ᑭOᗯEᖇᖴᑌᒪ EᑎOᑌGᕼ

13. Honestidad

Luego de poner en curso la nave en línea recta para poder alejarse lo más posible del lugar, cada uno se fue a cambiar de ropa.

Mientras Quill y Rocket se ponían a discutir sobre las piezas de la nave, Tony había ido a revisar que el éter siguiera allí, y si lo estaba, completamente intacto. Se cambió también de ropa y subió a la parte común donde estaban todos. 

Notó que Adome también se puso a discutir con Rocket, pero no para que dejara de tocar las cosas de la nave, sino porque le estaba dando consejos y le hacía tantas preguntas que el mapache se desesperaba.

Volteó la cabeza y notó a Cephei y aquella chica de cabello morado, ambos estaban en silencio, casi como si se comunicaran telepáticamente aunque no era así. Extrañamente, ese silencio detonaba bastante confianza entre ellos.

La chica sostenía un collar en su mano y se lo mostraba a Cephei.

"Hey...", exclamó el Stark suavemente mientras se acercaba. Ambos jóvenes levantaron el rostro para mirarlo, ella con más desconfianza que el contrario, naturalmente. "Gracias por ayudarnos allá", sonrió el castaño. "¿Cuál es tú nombre?"

Las grandes orejas de la chica bajaron y agachó un poco la mirada, parecía más tímida que cualquier otra cosa.

"Samay", su voz sonaba rasposa, como si hubiera estado mucho tiempo sin hablar.

"Un gusto, Samay. Bienvenida a la tripulación", sonrió Tony asegurándose de intentar hacer más cómoda a aquella amiga de Cephei. Ella lo miró algo confundida ante la cálida bienvenida, y el humano se alejó de nuevo. Fue hacia Quill. 

"Paso 1. Completado", exclamó el pelirrojo mientras jugaba con el orbe.

"¿Cuál es el paso 2?"

"Sí te soy honesto... No creí que llegara tan lejos"

"Quill"

"Okey, okey", ambos se alejaron un poco, Adome les acompañó por pura curiosidad y porque se quería sentir parte. "¿Qué eligen? ¿Seguimos fingiendo o les decimos la verdad?"

"Quizás decirles la verdad podría arruinar todo", susurró de vuelta Tony.

"Pero y si no lo hacemos, desconfiarán cuando lo descubran"

"Tenemos a 2 maníacos en la nave, 2 asesinos maestros, un árbol parlante una hija de Thanos. Pfff, ¿qué podría salir mal?", bromeó Tony.

"Tengo una idea", exclamó Quill levantando un poco el orbe.

"Oh, peligro", sonrió con burla el Stark.

"Okey. Piedra, papel o tijeras. Si tú ganas, tú diriges. Si yo gano, yo dirijo", asintió el pelirrojo.

"Oigan, ¿y yo qué?"

"¿Eres una muñequita de la muerte?", Adome infló las mejillas con enojo y se cruzó de brazos. Tony miró a Quill y jugaron, el Stark perdió. "Ugh. La escena es tuya"

Quill sonrió triunfante y volvió hacia al centro con el orbe en la mano. Le hizo un gesto a Adome para que se mantuviera cerca, porque aunque su conocimientos de las gemas fuera más bien limitado, sería útil en esta ocasión.

"Supondré que estamos en buen curso", dijo hacia Gamora.

"Vamos en la dirección correcta, por ahora", respondió ella y el pelirrojo tuvo que tragarse la nostalgia que le quería hacer llorar.

"¿Y a dónde vamos?", Gamora lo miró sin contestar y tomó el orbe suavemente. "Esta cosa posiblemente es un arma si es tan valiosa"

"Si es un arma, hay que usarla contra Ronan", exclamó Drax sacando el orbe.