"Todo por culpa de ese reto"

Cap.53

*Una vez que todos siguieron lo suyo después de salir de la enfermería, el albino estaba todavía acompañado del celeste conversando de diversas cosas en lo que dentro de aquellas horas harían hasta la siguiente clase, terminando así por llegar a la cancha del club de fútbol.*

Kaze: sigo pensando que cualquiera te confunde con una chica.

Pero no lo soy.

Kaze: de todas formas si te pareces una.

¿Tanto así?

Kaze: sip.

Menuda ayuda das...

Kaze: meeeh, solo soy honesto.

Y cambiando de tema ¿has sabido algo del capitán?

Kaze: ¿sobre?

Casi no se ve por estos lugares.

Kaze: a si, es porque su madre esta un poco mal.

¿Cómo?

Kaze: así es, tuvo un resfriado y debe cuidarla cuanto pueda.

¿Por que no me dijiste?

Kaze: no quiere que los demás se preocupen, aunque algunos ya han dado algo para ayudarla.

Entonces me sumo a ello, ¿hay algo que no han hecho?

Kaze: bastante... Quizás un brebaje le pueda ayudar.

Eso si, podemos prepararlo sin problema.

Kaze: ¿podemos?

¿Tu has dado algo para el?

*El albino se extraño por la reacción del celeste, que parecía ser un escalofrío.*

Kaze: por supuesto que si!

¿Y eso es....?

Kaze: no te incumbe saberlo, te ayudare a preparar el brebaje y nada más.

...... Ok?

*Sin entender lo que sucedía con el celeste solo limito a seguir con lo que estaban para no perder tiempo en la preparación, aunque pasando por las orillas de la cancha con dirección al aula de cocina pasaron por las otras canchas en lo que acordaban lo que llevaría dicho brebaje hasta que en la cancha de bagminton ((no se como se escribe, sorry)) un muchacho de alto tamaño cayo de espaldas después de golpear aquella cosita emplumada hacia el otro lado de la red, por el impulso fue a un lado terminando así por caer en el suelo y deslizarse a los pies del albino.*

?: oooww... Mi espalda...

*Cuando abrió los ojos rápidamente ahogo un respiro.*

¿Estas bien?

?: A-a-ah lo siento señorita!

*El albino confundido solo pudo ver en silencio como el chico se iba levantando de golpe haciendo reverencia antes de retirarse.*

Kaze: uuh~ te dijo señorita~ -u-

No exageres -.-)

kaze: debes admitirlo, te están confundiendo con una chica ahora.

Solo porque uso estas ropas no quiere decir que lo sea en verdad.

Kaze: a no ser que te confundan con un trapo.

¿Un que?

*El celeste se golpe su propia frente.*

Kaze: son chicos que visten de mujer y parecen ya una, salvo por algo obvio.

*Tardaron varios minutos para que el albino pudiese procesar la información.*

Mi diferencia es que no es por gusto propio....

Kaze: lo sé pero de todas formas pareces uno~

No mas esperen a que esto termine por fin termianre respirando algo de paz.

Kaze: ¿paz?

*El albino asintió.*

Kaze: ¿puedo saber?

No dejo de sentir miradas por todos lados, y eso aumenta cuando hay demasiada brisa.

Kaze: aah... ¿Te miran mucho?

Tanto que da escalofríos...

Kaze: con razón tienes guardaespaldas.

No son mis guardaespaldas

Kaze: oh perdón! Olvide que tus perros te protegen de los acosadores.

.......
De no ser que lo dices con doble sentido ya lo tomaría como ofensa.

*El albino suspiro levemente en el camino, sintiendo algunas miradas en los pasillos pero no de podía saber de dónde.*

Kaze: sabes? Si así puedes lucir con ropa normal no puedo imaginarte usando vestidos de gala.

¿Quieres que todos ellos exploten? Sería la gota que llenaría el vaso...

Kaze: si, y también divertido de ver, esos dos amigos tuyos morirían de celos.

Ellos solo quieren evitar que salga herido, pero a veces se pasan un poco con ello...

Kaze: bueno, tu les importas mucho, es normal que solo se muestren contigo.

¿Tu crees?

Kaze: que me pellizquen si miento...

Parece que tendré que creerte esta vez.

*Cuando loa dos finalmente llegaron al aula de cocina afortunadamente estaba vacía por lo que aprovecharon de tomar todo lo necesario, ambos se colocaron el delantal.*

Bien, no esperemos más que ese enguento debe estar listo!

Kaze: antes de comenzar la siguiente clase por supuesto.

Exacto!

*Los dos sonriendo comenzaron a tomar algunas cosas y encender el horno para comenzar a hacer dichoso brebaje medicinal.*