TA.12- Capítulo 11

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Disclaimer

Los personajes de CC no me pertenecen, si no a sus respectivos autores y a quienes hayan pagado derechos sobre los mismos.

Míos son los demás personajes, así como la historia aquí narrada; basada en el anime de Candy Candy.

No tengo fines de lucro, es sólo para pasar unbuen rato, tener otro terryfic; y por ganas de volver a cambiar ese final quenos dejó con el corazón roto a tantas y tantas fans. Por cierto, olvidabaespecificar que la imagen de portada de este fic (y todas las demás también), la hizo mi adorada amiga y cómplice Gissa Graham, que, como verán, tiene magia en sus manitas. 

¡Muchas gracias preciosa! Es una portada absolutamente hermosa y perfecta, TQMuchochísimo =D

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Habiendo dejado el coche en el estacionamiento, hicieron el recorrido por el interior a pie. El lugar era precioso, a pesar del significado de los monumentos y figuras que ahí encontraron, era como un hermoso museo al aire libre; con el pasto tan verde y perfectamente bien cuidado como el más bello jardín de la ciudad. Se respiraba un aire de paz, en donde se escuchaba el trinar de algunos pájaros y se percibía el aroma a hierba fresca y tierra mojada. Las lápidas estaban rodeadas de flores y había árboles por doquier, que dejaban pasar tenues rayos de sol que lograban que el lugar tuviera tintes de bosque encantado.

Llegaron a un gran mausoleo que imitaba los grandes templos griegos, construido en mármol y granito con una hermosa puerta de roble... eran tan antiguo como hermoso.

-Llegamos –anunció Edward, y Candy de pronto sintió que un escalofrío la asaltó recorriéndole toda la columna. Se quedó muy quieta unos momentos, mirando las elegantes columnas y formas del bello monumento.

Algo la hizo querer entrar... y así lo solicitó.

-¿Podemos entrar? –preguntó con voz quedita, temblorosa.

El duque se sorprendió un poco, pero no le vio inconveniente.

-Seguro, solamente que en este caso Patty, te voy a pedir como un favor muy especial no grabar nada del interior.

-Oh descuida, no me atrevería. –Se apresuró la aludida a responder.

-Entonces vamos.

El caballero de ojos grises se acercó a la entrada, de donde sacó una llave que estaba escondida en un hueco atrás de la lámpara que pendía al lado derecho de la ancha y hermosa puerta. Abrió y permitió el paso de las damas presentes y de Stear, antes de entrar él.

A los chicos les sorprendió el interior, era un pequeño y elegante edificio que estaba impecablemente limpio; esto no era sorprendente pues estaban enterados de que había una cuadrilla de trabajadores manteniendo el cementerio y tumbas en óptimas condiciones.

Había lámparas y un par de antorchas encendidas, al centro una pequeña fuente de cantera que dejaba correr cristalinas aguas y su murmullo relajante incrementaba la sensación de paz. Todos ellos mostraban un respetuoso y solemne silencio, pero deleitaban su vista con las figuras y plantas que proporcionaban al sitio una imagen menos dramática.

-Aquí es. –Les indicó el duque, acercándose a la pared del fondo donde se encontraban varios nichos.

El del centro y principal era por supuesto el de Richard Alexander Graham, padre de Terry; a su lado izquierdo estaba la duquesa Ernestina, abajo los padres y abuelos de Edward, pero al lado derecho del duque estaba precisamente SU nombre, lo que provocó que los bellos ojos de Candy se humedecieran irremediablemente... Empezó a temblar y por un momento sintió que desfallecería... su adorado mocoso engreído estaba ahí... muerto... la idea era tan dolorosa como brutal... pero aquéllos ojos verdiazules que tanto amaba le dieron fuerza para mantenerse en pie... "A mi amado y siempre recordado hijo... Terrence Graham. 28 Ene 1897 – 20 Dic 1915" rezaba la placa con letras de oro, distinción que fue únicamente para el duque y su primogénito. Para la rubia fue estremecedor encontrarse de pie frente a este lugar, mirando el corto pero significativo texto de la tumba de aquél que había aprendido a amar tantos años después de su muerte... los demás notaron su evidente turbación pero evitaron hacer comentario alguno; y es que ella lloraba silenciosamente y movía sus labios suavemente, en medio de una emotiva oración. Candy levantó la mano derecha y pasó los dedos sobre las letras con delicadeza, con reverencia y devoción...

Taibhse Àlainn (Hermoso Fantasma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora