One.

2.2K 284 42
                                    

Kim SeokJin no había tenido una infancia fácil, siempre optimista creyendo que cuando por fin fuera un poco mayor, su racha de mala suerte quedaría atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kim SeokJin no había tenido una infancia fácil, siempre optimista creyendo que cuando por fin fuera un poco mayor, su racha de mala suerte quedaría atrás. La vida sabía que no sería así, pero amaba burlarse de él, que por un momento, colores pasteles comenzaron a colorear el lienzo gris de una vida llena de dolor.

Maltratado desde que su cerebro comenzó a guardar memorias de su vida, recuerdos dolorosos formando parte de él. Cicatrices ocultas bajo prendas de ropa holgadas, las cuales también desaparecían mágicamente la falta de peso del chico.

Era un inservible híbrido de hamster.

Y empeorando eso aún más, un jodido omega.

Educandose para complacer a los alfas pero tal y como su padrastro decía ¿Quién va a querer a un inmundo hamster? 

Extrañaba a su padre, era el único que podía comprenderlo, en un pueblo donde solamente era habitado por pequeños conejos de distintos tamaños y colores, él era un fenómeno. 

Su madre lo había abandonado, dejándolo al cuidado de su padre. En las clases de su colegio escucha a la gente decir que el amor de una madre es fundamental para que una persona crezca con amor, él tenía que aguantar las ganas de reír o llorar, tal vez ambas a la vez.

Tenía seis años, pero aún podía recordar con claridad las peleas de sus padres. Su madre diciendo que había sido una idiota pensando que sería feliz al lado de mi padre, él no sabía nada del mundo en el que había empezado a vivir, no comprendía el asunto. Cuando en sus clases de preescolar dijeron que el alfa siempre sería el de poder en una relación, el que tenía la última palabra, entendió que las reglas están hechas para romperse y eso no siempre va a significar que todo vaya a estar bien. 

Él pensaba que todos debían tener su última palabra, el evitar ser menos que otros, el ser simplemente libres y descomunalmente felices, cálidamente amados. Todos esos puros e inocentes pensamientos se borraban brutalmente cuando observaba a su madre golpear a su padre, él realmente amaba a su madre, podría asegurar que la amó tanto, compensando el amor que él jamás sentiría por esa señora que debía llamar madre.

Dos años más tarde, pensó que no podía ser más feliz, que la vida lo amaba, la noticia de que su madre se había ido sin decir nada, sin dejar nada para él, lo hacía tan feliz, una sensación de vida y libertad llenaban su pequeño cuerpo. Aunque para su padre no fue así, se hundió en la tristeza del abandono de su "amada", olvidando a su hijo, dejando a alguien que apenas entendía como era que se manejaba el mundo, por su propia cuenta. 

A SeokJin le dolía ver a su padre así, pero podría continuar con su nuevo estilo de vida, él era un niño fuerte y valiente. 

Snow Cotton [YoonJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora