— ¿Te gusta mas que yo? ¿Que haces en Inglaterra si te dije que te quedaras allá? — El sacerdote no respondió, estaba mas ocupado arreglandose la ropa y tratando de evitar la cara del Vikingo. — ¿Como pudiste hacerme eso Athelstan?
— ¿Hacerte qué?
— Traicionarme
—Ragnar, yo no...
— Es muy descortés interrumpir cuando dos personas hacen el amor.
— Rey Echbert... Por favor. — Athelstan estaba cansado, y no quería comenzar una guerra que estaba seguro Ragnar comenzaría si no aclaraba las cosas, sin embargo, aun la amenaza del Rey estaba incrustada en su cerebro.
— ¿Como lo trajiste a Inglaterra? Tenemos mas tiempo de estar aquí, no es posible que hayan llegado antes que nosotros.
— No, es cierto. Llegamos hoy. Si mis soldados me informaron correctamente, ustedes paganos ya tienen una semana aqui. Bien, hablemos de tratados, que para eso eres realmente bueno, Ragnar.
La furia aun hervía dentro del Vikingo. Caminaba de un lado a otro, moviendo la cabeza para tratar de retirar cualquier pensamiento de asesinar a ambos presentes y luego acabar con todas las personas allí. Dio un giro y se sentó en una silla que se encontraba al otro lado de ese salón.
— ¿Que trato?
— Como ves, o pudiste observar, Athelstan esta muy bien aqui. Incluso antes de que te lo llevaras.
"¿Observar? En serio... Por eso Ragnar..." Pensó el sacerdote, alzando la vista un poco al rubio, pero intimidandose cuando se encontró ferocidad de los ojos contrarios, volviendo a agachar la mirada. Su corazón le estaba doliendo.
— Él me lo tiene que decir.
— Ragnar, no tientes a lo obvio.
— Dame una noche con él a solas, si es verdad que está feliz contigo lo dejare aqui, pero si sé que está mintiendo te arrancaré la garganta por tocarlo.
— Mmh, es un trato justo. — Con una sonrisa de autosuficiencia el Rey miró advirtiendo al monje y luego se dió la vuelta — Pueden dormir en el castillo.
— ¿Para que tus cuervos te susurren al oído? No, su 'majestad' — Comento en una sátira de altivo, levantándose y haciendo una reverencia mal hecha. — Lo llevo a mi campamento. — Se acercó al castaño para tomarle del brazo y jalarlo. A pesar de que Athelstan tenía fuerza, en esos momentos su voluntad simplemente estaba derrumbada.
Regresaron al campamento en silencio. De vez en cuando el Vikingo lo volteaba a ver pero Athelstan se negaba a regresarle la mirada. Una vez se acercó al campamento, con la mirada curiosa y de sorpresa de todos los presentes, entro a su improvisada guarida o tienda de campaña.
— ¿Ese... era Athelstan? — susurró a Bjorn a su madre.
— Sí... ¿No se había quedado? — Ambos se voltearon a ver en silencio, pero como veian las cosas tensas, decidieron no acercarse a preguntar por ahora.
Ni siquiera Floki o Rollo se atrevían a acercarse a esa tienda de campaña, y menos pues se escuchaban gritos de parte del vikingo. Gritos de furia y frustración. Cosas caer o romperse.
— ¡Es que no entiendo!
— Ragnar...
— ¿¡Como pudiste entregarte a él!?
— Por favor...
— ¿No soy suficiente? ¡Soy un Rey! Nunca quise serlo. Las malditas circunstancias me trajeron aquí, y ahora soy un Rey. ¿Que mas quieres? ¿Me convierto en cristiano? Anda, dime tus oraciones, esas de tu dios imaginario. — Las palabras salían tan venenosas que el castaño simplemente se mordía el labio inferior, no se iba a permitir llorar aun que eso le doliera mas que una crucificción
— Ya no puedo más. — Se levantó y se dirigió al vikingo para tomarlo de la camisa y poder besarlo, sin embargo Ragnar lo retiró empujandolo.
— ¿Qué tratas de hacer?
— Ragnar, tú tienes a Aslaug...
— ¿Que?
— Tú la tienes a ella... — Se mordió el labio inferior. — Y aun asi, estas en mi corazón. Dios sabe solamente cuanto te admiro y...
— Te amo. — Le susurró el rubio, acercándose de nuevo. Confundido por que aun tenía en la mente aquella escena que para él era grotesca. — Pero no puedo pensar en otra cosa que no sea que tú me estas mintiendo
— Ragnar por Odín y por Dios... ¿Cuando te he mentido? Nunca. He arriesgado mi vida por ti, cambie por ti, deje mi vida por ti.
— Entonces, ¿Que fue lo que vi?
Por fin, el pequeño vikingo se sentó rendido y se llevó las manos al rostro. Tenía miedo de decirlo, y ese miedo lo transmitió al rubio quien se acercó para que y solo por si el sacerdote estuviese listo, le dijera que pasaba en realidad.
— En el viaje en barco, Echbert no paraba de decirme que me amaba y que me mantendría a salvo en su castillo. Que prometía y juraba no traicionarte siempre y cuando cumplía sus propuestas.
— ¿Cuales?
— Primero abandonar el paganismo, volver a reencontrarme con Dios. Segundo es que él me volvería un sacerdote en la iglesia que esta construyendo en el centro de la ciudad.
— ¿Y?
— Jamás volver a verte. No volver a saber de ti o los tuyos, aun que les cediera tierras, jamás podría hablarte o siquiera escuchar de ti. Le dije que no, que yo te amaba.. Y que por sobre todo, escogía caminar a tu lado.
— Athelstan...
— Pero el me dijo que si te decía algo, mataría a todos los tuyos, enviaría barcos para matar a todos en Wessex incluida a tu familia, nos mantendría cautivos y que nos torturaría haciendo que viéramos mientras el otro moría. — Susurró cada vez mas bajo, apretando las manos en su rostro.
— Esta bien, a él le dije que si era mentira que tú querías estar con él le arrancaría la garganta. Voy a arrancarle la garganta.
Con determinación y furia contenida, esta vez la venganza que tendría preparada contra Echbert sería mucho peor de lo que había hecho a el Jar Borg.
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Es sumamente corto, lo lamento.
En realidad esta historia no la había actualizado desde hace 6 años lol
Pero es que.. Despues de la muerte de Athelstan ya no me dieron ganas de escribir nada jajajaja me arruinaron Vikings.
Pero ya saben que dicen, lo que al público pida (?) okno, pero si realmente, realmente les gusta, les pido su amable comentario y corazoncito para este fic.
Si sigo viendo buena interacción trataré de actualizarlo. No lo dejare en hiatus otros 6 años, depende de uds (?)
Me voy a seguir viendo BTS(?) stream ON sorry por el spam xD
