Un puto problema.
Pues sí, me pasó tal cual como a una protagonista con mala suerte. Esto no era parte de mis planes pero el destino quería que sucediera algo que nadie se esperaba (aunque yo lo imaginé, pero ni en mil universos pensé que eso podría ser posible) veamos, entrando en contexto, Sebastián y yo hacíamos un trabajo sobre eduación sexual por culpa de la notita que la profesora nos robó y leyó en voz alta, así que habíamos quedado en reunirnos en mi casa. También quedé en verme con Asher, pero eso sería más tarde. Lo que no estaba en mis planes era encontrarme con quiénes me encontré, pero ya va, retomando el tema, cuando terminamos el proyecto decidí divertirme un poco jodiendole la paciencia —de la cual tiene mucha—, entonces, cuando hablábamos casi animadamente sobre lo que sea, la puerta se abrió. Por ahí pasó Asher, y mi padre... también mi madre.
Así que la cosa era así: la garrapata pornosa y yo, en una posición prometedora, y mis padres en otra con esa mirada de: “¿tendrías la amabilidad de explicarme qué está pasando aquí?” de hecho, amabilidad sería la palabra menos adecuada para sus rostros, la forma correcta de describirlos sería así: “Riley Victoria Thorpe Matthew, hazme el maldito favor y dime qué es lo que está pasando aquí y que mierda pasa por tu cabeza” exactamente así sería. Por eso, más me vale sacarme rápido de aquí, porque si lo miramos de otra forma no estábamos haciendo algo malo ¿o sí?
—¡Tú!—dijo mi padre exageradamente acercándose a nosotros para separarnos, me tomó a mi del brazo bruscamente y me alejó. A mí “conocido”, porque seamos sinceros, ni siquiera era mi amigo, lo tomó también del brazo y lo levantó, llevandoselo con él afuera—. ¡Ryan!—oí cómo gritó desde afuera.
Asher parpadeaba, y mamá estaba callada. Estática. Cómo si todavía pensara como reaccionar.
—Puedo explicarlo...—comencé a decirles con un tonito de culpabilidad, realmente no era nada grave para los que si sabíamos de que se trataba solo eso, pero ellos no lo iban a entender—, mamá....
Ella me interrumpe y da varios pasos hacia adelante, quedando frente a frente conmigo.
—Dame un momento—se gira hacia Asher—. ¿Me das un momento con Riley?
—Todo el que quiera—dice él agresivamente, luego se aleja sin siquiera verme.
¿Estará enojado? No tendría porque, después de todo, tiene novia. Segundo, no tiene derecho para ello, y tercero, creo que luego de lo que pasé hoy, o de lo que vaya a pasar mañana, mi interés por Asher empezaba a disminuir. Él y Ryan se parecían en mucho. Sin embargo, la voz de mi mamá me desconcentró totalmente y tuve que prestarle atención.
—Vestidos, con cuadernos, hablaban de las estrellas. Él va a pensar mal, pero creo que ya estás grande así que dejaré que me expliques.
—En realidad no íbamos a hacer nada, lo juro. Solamente habíamos terminado el trabajo, bromeé con él diciéndole que no sabía posiciones sexuales y lo reté. Es todo. ¿Me crees?
—Riley...
—No se va a repetir lo de hace años, lo prometo. Mamá, aprendí la lección, era inmadura y... ¡agh, bueno, tú sabes!
—Esta bien, solo ruega para que ese chico no diga alguna estupidez que haga que tú padre estalle—suelta un suspiro—. Hablaré con el luego de la cena con tus tíos, ¿vas a venir?
—Si Ryan va, entonces sí. Digamos que la tía Claire....
—.... No es tan estable—continuó ella por mi.
Ella me sonríe y le doy un abrazo. Esta escena no se parecía en nada a la que yo creía que pasaría, pero me gustaba. Mi madre siempre fue tranquila, y tenía la política de creer en mi hasta que sus ojos vieran lo contrario. Mi padre también, pero en estos casos se dejaba guiar por la evidencia, especialmente después de todas las cosas malas que hice cuando estaba en mis épocas de rebelde. Luego les contaré, porque hay mucho que contar.
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Un fallo de escritora
HumorSoy Riley Thorpe, la peor de las escritoras. Hoy en día todo es sexo y mas sexo, y a mi solo se me corta la inspiración mientras intento escribir. Entonces recapitulemos, ¿que mejor que tener sexo y luego escribirlo? suena raro, lo se, pero a mi her...