no decidiera abrir la puerta justo en plena conversación, interrumpiendo la escena.

BeomGyu hizo una mueca extraña apenas los vio desde el umbral del salón, pero no dijo nada al respecto, tan solo acercándose con inseguridad a su ex-novio que parecía una estatua sin expresión por la llegada inesperada.

— ¿Podemos hablar? Por favor.

Taehyun tragó duro antes de desviar la mirada ligeramente a su amigo que estaba sentado frente el piano. Kai no se veía fastidiado, es más, hasta tenía una sonrisa en su rostro que le dio la suficiente confianza para asentir al pedido del de cabellera azabache.

Los baños no serían una buena opción para hablar, claramente.

Los jóvenes se detuvieron en el pasillo aprovechando que estaba vacío: tampoco querían que los chismosos de sus compañeros comenzaran a sacar conclusiones de la nada.

— Mi mamá quiere invitarlos a cenar hoy.

Taehyun evitó agrandar los ojos en sorpresa.

¿Tan rápido? Pero...

— Si no quieres eso, solo dilo y hablaré con ella —siguió en voz baja—, no quiero incomodarte.

Habían cosas que no cuadraban. ¿Por qué hoy? ¿Por qué a su casa? ¿Por qué si quiera invitarlos? ¿Acaso BeomGyu no le había avisado que terminaron hasta ahora?

Esto último debería ser la pregunta que dijera Taehyun, pero mirando directamente los ojos del mayor, podía entender que había una pequeña resistencia a confirmar que la relación se acabó frente a todos.

¿Qué importaba si sus compañeros sabían que no eran novios? ¿Qué importaba que sus amigos supieran que ya no eran novios?

¿Qué importaba que sus padres se enteraran que ya no eran novios?

Me enamoré de ti, cupido (TaeGyu/BeomHyun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora