Morrison le golpeó la espalda haciendo que se le derramara un poco de su copa. Henry apretó los dientes y ladeó sus ojos. Porque no le había manchado su traje nuevo, que si no le lanzaba contra la fuente de ponche. Emma, una compañera de Monique, la cual estaba siendo avasallada por los continuos intentos de Morrison para llevarla a la cama aquella noche, alargó el brazo para dejar su copa en la bandeja de algún camarero. Henry se apartó cambiándose de lado. Iba a beber un trago de su copa cuando le vio. En un primer momento pensó que era una de las múltiples visiones que tenía viéndole en cualquier lugar, síntoma de su claro enamoramiento, pero no parecía serlo. Era Jake, su Jake vestido en un increíble traje negro. Le estaba mirando fijamente mientras bailaba con una mujer, de la misma manera que lo había hecho con él. Sintió un repentino alivio al darse cuenta de que era Claire. Pero ese alivio desapareció en seguida. Se inclinó hacia el grupo de gente con la que estaba, y se disculpó para poder marcharse. Caminó hasta allí con la vista fija en los dos. Jake ya no le miraba, tenía su atención puesta en Claire, pero eso pronto iba a acabar. Henry se plantó ante ellos dos.
—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó sin demora.
Jake elevó sus ojos, y le miró, para entonces, sonreírle como siempre. Y Henry le odió, no quería quererle, allí no.
—Feliz cumpleaños —contestó Jake como si nada en el mundo les hubiera separado jamás.
Henry no mostró ninguna expresión en su rostro, cosa que no ocurría en su interior.
—Gracias —contestó secamente—. Pero sigo preguntándome qué haces aquí. No recuerdo haberte invitado.
La expresión risueña de Jake se apagó un poco.
—He venido a acompañar a Claire —contestó.
Henry miró por primera vez a su hermana, con unos ojos escrutadores, desconfiados y recelosos.
—¿Qué ha pasado con tu novio? ¿Estaba enfermo y has tenido que traer lo más parecido a él?
—Tenía cosas que hacer, así que le pregunté a Jake si no le importaba acompañarme —se limitó a contestar Claire comenzando a molestarse por el tono de su hermano.
Henry se volvió de nuevo hacia Jake.
—Que detalle por tu parte, Rivers —dijo Henry con una sonrisa forzada.
Pero en su interior estaba sonriendo de verdad. Si Jake estaba allí era por él, y no por acompañar a su hermana. Sin embargo, por otro lado, siendo realista y pensando con la mente fría, Jake no debía estar allí. No solo por Henry sino por sí mismo. Henry comenzaba a pensar algo para hacer marchar al moreno, debía ser desagradable con él o inventar cualquier excusa. Alguien llegó a su lado entonces. Chace, a su lado, miraba sorprendido a Jake.
—¿Rivers?
Jake sonrió, y no pareció forzarlo.
—Hola cara culo, cuanto tiempo sin verte.
Chace le ignoró y miró a Henry.
—¿Qué hace aquí? —le preguntó sin tapujos.
—Claire le ha traído —se limitó a decir Henry con sequedad.
Chace compuso una mueca, Henry sabía lo que significaba. Por el bien de ambos, Jake no debía estar allí. Henry desvió la mirada.
—Si tanto querías evitar que viniera haber puesto un cartel en la entrada —soltó Jake, pero sin perder el humor.
Claire miraba curiosa la escena. ¿De verdad se iban a repetir aquellas situaciones cada vez que se vieran Jake y algún amigo de Henry? Hacía apenas unos minutos acababa de ver esa escena con Allie.
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Only Three Wishes
Любовные романыHenry ha terminado la universidad, y se prepara para que su vida de un giro de 180 grados, y pueda cumplir al fin su sueño de ser jugador de la NFL. Junto a él, Jake también está cumpliendo cada uno de sus sueños, y ese verano viajará a Europa con s...