Snow Cotton [YoonJin]

Five.

Seguía siendo un adolescente impulsivo, tenía la capacidad de razonar pero jamás de acertar, cree que es algo que los humanos jamás lograrán desarrollar. Así que tratando de hacerle creer a su mente que está tomando la decisión correcta, corre a toda prisa a aquella habitación en la que recuerda haber escondido a sus copos de nieve cuando las señales de alerta hacían temblar su cuerpo y erizar los vellos de su piel. Toma las mochilas de los niños para empacar lo más que puede de ropa, abrigos principalmente, mete algunos artículos que cree necesarios para su supervivencia, un par de lociones que cree innecesarias pero sabe que JungKook y su naricita estarán agradecidos con él si las lleva. Un suspiro, dos... Aún tiene tiempo para sacarse aquella idea de la mente pero cree que eso lo haría un cobarde, y él no está dispuesto a seguir siéndolo.

- ¡JungKookie, SoBinnie! - Grita un poco bajo para no atraer la atención de sus vecinos metiches, acerca tres peluches de zanahoria a sus brazos y cuando escucha los pasitos veloces de sus pequeños niños, entiende que llevar a cabo su idea es lo mejor que podrá hacer.

- ¿Diga, Hyung? - Contestaron ambos pequeños al unísono, parándose de puntitas para lograr abrazar a su hermano mayor. JungKook siendo un poco tosco y SooBin soltando toda la suavidad de su alma.

- Daremos un pequeño paseo, deben ser discretos y ponerse sus abrigos. Usen zapatos cómodos porque será un largo camino y no me detendré a darle besitos sanadores a sus piecitos, ni tampoco los cargaré. -

- ¿Hasta dónde iremos? La última vez que caminé mis piecitos se pusieron más gorditos y Kookie me molestó por un mes -.

- ¿Y si llueve? Mi cabello se va arruinar, eso no será bonito hyung -.

- Además, usted es muy hambriento y ni siquiera los señores nos dejan dinero -

- Exacto, no vamos a sobrevivir -.

- Somos muy jóvenes para morir - SeokJin los observaba con miles de cosas rondando por su mente, sólo atinó a sonreír un poco por sus tontas preocupaciones de niños inocentes y dramáticos. Ambos conejitos hablando juntos, cruzando sus bracitos y haciendo dulces pucheros con sus labios -.

- Oh, chicos ¿No éramos un equipo? ¿Dejarán a su hyung morir solo? ¿Las zanahorias ya no estarán unidas? - 

Abrigos enormes y oscuros cubriendo dos pequeños cuerpos llenos de energía, SeokJin aseguraba que su especie era muchísimo más tranquila y fácil de criar. Ellos jamás se detenían, revoloteando por todos lados y causando desastres, chillidos y gritos exigiendo atención. Sentado en la esquina de su cama, sus ojos se deslizan analizando cada habitación de esa casa que jamás podrá llamar hogar, ni siquiera comprende lo que eso significa pero los latidos en su corazón le aseguran que aquél lugar no está ni de cerca de serlo. Recuerda a los chicos huyendo de sus regaños y convirtiéndose en su forma animal, tan difícil de encontrarlos y sujetarlos que al final, él terminaba exhausto. Claro, él también podía convertirse pero se avergönzaba de su especie, además, ni siquiera así sería tan rápido como sus hermanos.

- Estamos listos SeokJinnie - Los pequeños corrieron dándose empujones hasta llegar a él, le arrebataron sus respectivos peluches de zanahoria y atinaron a tomar cada quien su mano correspondiente. JungKook a la derecha, SooBin a la izquierda.

Tal vez, las cosas serían diferentes ahora. Tal vez, un poco de felicidad llegaría a sus vidas.

Con ambos niños tomados de sus manos, salió de aquella casa, tratando de cubrirse lo más que podía con su sudadera oscura. Copos de nieve cayendo sobre ellos, quiere creer que es lo demasiado listo para no necesitar de un adulto para sobrevivir y proteger a sus hermanos. No importa que no tengan algún techo ahora, porque los tres son conscientes de que, estando juntos nada les faltará, ellos podrán contra la oscuridad del mundo.

El peluche de Jin, JungKook, SooBin, pero más chiquitoos y delgados sjxk.