Querido Doctor Park. |Mpreg| ChanBaek.

Capítulo Trece.

Holas, aquí de nuevo, trayendo nuevo capítulo. Espero que lo hayan Estado esperando con ansias.
En los capítulos anteriores traté de dar un poco más información sobre el pasado de Baek y el doctor Park, espero que les esté aclarando dudas jsjs, aunque sé que de Seguro tienen muchas otras.
Todo se irá revelando poco a poco, la verdad tengo intención de que el fic sea corto, espero abarcar todo lo que quiero en los capítulos que estimé, así sea entendible, bonito y no hayan cosas innecesarias.

Quería decirle que no, no se preocupen porque el fic sea mucho drama🤭🤭😂no será así, tampoco se preocupen por un final triste o un final bonito, será un final digno para la historia, ya verán (ey sí, y lo dices tú que no sabes nunca que finales darles a tus fic)jajs.

Bueno, los dejo leer.

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El menor se levantó de golpe, gritando por la pesadilla que había tenido. El alto que dormía a su lado también se despertó de manera abrupta al escucharlo gritar y llorar a la vez.

Chanyeol no dudó en abrazar al chico a su cuerpo, el mismo que se aferraba a él con lágrimas en su rostro, empapando el pecho de Chanyeol quien lo arrullaba tratando de calmarlo. No entendía qué había pasado.

—Calma, pequeño... Todo está bien —susurró el alto besando la coronilla del menor. Esos episodios de llantos por la noche se repetían constantemente en los últimos cinco días, el menor siempre despertaba llorando, él lo abrazaba hasta que de nuevo se quedaba dormido. Y aunque sabía que podría ser alguna mala pesadilla le preocupaba mucho que eso sucediera con frecuencia—. ¿Puedo hacer algo por ti?

—Channie...  —susurró bajito el menor aferrándose del cuerpo ajeno y negó con su cabeza. No veía cómo el mayor podía ayudarlo, pero hacía bastante con sus abrazos—. Mi mamá...

—¿Qué pasa con tu mamá, pequeño?  —susurró el más alto tomando como cuidado el rostro del menor entre sus manos, en la penumbra de la noche, apenas y podía ver sus pequeños ojitos brillosos por las lágrimas, las mismas que comenzó a limpiar con sus pulgares.

—Estaba soñando con ese día... Cuando murió —dijo sintiendo que el aire se le iba al sentir su pecho apretarse. Esa etapa de su vida del menor fue demasiado dolorosa, Chanyeol lo sabía bien—. Me duele mucho, me lástima.

—Ya, bebé —susurró el mayor abrazándolo a su cuerpo. Él estaba consciente de lo mucho que al menor le dolía lo de su madre. Había estado con él en ese entonces, lo había visto desecho—. Tu mami está cuidando de ti desde donde sea que esté, no estás solo y, me tienes a mí que estaré contigo pase lo que pase.

Baekhyun apretó sus labios y asintió. Creía en las palabras del chico, sabía que sería así porque recordaba al más alto con él en ese entonces. Lo recordaba abrazándolo con fuerza mientras él lloraba la muerte de su madre. Estaba cansado, sus ojos pesaban y le dolía la cabeza, no le llevó mucho tiempo en quedarse dormido de nuevo.

Chanyeol lo dejó descansar en sus brazos hasta que lo notó completamente dormido. Le acarició su rostro con suavidad y besó su frente. Tenía presente que los recuerdos del menor estaban volviendo, y estos llegaban a su cabeza y ser con fuerza, como si recién los estuviera viviendo y le dolía que el menor tuviese que experimentar de nuevo eso. 

Miró la hora en su reloj de mesa, eran casi las seis de la mañana, debía comenzar a alistarse para ir al trabajo. Pero el menor lo abrazaba tan fuerte que sintió feo de tener que dejarlo solo. Sacó su móvil del cajón y buscó el contacto de SeHun escribiendo rápido un mensaje que le envió, pidiéndole de favor que avisara su ausencia por ese día. No pensaba dejar solo al más jóven en ningún momento.