save me ➶ harry | español

Capítulo 13

THERESA

13 de octubre 1944

Mis manos eran otras. Mi espalda, mi cabello, mis muslos, mis brazos también eran otros. No me reconocía en aquel cuerpo delgado y pálido.

Nunca más vi a Harry por aquí. Leye, estaba más delgada que nunca, trataba de fingir que no estaba discapacitada o enferma, pero si lo estaba, y también trataba de darme toda la información sobre el campo, para que lograra sobrevivir.

Me sentía victoriosa, viví más de una semana en este lugar horrible y pensaba si un día le podría contar a alguien que sobreviví a un espanto de vida.

Mi visión era otra, antes era curiosidad que pasó a falta de interés, mas o menos así pero el miedo terrible permanece. No sabía como lidiar con todas esas noches que escuchaba gritos de socorro o el disparo de balas a un lado del dormitorio. Siempre me acordaba de lo que Harry decía, que Leye no sobreviviría por mucho y que si me juntaba con ella acabaría de la misma forma.

¿Quién se creía él para decirme que hacer? La muerte debe ser menos dolorosa que pasar más de una semana en un infierno sin comida, o sin dormir bien.

El molesto sonido del despertador sonó, ya me había despertado al igual que algunas mujeres, estos días eran aburridos y rutinarios a los que ya me había acostumbrado.

—¡Vamos levántense! —escuchamos la voz ronca y sin compasión de un soldado y nos levantamos, estábamos en silencio para que se escuchara el llamado.

Después de la llamada fuimos distribuidas para trabajas en distintas áreas. Se me encomendó la tarea de recoger algunas piedras y colocarlas en una carretilla.

Y así comencé, a un lado de afuera, en un frío intenso y mucha nieve, tomé la mayoría de las piedras que pude y las llevé a otro lado. Mis piernas eran tan delgadas que se tambalearon y traté de mantenerme erguida y aguantar el insoportable dolor de cabeza que tenía.

—¿Theresa? —Una voz me sacó de mi trance y me percaté que había tomado una buena parte de las piedras. Miré los pies de la persona. Ya sabía de quien se trataba.

Las botas en los pies de Harry parecían cálidas, a diferencia de las sandalias que yo tenía que usar.

—¿S-sí señor? —dije con voz débil. Me acarició la barbilla suavemente, levantando mi rostro para mirar sus fríos y lindos ojos verdes, porque estábamos alejados de todos, creo.

—Theresa y-yo... —Harry tartamudeó, pero luego fue interrumpido.

—¿Señor Styles, qué está haciendo? —Oí una voz ronca y de pronto sentí un impacto en mi rostro... Sabía lo que había sido.

Harry me dio un fuerte golpe en la mejilla izquierda.

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Es muy triste leer lo último, porque sinceramente yo creo que está muy mal todo tipo de violencia. Sin embargo en ese contexto si Harry se rebelaba, Theresa y el iban para el horno...

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