Preámbulo De Una Historia De Amor.

Conocerte fue lo más bonito... Desconocerte, lo más valiente.

Al siguiente día desperté en mi cama y eso me confundió tanto que creí que realmente todo había sido un sueño mas... Durante el resto del día deseaba con ansias su regreso, preguntarle si realmente había sucedido, que pasaría de ahora en adelante con nosotros, pero de nuevo llego muy tarde y no pude quedarme despierta... Así paso la semana y todos los días eran lo mismo, no podía creer que no había logrado verlo en una semana completa aun viviendo juntos... lo mas extraño era que ni siquiera un mensaje ni nada y la verdad yo no me animaba a hacerlo pues para empezar ¿que le diría, como y que palabras debía utilizar?...

Hoy por fin llego temprano y mientras cenábamos fue un silencio de lo mas incomodo, el cual fue interrumpido por él...
-Dime, que has pensado sobre lo que te dije -eh?, te refieres irme a estudiar?, creí que ya no querías que me fuera. dije con una risa algo incrédula. Se levanto y... -Ya no quiero cenar, la verdad ya había cenado, mañana envíame un mensaje del lugar a donde quieres irte a estudiar, te comprare el boleto para que salgas a final de mes. yo quede atónita ya no se si por el tono en que lo dijo o por tomar esa decisión después de lo que paso... de nuevo pase una noche llena de insomnio pensando que fue lo que paso, ¿porque su actitud?... Durante el día pensé y pensé... Le envié un mensaje diciendo: "He decidido que no me quiero ir". Mi mensaje quedo en visto y no fue hasta después de casi dos horas que me respondió: "A que te quedas, lo que quería ya lo tuve, ¿lo entiendes o te explico mas detallado?. cuando leí su mensaje mi corazón cayó en pedazos, ¡al final todo fue un hecho con alevosía y ventaja!, deseaba irme de una vez ya no importaba el lugar, solo que fuese lo mas lejos posible! pero yo no contaba con efectivo pues mi padre dejo mi herencia la cual la cobraría hasta que yo cumpliera los 23 años y para eso aun faltaban años, maldije mi vida, después llorar y rabiar hasta quedar sin aliento le envié un mensaje diciendo: "Tu decide, hoy mismo me voy". después de todo no perderé la dignidad y si él hizo lo que hizo, ¿a mi que me queda por hacer?...

Hice mis maletas aún con lágrimas en los ojos...
Él envió a un encargado para llevarme al aeropuerto y sin siquiera ver mi destino, viaje con ganas de jamas volverlo a ver y de ser posible perder la vida en ese viaje, después de todo a que tendría que regresar y ¿para que?. Al llegar a la ciudad me recibieron, era una pareja con la que él hablo, me dieron alojamiento y yo seguía en shock, de nuevo durante la noche fue total insomnio, y pensar miles de cosas, de arrepentirme... Los días pasaron tan rápido y cierto día al llegar del centro comercial la pareja con la que vivía me dieron la "Gran" noticia sin saber la verdadera situación de mi vida: "¡Felicidades hoy supimos que te convertirás en tía!, Dimash recién nos llamó"...
Realmente fue una "gran sorpresa" saberlo y creo que fue la peor manera de despertar de mi sueño pues por fin comprendí el porque su manera de actuar.
No se en que momento se convirtió en esa clase de hombre, pero la desilución me hizo desconocer a "el hermano" con el que vivi algunos años, al final le agradeci que las cosas se hubieran dado así. Pues tome la decisión de estudiar y no dejarme caer lo que pasará con el resto de mi vida ya era cuestión mia, después de todo no soy la única que pasa alguna situación así, "¡mi venganza será ser feliz!", decidí olvidar ni guardar rencores, así fuera difícil, dar vuelta a la hoja, pasar esos años estudiando, regresar por mi herencia y borrarlo de mi vida... Durante los siguientes dos años envió mensajes todos los días diciendo que había sido lo mejor, que no estuviera molesta, que él sabia lo que hacia, que me preparara para ser una mujer que merezca un buen hombre... Nunca le conteste, para mí cualquier cosa que dijera era demás. En mi graduación de abogada no asistió pero envió un gran ramo de flores.

Me puse en contacto con un abogado para tratar lo de mi herencia y sin darme cuenta hablábamos casi a diario, era cuestión de poco tiempo y yo tenía que regresar.
Alek, mi "abogado virtual" era un joven vehemente y sumamente simpático, ademas de guapo, que lejos de cualquier otra cosa me hizo sentir en confianza y tratarlo como amigo, incluso es de mi edad, era bueno pensar que a mi regreso no me iba sentir sola, Alek sería de gran ayuda.