Capítulo 27

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Narra Jeff.

Despierto por la mañana con el canto de las molestas aves que siempre están por mi ventana a esa hora, realmente son fastidiosas por la mañana.

– Agh… cállense… - es obvio que no me van a oír, pero enserio odio ese ruido.

Decido taparme con una almohada, eso tan sólo me ayuda un poco, así que puedo dormir un poco más.

No sé cuánto tiempo pasó, pero estoy seguro de que no fue mucho desde que me cubrí con la almohada para no escuchar esos animales tan molestos, pero empezaron a pelear como locos y hacían mucho escándalo.

– Pasará… se calman después…

No lo hicieron, o bueno, sólo por un par de segundos y luego comenzaron a Piar como unos locos, no tenía sentido.

Me levante de la cama muy molesto, ya estoy harto de estas cosas. Tome la almohada en donde estaba descansando mi cabeza, abrí la venta… ¡Y se las lancé al árbol!

– ¡¡Callense estúpidos!!

Todos esos desgraciados se fueron, fue realmente un alivio para mí que se callaran. Mi almohada se atasco en el árbol, no importó mucho, podía recuperarla más tarde, además tengo más en mi cama.

Me di la vuelta para acostarme nuevamente, pero comencé a sentir un dolor en la espalda, era la herida que me había hecho ayer al tratar de bajar de la casa, la cual… Ben me curo.

"Seguramente si no me hubiera ayudado estaría muy adolorido, pero ahora no duele tanto como ayer".

Me es imposible no sonreír al pensar que él me ayudó a curarme, es bastante amable.

Smile estaba mirando hacía la ventana mientras movía su cola de un lado a otro, viendo mi almohada atascada en el árbol, después me volteó a ver a mi soltando un ladrido.

– ¿Qué? Era necesario ¿De acuerdo? Esas molestas cosas siempre pelean por alguna estupidez y hacen mucho ruido, tú hubieras hecho lo mismo si fueras humano. - decía sentado en mi cama.

Para la mala suerte de esas aves ya no tenía sueño, las aullente por nada, pero tuvieron la culpa por haberme despertado y hacer que les aventara la almohada.

– Jeff ¿Puedo entrar? - dijo alguien detrás se la puerta, no reconozco su voz, pero da igual, se que es Ben.

Me levanté rápido de mi cama, entonces fui a la puerta para abrirla, aunque claro no sin antes peinar mi cabello un poco, tengo que lucir bien ¿Cierto?

En cuanto abrí la puerta mi sonrisa se borró sólo un poco, ya que es permanente.

– Oh… eres tú Bloody.

– ¿Eh? ¿No te agrado? Porque lo dices algo desanimado.

– No, pensé que eras otra persona - Dije mirando hacía el pasillo, tratando de ver a Ben, ¡Pero no está!

– ¿Puedo entrar?

– Bien, entra.

Me hice a un lado para que entrara, después cierro la puerta y me giro para mirarlo.

– ¿Y bien? ¿Qué quieres?

– Tú sabes a qué vine, es sobre lo que hablamos el otro día.

– Ooh, eso. Bueno ¿Qué con eso?

– Sólo… ayúdame ¿Si? Esque no sé como acercarme a él… - dijo algo tímido, se podía ver porque no tenía su máscara puesta.

– Pfff, si es súper sencillo, sólo vas y le dices "Me gustas" fin.

"Un pequeño accidente" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora