Capitulo 11 Desaparicion.

9 0 0
                                    

— ¿Qué me pasa? En serio, quieres saber que me pasa, ah pues pasa que tengo a mi mejor amigo saliendo con una chica que se encontró por ahí y que resultó que se volvió mi amiga para acercarse a ti por que lo único que malditas importa son ustedes, son un par de Egoístas

Mencionaba llena de furia, no había tenido problemas con su relación o con ellos, hasta que me enteré de esto y vaya manera de hacerlo, solo les ayudaba a mudarse a su departamento, no tenían por qué hablar a mis espaldas mucho menos decir lo que pensaban.

— Jecka, cálmate un poco. — dijo Bruno tratando de acercarse

— Si, realmente no es para tanto.

Eso había sido la gota que derramó el Vaso, ella diciendo que no era para tanto con su cara de maldita niña buena que  tenía a todos a sus pies, si, definitivamente eso era lo peor.

— Ah, claro, se me olvido que soy la estúpida en este trío de locos infieles, — mencioné casi griando y señalando a la dulce cara de angel — no es así Amy? Si claaaaro, todo es una exageración mía. Como cuando te  metiste en la cama de Barry o cuando te conté que este estúpido que estaba a tu lado me gustaba y al minuto lo besaste, si, obviamente no es para tanto.

Sali del lugar azotando la puerta, empecé a escuchar como hablaban y empezaban a subir el tono de voz, me límite a colocarme el gorro de la sudadera cubriendo mis ojos y salir de ahí hasta llegar a la acera donde empecé a caminar sin rumbo.

— Estúpido, estúpido, estúpido Mark, todo esto es por tu culpa, no, es la mía.

Quería ir al bar para ahogarme en alcohol y tal vez probar esas pastillas de colores que tanto promocionan pero no me sentiría cómoda o en paz, necesitaba un lugar pacífico, que me dejara pensar y terminar de llorar pero aunque regresar a su casa pareciese la mejor idea, tal vez no lo fuera, aún así decidí volver ahí, al lugar donde me envolvería en cobijas, dormiría y no saldría hasta que me deje de lastimar a mi misma.

Llegue a casa y entre cerrando la puerta, colocando las manos en puño no dure más y me deslice hasta quedar de rodillas con las lágrimas saliendo de mis ojos y mi corazón echo añicos. Esto me pasa por amar a un perfecto idiota.

Después de un par de horas estaba recostada sobre el sillón, que gracias a dios me dejaron ese par de, bueno estaba recostada con uno de mis brazos cubriendo mis ojos cerrados, de la nada se escucha a alguien golpear la puerta.

Me quedé callada, no quería ver o escuchar a nadie pero pronto se volvió a escuchar que tocaban, lo ignore de nuevo y ahí es cuando la puerta se abre lentamente, escuche que después la cerraron y que se acerca a donde yo estaba, recostada boca arriba con sal en las mejillas y el brazo sobre mis ojos.

Sería Bruno tal vez quien vino a verme después de dejar a la zorra caga palos de Amy, empezaría con un "¿por qué no me dijiste que te gustaba?" para abrir camino a un desenlace de preguntas y respuestas incómodas pero en cambio era esa pregunta la que escuché.

— ¿Qué ocurrió?

Y por supuesto no era Bruno quien la hizo.

— Sal de aquí, regresa con tu dueño, no me interesa, no quiero a nadie cerca.

Claro, ¿quien diablos querría tener a alguien para hablar sobre lo que había pasado o incluso sobre el hecho de que se sentía como basura? Si quería tener a alguien ¿por que lo negaba? , dios que odio mi orgullo pero bien puedo duplicar me y consolarme a mi misma, verdad, soy yo, como podría hacerlo si todas estamos igual.

— Tiene que ver con tu amigo?

— El no es mi amigo, el, bueno, creo que después de hoy ya no lo seremos.

—Por qué lo dices?

— Cuando has visto que alguien prefiera a un amigo de toda la vida sobre un culo? Cierto, nunca, me olvidara pronto y tendrá zorritos con cara de ángel.

— No creo que te deje ni por el mejor culo

Dijo soltando una leve carcajada.

— Si veniste a burlarte lárgate ya, no estoy de humor, y todo por hacer te caso.

— Bien pudiste llevarme la contra y no hacerlo.

— Callate, es tu culpa.

Me senté en el sofá y lo vi sentado en el piso recargando su espalda en el sofá y mis piernas.

— No lo es, y lo sabes

Las lágrimas comenzaron a salir nuevamente, comencé a golpear su cabeza y el se acomodo de a poco y en un momento tomó mis muñecas y me miró de frente.

— No es mi culpa que te utilizarán.

— Es tu culpa, si no fuera por ti, no habría aceptado, no me habría enterado, no dolería tanto.

El se limito a abrazarme recargando mi cabeza sobre su pecho, yo luchaba por alejarme pero no podía, quería duplicar e pero estaba tan agotada y triste que no me lo permitía.

— Jessica, es mejor que te enterarás de esta forma a seguir viviendo una farsa.

Me aferre a su camisa y seguía llorando, me sentía tan estúpida y débil, una total y buena para nada, un rotundo fracaso y el se quedo a mi lado, al lado de este fracaso con nombre. Llore desconsolada hasta quedar dormida y despertar al día siguiente sobre mi cama cobijada por una manta, sobre el escritorio una nota con las palabras "sigue adelante Atte: Mark". Recordé que el estaba conmigo, ¿en donde estaba ahora? Probablemente ya se habrá ido a su casa o a otro lugar; pronto se escucho tocar a alguien la puerta, deje la nota en el buro y baje con cuidado las escaleras acercándome a la puerta cubriendo mis ojos de la luz dado que dolían de haber llorado tanto.

Cuando abro la puerta, estaba Bruno con una caja en las manos.

— Lo siento, no se que paso pero

Y no termino de decir lo demás por que había llegado a mi jardín un motociclista como loco y ni siquiera su método de estacionarse era bueno, la persona  salto de la moto en movimiento haciendo que la moto se deslizará por la acera hasta detenerse con el poste; la persona camino hasta nosotros, metí a Bruno de una jalón a la casa pero cuando intente cerrar un pie se atravesó y solamente escuche.

— Mark desapareció.

NendryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora