Cap. 38

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*a la mañana siguiente cuando los pichones de pájaros estaban llamando a su madre para el desayuno desde el nido, el albino después de tomarse la medicina se alisto en el desayuno antes de salir caminando de su casa a paso normal hacia el instituto.*

Mido: ¡buenos días Shiro!

Buenos días Mido-san

Mido: ¿te sientes mejor?

Más que ayer.

Mido: que bueno, oye, ¿me puedes ayudar un poco?

Claro ¿que pasa?

Mido: te cuento al entrar.

*los dos caminaban uno alado del otro normalmente, extraña vez habían pocos estudiantes en la entrada aunque no le pararon a eso.*

¿Bien? ¿Cuál es el problema?

Mido: más que problema es un pequeño favor.

*el albino guardó silencio.*

Mido: verás, me gustaría darle algo a saginuma, pero no quiero que sospeche ni que piense que me molesta su presencia...

*el peliverde se rascó la nuca un poco apenado mientras que el albino sonrio un poco.*

¿Te gusta el?

Mido: ¡no digas eso!

*le reprochó inflando sus mejillas.*

Mido: es solo que quiero agradecerle por ayudarme con e hurón de Hitomiko antes de que ella me mate por haberlo perdido en la casa

Aahh, bueno ¿y que se supone debo hacer?

Mido: hoy terminare su regalo así que no sé si sea un poco presuroso, pero me gustaría que lo entretengas un poco hasta que termine.

¿y si pregunta por ti?

Mido: d-dile que no sabes de mi... O lo que se te ocurra primero, por favor.

Mmm... Esta bien, pero no me haré cargo por si algo pasa ¿vale?

Mido: vale tranquilo, me hago responsable de lo que suceda y le explicaré al final.

Ok, ¿cuándo iniciaremos?

Mido: no sé tu, pero yo iniciaré ahora mismo, te enviaré mensaje para avisarte que ya termine.

De acuerdo

*y así los dos se despidieron mutuamente, el albino dejó su teléfono en silencio y sin perder mucho tiempo fue buscando al mencionado pensando en lo que estaría haciendo por mientras, no debería ser tan difícil aunque teniendo en cuenta que si sospecha de algo...*

Saginuma: oi, Shiro-san

Eh? Buenos días Saginuma.

Saginuma: buenos días, disculpe que te moleste ¿de casualidad no has visto a midorikawa?

¿hum? No, ¿por?

Saginuma: aah.. No nada... Gracias por la molestia.

No, enserio ¿le sucedió algo?

Saginuma: eehh... E-eso quisiera saber... ¿no lo notaste un poco raro?

¿Raro?

*el pelinegro suspiro un poco pesado mientras se rascaba la nuca mientras le explicaba la cuestión con frases no tan largas, o eso trataba, a lo que el albino se acortó de hombros levemente.*

La verdad nunca lo he notado así, pero seguro algo debió de estarle pasando.

Saginuma: ¿crees que se haya enojado por algo que hice?

No lo aseguro, pero si quieres puedo ayudarte a buscarlo.

Saginuma: ¿de verdad?

Claro, ¿te parece si después de clases empezamos?

Saginuma: no sabes cuanto agradezco tu amabilidad Shiro-san, espero no sea en vano su tiempo que ha tomado para ayudarme.

jaja ¿bromeas? No pasa nada.

*en aquel momento sonó la campana de ingreso a clases.*

Saginuma: bien, después de clases empezamos.

*el albino asintió con la cabeza antes de irse separando del ajeno y cada uno tomó direcciones distintas para ir a sus respectivas aulas, en aquella clase le tocaba estar tanto con el pelicrema como con el pelirrojo que a pesar de estar en diferente asientos estaban pendientes de si llegaba el albino y así fue, aunque ambos miraban mal a los compañeros que hablaban del mencionado por su "nueva vestimenta" pero como eran ignorados aprovecharon que se acercaba a su puesto para decírselo de cerca.*

No veo el día en que esto acabe...

*musito para él mismo apoyando la espalda en el espaldar de su asiento antes de que el profesor llegara y presentara la clases de hoy. Por otro lado el peliverde miraba alrededor de su aula sintiendo alivio de no ver al pelinegro por las cercanías, ni tampoco al profesor así que aprovechando de que estaba literalmente solo abrió su morral para atar algunos listones en el presente que le daría hasta que llego el profesor en la que tuvo que esconderlo rápidamente y tratar de relajarse para prestar atención 100%*

*al tiempo de recreo en el aula del albino todos salieron y el mencionado estaba por levantare si no fuese porque los dos casi al mismo tiempo se le acercaron.*

Hola chicos.

H: buenos días.

G: ¿te sientes mejor?

Así es, gracias por ayudarme ayer.

G y H: no fue nada.

G: ¿vas con nosotros al comedor?

Emm.. Me gustaría pero tengo que ver una cosa primero.

H: ¿que cosa?

*el albino lo pensó primero, tal vez no sea malo.*

Necesito ver a saginuma un minuto, debo ayudarlo a buscar, debe estar esperando afuera.

*apurado se levanto de su asiento despidiéndose de los presentes el cual le miraron un poco curiosos, pero por esa vez suspiraron dejándolo ir, el mencionado trataba de no trotar mucho por lo obvio, con la mirada lo buscaba sin esperar que chocara con él.*

Ouh, lo siento.

Saginuma: no, no, no, yo me disculpo... ¿lo viste?

¿A quién?

Saginuma: mido acaba de pasar corriendo por aquí.

Ah... No me fije...

Saginuma: vamos, no debió ir lejos

Eeh.. Claro.

*sin demora alguna el pelinegro fue corriendo, pero por la estela de aire que dejo...*

¡Oye!

Saginuma: ¿mande?

*se detuvo de frente mirando que el albino estaba usando sus manos para evitar que la falda de su uniforme se levantara con ese viento.*

Saginuma: -gota en la cien- ah, lo siento... Se me había olvidado

*regreso sobre sus pasos esta vez esperando que el menor le siguiera a su lado y luego de ello continuar a paso normal en búsqueda del peliverde, el albino pensaba en las excusas que debería dar para distraer al pelinegro.*

¡ya sé! ¿Si vamos a buscarlo en el comedor?

Saginuma: ¿hum? ¿No está del otro lado?

Bueno, pero a lo mejor fue por helado a la cafetería.

*y siendo reales, el peliverde ama el helado.*

Saginuma: es cierto, vayamos entonces.

"Todo por culpa de ese reto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora