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Al finalizar las clases, un trío de estudiantes se quedó en los pasillos; sentados en un banco, uno de ellos estaba anonadado mientras cuestionaba su existencia, otro simplemente caminaba en círculos desesperado por saber que le pasaba, y el terce...

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Al finalizar las clases, un trío de estudiantes se quedó en los pasillos; sentados en un banco, uno de ellos estaba anonadado mientras cuestionaba su existencia, otro simplemente caminaba en círculos desesperado por saber que le pasaba, y el tercero sólo agradecía a Dios la maravillosa oportunidad que le brindaron hoy.

—¡Gaaaah! ¡Ya reacciona Gonpachiro!— Tanjirou había estado fuera de sí en todas las horas de clases después del receso, tuvieron que llevarlo la enfermería después de que fue golpeado por Kanao, la enfermera Tamayo le recomendó a sus amigos que lo acompañen hasta que salga del shock, pero nada funcionaba para sacarlo de ese estado.

Por su parte, Zenitsu sonreía atontado y jugando con sus manos, meciéndose de un lado a otro, imaginando cómo sería su vida de casado ahora que Nezuko lo había besado, porque para él, esa fue una declaración de amor.

—Uno de nuestros hijos se llamara Minoru, y la otra Izumi, y la otra Zenko, y el otro...— Luego de haber pronunciado alrededor de seis nombres más, Inosuke se irritó y golpeó al rubio en la cabeza, haciéndolo reaccionar.

—¡Ya callate!— Reprochó el ojijade, agitando su puño frente a Zenitsu.

—¡Deja de golpearme mastodonte estúpido!— Se quejó el dorado acercándose más al pelirrojo a buscar consuelo, pequeñas lágrimas caían de su rostro. —¡Taaaaaanjiroooou! ¡El salvaje me golpeó de nuevo!— Pero Tanjirou seguía sin responder, hasta que... —¡Defiende a tu cuñado, Tanjirou!—

—¿Qué?— Exclamó el pelirrojo, volteando a ver a Zenitsu. —¿Cuñado yo? ¿Cuñado de quién?— Pasó de un estado de shock a uno de celos por su hermana tan rápido que ninguno de los presentes allí pudo comprenderlo.

—¿Que no lo sabes? Nezuko me declaró su amor, eso qu...— Antes de que Zenitsu pueda continuar, Inosuke le cubrió la boca y le murmuró al oído;

—Mejor calla si no quieres ser golpeado de nuevo, y no precisamente por mí.— Claro, Tanjirou era el ángel del instituto, el ser más puro y amado de todos los cursos, incluso a los de mala fama y maestros les caía bien, siempre amable, gentil....

Hasta que empiezan a molestar a su hermana, en ese caso pareciese como si se transformara en otra persona, mejor dicho, en un demonio. Para él, nadie en este universo era digno de la perfección de Nezuko, ni siquiera alguno de sus amigos, ¡Nadie! Y si algun chico intentaba cortejarla, siempre desaparecía a los pocos días y dejaba de acercarse a ella "sin explicación alguna."

—P-pero...— Sollozó el dorado, resignado, comprendió a la perfección la situación, sonrió nerviosamente al percibir el aura de enojo que emanaba el pelirrojo. —¡Era broma Tanjirou!— Mintió, intentando salvar su vida.

—¡Ya dejense de estupideces!— Gritó Inosuke, interponiéndose entre ambos.

—No eres el más indicado para decir eso.— Añadió Zenitsu con un tono de ligero sarcasmo.

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