Taibhse Àlainn (Hermoso Fantasma)

TA.13- Capítulo 12

Disclaimer

Los personajes de CC no me pertenecen, si no a sus respectivos autores y a quienes hayan pagado derechos sobre los mismos.

Míos son los demás personajes, así como la historia aquí narrada; basada en el anime de Candy Candy.

No tengo fines de lucro, es sólo para pasar unbuen rato, tener otro terryfic; y por ganas de volver a cambiar ese final quenos dejó con el corazón roto a tantas y tantas fans.

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Al amanecer un suave tintineo la despertó, Terrence se había quedado a su lado todo el tiempo pero no tan cerca de ella, pues el saberla a centímetros de él y no tener la capacidad de estrecharla realmente, le dolía como el infierno; y eso, como ya sabemos, lo desconcentraba y perdía capacidad de mantenerse visible mientras recuperaba fuerzas y calma... Así que se acomodó en el sillón que estaba frente a la cama y que estaba de espaldas a la ventana... pero cuando vislumbró los primeros rayos del sol decidió que era hora de que ella volviera a su habitación y esta suya se volviera a clausurar, de lo contrario la pecosa se ganaría una buena recriminación; aunque le parecía absurdo que si él era el dueño del lugar y le había pedido que se quedase ahí, otra persona ajena le reclamase por acceder... esto de ser un fantasma no era tan divertido algunas veces.

Pero sin otro remedio tuvo que agitar un poco el llamador de ángeles que estaba en la ventana, y que su padre le había obsequiado cuando tenía 6 años un día que descubrió que su pequeño tenía pesadillas, debido a la creciente ansiedad por la separación de su madre y la llegada de la madrastra. Por cierto, decidió que ese pequeño colgante también debería estar en manos de la dulce y valerosa Candy; y en una genial idea logró transportar dicho objeto de su sitio para aparecer en el bolso de la rubia, seguramente ella sabría identificarlo. Ella para ese momento despertó y estaba tallándose los ojos.

Los tenues rayos que apenas iban colándose por la ventana tuvieron la osadía de acariciarla como él deseaba fervientemente, y por un instante tuvo celos de esa dorada luz que sí podía entibiar sus sonrosadas mejillas. ¡Se veía tan hermosa! Un ángel de indomable melena dorada y ojos de esmeralda que somnolienta se veía más encantadora todavía. Se preguntó cómo sería despertar a su lado todos los días... besarla y pasear las yemas de sus dedos por toda su cremosa piel... el dolor lo invadió... ¿y si al liberarse él decidía quedarse con ella? Hasta que fuese su turno y entonces partir juntos... él la cuidaría siempre... O tal vez si ella... Sacudió la cabeza negándose a la absurda idea que tuvo repentinamente, y luego se percató de que la chica lo miraba con curiosidad... carraspeó un poco...

-Hasta que despiertas dormilona –se burló un poco, en un claro intento por borrar la risita de diablura que se estaba mostrando en la pequeña y jugosa boquita de ella–. Debes volver a tu habitación antes de que te descubran aquí y te reten –agregó al ver que ella estaba a punto de decir algo.

- ¡Tienes razón! –Saltó ella de su lugar, bostezando y estirándose cual gato recién levantado, la visión se le antojó a él lo más sensual que hubiese visto jamás, y abrió los ojos grandes, casi tragando en seco ¡Menos mal que era un espíritu! De lo contrario le habría sido MUY difícil controlar el impulso de lanzarse sobre ella.

Vaya, a veces sí servía de algo su etérea condición.

-Vamos entonces. –Su tono fue un tanto tosco, entrecortado y urgente.

Lo dijo dándose la vuelta con prisa... para evitar seguir viéndola en esa bata de algodón y seda color durazno pálido.

Ella obedeció un tanto descolocada, pero sin decir nada se fue a su cuarto, donde se recostó con los ojitos entrecerrados, deseando seguir mirándolo pues Terry se había sentado en el piso, con la espalda recargada en el ventanal aun envuelto en las delgadas y ondulantes cortinas blancas.