Feliz Navidad

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Desperté con sed, así que fuí a la cocina por un vaso de agua y me percate que hacía falta algo en mi sala. Corrí a mi estudio y abrí una puerta donde guardaba todas las decoraciones, o cosas que tal vez necesitaré después, uno nunca sabe. Cargue una de las cajas y la puse en la sala, me faltaba lo más importante.

-¿El árbol es transparente? -Dijo Paola a mis espaldas, casi grito por el susto que me dio.

-JAJA, muy chistosa -Dije mirándola, traía un pantalón con peto y una sudadera rosa abajo de este, junto con unos tenis blancos.

-Jajaja, cambiate, vamos por uno -Sonreí y corrí a mi habitación.
Saque de mi armario un pantalón negro, el cual estaba roto de las rodillas, una camisa de cuello alto color beige, tomé mis tenis blancos y por último saque una chamarra de tipo pana de color caramelo, para después ponermelo. Cepille mi cabello, aplique labial café en mis labios y en mis pestañas, un poco de máscara de pestañas después de enchinarlas. Salí de mi habitación y encontré a Paola en el sofa con su teléfono en la mano, se veía consentrada.

-¿Qué haces? -Dije sentándome a un lado de ella.

-El árbol -Bajo el teléfono y me miro con una sonrisa -Ya lo encargue en una tienda del centro, tú lo escojes y Tyson nos hará el favor de traerlo en el auto qué le asigne -Dijo esto poniéndose de pie, me estiró su mano y la tome.

[…]

-Oh, ¡Mira ese! -Dije señalando uno de los árboles.

-Jajaja, Alex, el departamento ha de medir como 3 metros de altura, no 7 -Hice puchero.

-¡Es que esta hermoso!

[…]

Seguimos buscando y encontramos el árbol perfecto. Lo pagamos y después de esperar un poco, ayudaron a Tyson a subir el árbol al techo del auto y lo amarraron con lazos para que no se cayera.

Cuando llegamos ayudamos a Tyson a bajarlo, aunque siendo honestas él hizo la mayor parte. Lo acomodamos a un lado de la ventana de la sala de estar, le dimos las gracias a Tyson y como no pensaba salir hoy, le dije que estaba bien qué fuera con su familia, ya qué era navidad.

Paola y yo nos quitamos nuestros abrigos y fuimos a abrir la caja de los adornos. Papá y mamá bajaban las escaleras con una sonrisa en el rostro.

-Hola, niñas.

-Holaa -Dijimos al mismo tiempo.

-Prepare algo de almorzar, mientras qué adornan el árbol.

-¿Les puedo ayudar en algo? -Dijo papá sentándose en un pequeño sofa, el cual arrastró para sentarse a un lado de nosotras.

-Pues ayudarnos a limpiar las esferas -Dije pasándole un trapo.

Me subí a una escalera no muy grande y fui poniendo las esferas qué papá me daba, mientras qué Paola desenredaba las luces.

[…]

Después de un par de horas mamá se nos unió dándonos chocolate caliente, y ayudo a Paola a poner la guía de luces blanca. Mientras hacíamos todo esto, platicábamos un poco de mi infancia y las "diabluras" qué hacía, según mi papá.
Paola saco una estrella de cristal, la cual era algo grande, ya qué esta iría en la punta del árbol, me la dio y con ayuda de la escalera donde estaba, la pude colocar en la cima. Me baje de las escaleras y me aleje un poco al igual que mis papás y Paola, para verlo mejor. Era grande, las esferas eran doradas y aunque no eran mi color favorito, me encantaba como quedaba junto con la guía de luces blancas y su estrella en la punta.

Nos sentamos en la mesa para comer los hot cakes qué había preparado mamá.

[…]

Dieron las 9 y el pavo ya estaba en el horno, mamá y Paola dejaron qué las ayudara aún sabiendo que la cocina y yo estamos peleadas... A excepción de cuando preparo cereal o pongo agua a calentar para café o té.

Hasta que nos volvamos a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora