TA.15- Epílogo

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Disclaimer

Los personajes de CC no me pertenecen, si no a sus respectivos autores y a quienes hayan pagado derechos sobre los mismos.

Míos son los demás personajes, así como la historia aquí narrada; basada en el anime de Candy Candy.

No tengo fines de lucro, es sólo para pasar unbuen rato, tener otro terryfic; y por ganas de volver a cambiar ese final quenos dejó con el corazón roto a tantas y tantas fans.

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En la orilla de un acantilado estaban un hermoso castaño y una bella rubia recostados boca abajo, relajadamente, como les gustaba, y descalzos... mirando hacia el vacío en un acantilado en aquélla noche llena de miríadas de estrellas, donde se veía claramente el camino de galaxias en el firmamento, y rodeados de resplandores de todos colores sobre el pasto verde oscuro... montones de luciérnagas revoloteaban a su alrededor; y allá abajo, el agua que golpeaba la arena y las rocas hacía gala de una mágica e intensa bioluminiscencia... ellos reían de las bromas que el de ojos de zafiro hacía a costa de la pecosa; pero ella jamás se enojaba, amaba a ese revoltoso más allá de sus fuerzas y conocimiento... y habían pasado por tanto... que molestarse siquiera no era una opción en su repertorio de emociones... no... él la hacía reír, emocionarse, flotar en las nubes, la embobaba cuando sonreía, le regalaba las más maravillosas sensaciones siempre con un simple toque de sus dedos en su cabello... ¿enojarse con él? ¡No había forma!

Lo miró embelesada y él la observaba fijamente, con esa mirada que hacía que le temblaran las piernas como una gelatina de lo intensa y profunda que era... ella se acercó y lo besó tiernamente, colocando su mano en la nuca del joven para enredar sus dedos en el sedoso cabello castaño, quien correspondió instantáneamente y se enredaron en un abrazo y caricias lentas que olían al más inagotable e inigualable amor... Y entonces dos de las traviesas luciérnagas se acercaron a ellos, se posaron en el hombro de cada uno y parecieron titilar alternadamente... llevándoles un mensaje que ellos comprendieron.

Ambos se miraron a los ojos con total travesura y, enderezándose para quedar sentados en sus rodillas, se tomaron de las manos, ardorosamente...

-Pecosa... -Terry fue el primero en hablar-. ¿Quieres?

-Yo... estamos tan felices aquí Terry... ¿y si no podemos encontrarnos allá? –Se mordió el labio inferior, cosa que siempre ponía loquito al castaño.

-Pecas, recuerda que tú y yo mejor que nadie sabemos y sentimos el amor del Creador... sabes que Él no nos lastimará. -Le sonreía para tranquilizarla; ella mostró entonces un brillo deslumbrante en los ojos.

-Tienes razón... tú y yo siempre estaremos juntos. Él lo ha prometido.

-Entonces, ¿vamos? –Le apretó las manos emocionado.

-¡Sí Terry, vamos! –Ella asintió decidida.

Se levantaron de ahí y caminando con calma llegaron a la fuente de un caudaloso e imponente río, donde se miraron como siempre a los ojos y con mucha emoción entrelazaron los dedos de sus manos, para empezar a sumergirse en las cálidas y turbulentas aguas...

...

Allá el tiempo es diferente; por ello, a pesar de que entraron juntos al agua, él nació en Londres un año antes que la rubia, en una familia hermosa y muy acaudalada que lo apoyaba en todo momento. Le llamaron Àlainn, que significa hermoso o bello en gaélico escocés. Y no solamente era hermoso y bello, ¡si no lo que le sigue! Era un verdadero ángel encarnado... Y también era un brillante, talentoso, rebelde, impetuoso, intenso, pero generoso, dulce y maravilloso jovencito de 15 años que hacía las delicias de sus encantadores y pacientes padres; aunque también era su mayor dolor de cabeza... ¡Era todo un terremoto!

Ella nació un año y pocos meses después... en Chicago... la pecosita fue llamada Aurore (que hace referencia al inicio del día y es una chica con luz propia), por sus felices padres; era dulce y amorosa, pero muy enérgica, traviesa, inteligente y decidida... por ello mismo insistió a sus papás que por favor la enviaran a estudiar a Londres, donde estaban algunas de sus amigas y en donde según ella se recibía la mejor educación. Los pobres, incapaces de negarle nada a ese pedacito de estrella que adoraban con locura, accedieron; así que allá fue a dar la joven de 14 años.

Un día después de su llegada y de que sus amigas la recibieran de lo más entusiasmadas, Aurore, que aunque muy amiguera no dejaba de ser totalmente independiente y que siempre lograba escabullirse para tener sus ratos a solas, se fue a explorar el colegio por su cuenta; llegando a una colina que estaba en el más apartado de los jardines del prestigioso Real Colegio San Pablo... le gustó tanto que fue a sentarse ahí a ver la puesta de sol y decidió que ese sería su lugar... se recargó en el tronco del solitario árbol que se encontraba en la cima y cerró los ojos, dispuesta a disfrutar de la suave brisa otoñal...

Repentinamente un leve aroma invadió sus sentidos... uno que jamás había aspirado pero le pareció tan agradable y familiar, como si lo reconociera de mucho tiempo atrás y lo estuviera esperando... como recién despertando de un letargo... maderas y lavanda la envolvieron con sutileza; abrió los ojos y frente a ella estaba... Él...

-¿Candy? –Sus ojos verde-azules brillaron con intensidad, sonriendo como pocas veces lo hacía.

-Terry... -Fue el susurro de ella que acarició al joven.

Y se sonrieron... y se perdieron en sus miradas azul y verde... y desde ese día fueron inseparables...

Y una y otra vez sus almas se reconocerían y seentregarían todo la una a la otra... en todos los tiempos, en todas las vidas... apesar de todo, y de todos...



FIN

Taibhse Àlainn (Hermoso Fantasma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora