Arreglo Matrimonial

Capitulo 30: Tormentoso Recuerdo

Ya habían pasado dos meses más, desde que se convirtió en un multimillonario y ahora vivía en la ciudad de los ricos, Westopolis. 
  Estaba en su lujoso sillón, mirando por su gran ventanal el hermoso paisaje nocturno de la ciudad, mientras leía los informes de su nuevo gran imperio, pero por más que leía, no podía concentrarse, a su mente regresaba esa mirada jade. Furioso de levantó de su sillón y caminó hasta su estante, dónde guardaba los mejores licores que el dinero podía comprar, otra noche en la que tomaría hasta caer rendido; es verdad que el alcohol sale rápido de su sistema, pero necesitaba tiempo para ello, no podía si constantemente le seguían llegando litros y litros de alcohol.

Mientras que Sonic, ya había terminado el trimestre de su carrera, había aprobado los exámenes y tenía dos semanas de vacaciones, en lo que iniciaba el siguiente trimestre.

—Estas vacaciones se pondrán salvajes, listo para ir a Ángel Island?— preguntaba un emocionado Equidna rojo.

—No lo sé Knuckles, estoy feliz por salir victorioso de mis exámenes, pero también estoy preocupado por Scourge, está en la cárcel por vandalismo y lo único que hizo fue involucrarse en una pelea...— decía algo triste por su amigo.

—Bueno, es que también ya la devia, tenía varias infracciones de tránsito y una orden de arresto por daños a la moral— recordaba cuando su amigo decidió correr desnudo por la calle.

—Me duele no poder ayudarlo— bajó la mirada triste.

—Vamos Sonic, solo porque Scourge, está en la cárcel no significa que te quedes estás dos semanas en la casa lloriqueando—  posó su mano en el hombro del erizo.

—Creo que tienes razón, de nada sirve quedarme aquí a lamentarme— subió la mirada y le dió una pequeña sonrisa a su amigo.

—¡Eso es, así se habla! Ahora ve a hacer tus maletas ya salimos fiesta— salió de la habitación del erizo, dejandolo solo, para que organizará su equipaje.

En lo que sacaba, guardaba y doblaba ropa, encuentro el lujoso traje que usó la ocasión en la que ceno con la familia de Shadow...

—Shadow— tocó con fina delicadeza el traje, como temiendo de que se rompiese— ¿Dónde estarás?...— preguntó de nuevo decayendo un poco triste de nuevo.

Se llegó el día de salir y el primer en haberse despertado fue Knuckles, realmente estaba emocionado por ir a vacacionar y que mejor lugar, que el paradisíaco Angel Island y bueno realizaron el viaje.

Tocaron la puerta de su gran oficina.

—Adelante— se escuchó decir desde el otro lado de la oficina.

—Jefe, los socios ya aprobaron su proyecto, ¡Tenemos luz verde!— decía muy emocionada su asistente.

—Gracias, Rouge— devolvió la mirada a su computadora.

La elegante asistente, cerró la puerta, las cortinas y con una caminar coqueto, llegó hasta donde estaba shadow, posó sus manos sobre sus hombros y comenzó a hacerle un suave masaje.

—Últimamente te he sentido muy ‘tenso’, porque no me dejas ayudarte a...— acercó sus labios a los oídos del azabache, hablando con un tomó muy sexy— “Desestresarte”— relamió sus labios dispuesta a besarlo.

—Buena idea, quedas a cargo del proyecto— se levantó rápido de su silla, interrumpiendo a la murciélago.— Ya sabes que hacer, es una proyecto espuma cualquiera, solo que a gran escala— caminó a la puerta dispuesto a salir de su oficina.

—¿¡POR QUÉ YA NO ME TOCAS!?,—detuvo su pasó— Antes no tenía problemas para seducirte y ahora simplemente me ignoras, como si fuera una cualquiera...— apretaba los puños con furia.

Shadow no se giró a verla, solo tomó la perilla y la giró.

—Simplemente ya no no me interesas, si quieres renunciar adelante, pero ya no pienso en seguirme acostando contigo— jaló la puerta y salió.

Rouge se quedó atónica, jamás pensó que escucharía a shadow decirle que ya no le interesaba...

Tenían 5 días ya en esa paradisíaca isla y Knuckles se divertía como nunca, se la pasaba en los clubes nocturnos, de fiesta y recorriendo cada parte del lugar, estaba tan maravillado con sus vacaciones, que no había notado la pequeña depresión de su amigo ceruleo.

Sonic no se la estaba pasando también, como fingía hacerlo, solo salía para ir a comer a los restaurantes o caminar por la playa, el estar en ese lugar le hacía extrañar más al azabache, cosa que lo confundía, pues no había tenido ni un solo buen momento con él.

—No entiendo porqué no puedo dejar de pensarte— sentado en la arena, llevándose las manos a los ojos, dejando que las olas del mar acarisiaran sus pies.

Su mente le jugaba una mala broma, pues recordaba ese exquisito beso que shadow le había dado en la oscuridad de una habitación, abrió más los ojos y con las yemas de sus dedos trató de recordar esa cálida sensación, el sabor del alcohol en boca ajeno y el palpitar de su corazón, era obvio que le había gustado y en ocasiones se reprochaba por haberle impedido que continuara.

—¡Sonic, amigo!— llegaba su amigo, para interrumpir su íntimo momento.

—Knuckles, ¿Qué pasa?— fingía una nueva sonrisa.

—Tienes que venir, unas lindas nenas me invitaron a su casa para una super fiesta— le tendió la mano para levantarlo de la arena.

—A qué hora es esa fiesta?

—¡Ya! Una de ellas nos darán un aventón, tienes que venir.

—Ah, pero es que no me he bañado... Mírame— en excusas era el maestro.

—¡Vamos viejo! Se nos pueden ir— hablaba cuál niño desesperado.

—Ya, mira ve con ellas, yo regreso al hotel, me baño, me cambio y te alcanzo en la fiesta, va— le alzaba un pulgar, mientras le brindaba una cálida sonrisa.

—Bien, pero quiero que me alcances o me regreso por ti y te llevo a rastras, ok— tomó su mano para dar un clásico saludo de chicos.

—¡Ok!— miró a su amigo salir corriendo y llegar con unas lindas chicas, se despedía con la mano formando otra mueca fingida de felicidad.

Y se encontraba de nuevo en ese balcón con otra botella de alcohol, en ese mismo balcón donde él lo encontró, quería revivir ese bello momento una vez más.

—Esta noche es muy cálido, no lo crees hijo— su abuelo llegaba a hacerle compañía, ahora que ya no tenía la silla de ruedas podía estar con nieto en ese lugar.

—Si, es bella...— sin ánimos y sin mirar a su abuelo.

—Hijo, ahora que tienes tu libertad y que tu padre ya no está más, eres feliz— puso su mano en su hombro obligándolo a mirarlo.

—No, no puedo dejar de pensar en él. Padre no sé qué hacer sin él...

Bien ya se ganaron su capitulo LEMON, estará romántico, tierno y claro sexoso, muy sexoso ay que delicioso