Cap. 56

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*En el medio de las calles los dos "chicos" andaban caminando en lo que conversaban de todo un poco sin perder el camino la casa del castaño, aunque el albino estaba tratando de estar lo más normal posible gracias a cierta sensación que tenía de presentimiento pero su mente hacía que solo era eso, una falsa alarma.*

Kaze: aqui es.

*Se detuvieron frente a la casa del mencionado, no se veía mucha actividad desde afuera por lo que suavemente el celeste fue a tocar la puerta.*

Madre de Endou: ¿si? ¿Quién es?

*Respondió sin abrir la puerta, aunque se escuchaba cerca.*

Kaze: B-buenos días señora Mamoru! Somos nosotros.

*Minutos después la puerta se fue abriendo para dejar ver a la vista a la mujer que poco a poco fue mostrando una sonrisa aunque no estaba abriendo del todo la puerta.*

Madre de Endou: ah! Kazemaru, que gusto verte, ¿vienes acompañado?

Kaze: oh si, Shirou viene conmigo.

Madre de Endou: oow que bien! Me gustaria que....

*Pero cuando abrió completamente la puerta pudo ver completamente a los dos muchachos completamente pero su vista se fijo más que todo en el albino que portaba muchísima diferencia en el físico que dejó a la mujer más que sorprendida, y a cambio, los chicos al darse cuenta rápidamente fueron a aclarar la cara que tenía la mujer.*

Madre de Endou: eehh.... ¿Shiro?

Kaze: t-tra-tranquila señora Mamoru! No... No es como usted cree.

Madre de Endou: ¿cómo?

E-es verdad! Yo... Eetto... H-hay una explicación concreta para eso, pero... E-es algo incómoda....

Kaze: así que, por favor ¿podemos pasar un rato? Hemos traído un brebaje para usted y Endou que los dos hemos preparado.

Madre de Endou: eeh... C-claro... Pasen.

*Despacio se alejó de la puerta para dejar que los dos pasaran adentro de la casa, luego cerró la mencionada, para acompañar a los muchachos hacia la sala antes de tomar el mencionado brebaje que han preparado los dos chicos que se sentaron en el sofá, aunque el albino lastimosamente tuvo que cruzar sus piernas lo más masculino que la ropa le pueda permitir en lo que la mujer les miraba con una ceja alzada antes de escuchar las palabras de los chicos en la explicación que daban por cierta situación que el albino presentaba ahora.*

Madre de Endou: dejen me ver si entendi bien: ¿me estan diciendo que las chicas de su equipo les han puesto un reto a Shiro sobre artículos de moda y como perdió ahora debe vestirse de esa manera todo el semestre sin ser reprochado por el director porque ellas tienen todo bajo control en ese aspecto y ahora todos los días debes usar ropa que ellas te mandan?

Efectivamente.

Madre de Endou: aaahhh entonces si.

Kaze: si, la-lamentamos haberle incomodado jeje

Madre de Endou: no, no para nada jeje... Es que la verdad me tomó muy de sorpresa jejeje.

*Aunque el albino estaba pensando en otra cosa por lo que mejor solo desvió la mirada hacia las escaleras que daban a la habitación del castaño.*

Por cierto.. ¿Cómo se encuentra el?

Madre de Endou: un poco mejor, debería de estar despertando ahora.

Ya veo.

Kaze: ya verá que con el brebaje se pondrá mejor.

Madre de Endou: muchas gracias muchachos, de verdad que lo aprecio.

*Y cuando ella fue a buscar las tazas de café el albino se levantó de su puesto.*

Bueno, ya debo irme.

Kaze: ¿eh? ¿Ya?

Si.

Kaze: ¿no vas a esperar a saludarle?

Kaze: puedes darle el saludo de mi parte. Solo iré a dar una vuelta.

Kaze: Pero...

*La mujer había regresado con las tazas en la bandeja.*

Madre de Endou: tegan! Espero que les guste el café

Me gustaría, pero ya es mi hora de irme.

Madre de Endou: ¿huh? ¿Tan pronto?

Si, lo siento mucho. Espero el capitán mejore pronto.

*Luego de despedirse de ambos tomo el camino directamente a la puerta para salir sin mirar a alguna parte.*

Madre de Endou: ¿le habrá pasado algo?

Kaze: creame que me hago la misma pregunta.

*En la calle el albino suspiraba un poco, era un poco raro pero ante la situación presentada por la madre del castaño le hizo sentir incómodo, quizás por el hecho de que pudo haber pensado algo negativo de su parte por como le ha visto a la primera vista, incluso después de la explicación esa sensación no se iba.*

Tal vez lo haya imaginado... Pero era mejor irme que incomodarle.

*Habló para si solo ya más calmado.*

¿Ahora para dónde?

*Dijo mirando a su alrededor sin detener su andar.*

Mmm... Quizás deba comprar algo para la cena... Si, eso haré.

*Y sin muchos preámbulos comenzó a caminar a la tienda de comida más cercana que encontrase adentro de la ciudad.*

"Todo por culpa de ese reto"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora