Madre mía, ¿cómo podía estar así de pava? En realidad ahora lo pienso y me da risa pero recuerdo pasarlo fatal porque, a pesar de las movidas que me montaba yo en la cabeza, sentía que todo lo que me pasaba con ella no era mutuo e intentaba llevarlo bien, con humor a veces, pero dolía, dolía mucho.
Voy a seguir leyendo esta joyita, a ver qué me depara aquella maravillosa noche de verano de 2013...
17 de julio de 2013, 2:07 de la madrugada
La segunda vez que la vi nuestras miradas se cruzaron.
Solo compartíamos clase de matemáticas, tres horas semanales. Por aquel entonces no le di mucha importancia, a día de hoy me sabría a poco. La primera vez que entré a aquella clase llegué la última, pero antes que la profesora, por suerte. Iba con dos amigas y éramos un cuadro, parecíamos las típicas nerds de primero; carpesano, estuche y un millón de libros en mano. Sí éramos, la verdad. Íbamos perdidísimas por el edificio, ¿Planta cuatro? Ah, no. Planta tres. Aula 9. Entramos y, evidentemente, nadie nos miró, la verdad es que éramos las tres bastante menuditas para nuestra edad. Nos sentamos en tres sitios de la primera fila y yo me di la vuelta para fijarme en quiénes iban a ser mis compañeros. Pasé mi vista rapidamente por la clase hasta que llegué a ella y captó toda mi atención. Estaba sentada encima de una mesa, muy malota ella, hablando con el chico que mencioné antes. Lo recordáis, ¿no? Capítulo uno, no llevamos tanto como para que se os haya olvidado... Estaba sentada de cara a mí, mirando hacia la pizarra en blanco y parloteando sin parar sobre Dios sabrá qué tema. El caso es que me miró y yo le sostuve la mirada hasta que me empezó a intimidar y dirigí mi vista al suelo. La verdad es que fue solo un momento, una tontería, pero estoy tan convencida de que mepuse roja como un pimiento... No nos dijimos nada más en todo el curso pero con aquel momento a mí me sobró. Menuda ñoña por favor...
A veces estoy contenta y lo llevo bien, o como puedo, otras muchas me quita el sueño. Es el ejemplo del día de hoy. Ahora mismo son las 3:50 de la madrugada y aquí estoy, pensando en ella. Hace un rato me ha enviado un mensaje de voz contándome nosequé chorrada, que me parecía lo más importante del mundo hace cinco minutos, pero ahora no puedo parar de escucharlo en bucle. Hablaba en susurros, imagino que por las horas que son. La cosa es que por un momento me ha parecido que estuviera a mi lado, en mi cama, me ha dado el escalofrío mas grande de mi vida... Y creo que ahora no puero dejar de darle vueltas a todo.
Parece que no, pero tengo muchos recuerdos junto a ella. Me jarto. Son momentos pequeños que conservo muy bien en mi memoria, aunque no creo que ella lo haga. Oye, por favor pero en qué estaba pensando. Perdón, perdón, ya me callo. Os dejo leer a lo vuestro, qué vergüenza... Se sentaba a mi lado durante gran parte del segundo curso, en el que sí compartíamos todas las clases y pasábamos tanto tiempo juntas que la llegué a conocer muy bien. Incluso fui de las primeras que supo su sexualidad, aunque ella no me lo contó, me di cuenta yo sola porque se le notaba mucho. Ella pensaba que me había enterado porque le había mirado el móvil, eso me ofendió un poco. A día de hoy sabe perfectamente que no lo haría, pero el hecho de que aquel día lo pensara me mosqueó un poco. Suele decir que es bisexual a la gente que sabe que no es hetero, pero ella y yo sabemos que eso no es cierto. Siempre le digo que es lesbiana y si ella nunca me ha dicho que no, será porque llevo razón.
Londres. En el viaje del colegio de este año fuimos a Londres. En realidad estuvimos en un pueblecito costero llamado Whistable. Es el pueblo más bonito que he visto en mi vida. La verdad es que es el pueblo más bonito del mundo. Seguid, seguid, perdón, sigo leyendo... Allí todo fue normal, hablamos una cantidad de veces moderada y nos vimos lo justo. Pero el día que fuimos a Londres capital fue algo inusual, no para nosotras, pero sí para ese viaje en el que tan poco habíamos hablado. Al bajar del tren y pisar Londres por primera vez empezó el caos. Teníamos que ir muy deprisa porque había muchas cosas que ver en muy poco tiempo, así que la vida nos lo quiso poner fácil y empezó a llover. Eso me gustó en cierta parte, Londres nublado es incluso más bonito que con sol. Nos pasamos el día caminando e hicimos una cantidad exagerada de paradas para ver distintos lugares emblemáticos de la ciudad. A lo que voy es a que el paseo entre parada y parada lo hacía conmigo, charlábamos e íbamos cogidas de la mano en algunos momentos, pero cuando llegábamos a algún sitio se iba con sus amigos. Eso me pareció curioso, pero no me pareció importante. Y no lo es. Keep calm, señora. Fue un día que disfruté mucho porque sentí como que descubrí la ciudad con ella. La gente puede decir que es Roma, París o Badajoz, pero para mí la ciudad del amor es Londres. Puaj, ahora es otra mucho más especial, ya os contaré, ya...
Wow, mi niñe, bájale un puntito a la intensidad, ¿no? Estaba flipadísima, me encanta. La verdad es que aquella fase adolescente de nuestra relación-no-relación es bastante cómica de leer porque era muy niña y hacía montañas de granos de arena pero para mi yo de quince años era todo el fin del mundo. El caso es que...
-Amor, ¿qué haces? Hazme casito que estoy blandita hoy, jo-. Entraba en la habitación con la manta por encima dela cabeza y un puchero en sus labios.
Mierda. Pillada.
-¿Yo? Pues nada, aquí, leyendo estos... documentos. Sí, documentos importantísimos del trabajo. Ni te imaginas, estamos hasta arriba de curro, una cosa... Uf, qué agobio me da de pensarlo-. Hablaba deprisa mientras doblaba como podía toda aquella escampada de papeles que tenía por encima de las piernas.
-¿Esos papeles tan arrugados son documentos importantísimos del trabajo?- De repente se le puso una sonrisa divertida.
-Pues sí, ya sabes que soy un poco desastre- soltó una risa nerviosa-. Es que estamos cerrando una exposición y tenemos un lío de ni te cuento.
-Ah, una exposición, ya- su sonrisa se fue ensanchando, sabía que no me estaba creyendo-. Estás de baja desde hace dos semanas, ¿Me tomas por tonta o qué?- su expresión se relajó un poco y alzó las cejas con curiosidad-. Dime qué es eso, porfa. Es que si pones tanto empeño en ocultármelo me da más intriga- y volvió el puchero con el que entró-. Porfaaa...
-Ay es que me da muchísima vergüenza- cubrí mi cara con mis manos-. Bueno vale, pero no te rías por favor, ahora mismo es una chorrada pero era muy importante para mí y hacía años que no lo leía, ya casi me había olvidado de su existencia- confesé con una risilla.
Se sentó en la cama a mi lado y le di las dos páginas que llevaba ya leídas. Antes de leerlas me miró expectante esperando una explicación.
-Cuando tenía quince años más o menos, en verano, me rayé mucho contigo porque me gustabas un montón y no sabía gestionarlo, así que, para desahogarme, escribí esta cosa que es como una especie de mini diario que va sobre ti. Escribí este texto porque pensé que me ayudaría a pensar y canalizar un poco todo lo que estaba sintiendo en ese momento- me escuchaba con muchísima atención, mirándome a los ojos y yo me la quería comer-. Así que si quieres echarle un ojo...¡Pero te advierto que era muy tonta y me tomaba todo a la tremenda! No te sorprendas si descubres que era idiota. Lee esas dos páginas que son las que llevo hasta ahora y luego, si quieres, continuamos con el resto juntas.
-No me puedo creer que hicieras esto, es un poco fuerte, ¿no? De todos modos así podré recordar nuestros viejos tiempos, qué nostalgia de repente- se puso a mirar el papel, dispuesta a empezar-. Oye, por cierto, me parece una manera muy inteligente de intentar aclarar tus ideas la verdad. A veces expresamos mejor sobre papel lo que sentimos porque en nuestra cabeza todo está mas desordenado- me dio un beso en el pelo-. Mi niña lista...
Y comenzó a leer.
M encanta poner d nombre canciones que en 2013 no existían, soy lo más. Se entiende cómo va, no? es que a veces creo que m explico mal... Ermmmm no sé qué más decir así que eso jeje.
a desatacar d esta canción: cuando dice
x ti mi musa se ha escondido
m parece precioso