Lágrimas de cristal

Capítulo 9 "La guardiana".

La puerta se cierra tras haber entrado. La chica de rojos cabellos se me queda mirando fijamente y yo a ella, el parecido es asombroso, pero la edad no concuerda.

—¿Susana? Pregunta confundida— ¿Eres susana, la hija de mi señora Diana?

—¿Sí y tú quién eres? — pregunto un tanto sorprendida

— Soy la guardiana de tu madre, Dhananjay, puedes llamarme Dhana, es más sencillo de pronunciar— creo que se percata de mi gran confusión — no sabes lo que es una guardiana ¿verdad? — yo solo niego con la cabeza, suelta un leve suspiro y comienza a hablar — las guardianas somos seres artificiales que dependemos de nuestros amos, en mi caso de mi señora Diana, tu madre. Ella era una maga de clase elemental, para ser más precisa fuego, era particularmente poderosa y esa es la razón por la que todavía estoy aquí, como dije antes, los guardianes dependemos de nuestros dueños o creadores, ellos nos dan vida y vivimos para seguir sus órdenes. Regularmente los guardianes son frágiles en cuestión de tiempo, pues duran en servicio un par de años, la mayoría solo crea más cuando estos desaparecen y cuando el dueño muere, sus guardianes perecen junto con ellos. Mi caso es diferente tengo más de treinta años de servicio. Mi señora era realmente poderosa y logró darme mucha vida y fuerza, tanto es así que sigo viva tras su partida. Mi trabajo es cuidar este cuarto en particular, nunca abandono la habitación pues aquí están las pertenecías de mi señora. Habiendo aclarado todo esto, te pregunto ¿por qué has entrado? Aunque seas hija de mi señora no tienes permitido el acceso, ella fue muy clara al respecto.

— Mamá me mandó aquí, acabo de descubrir que no soy normal, que nadie lo es y que viví una mentira toda mi vida, congelé una mesa y casi helo a mi abuela, todo el mismo día, aparte escuché decir a mi abuelo que mañana en la mañana enterraremos a mi madre porque hemos llamado demasiado la atención y sé que en parte es mi culpa porque les dije a todos mis familiares lo despreciables que son. Mi madre me dejó una carta que se quemó tras leerla donde me decía que estaba en peligro y que viniera a su antigua habitación que aquí hay un diario y que su muerte no fue un accidente de tráfico, aunque yo estuve ahí y sé que lo fue. Todo es demasiado y nadie me daba las grandes respuestas, eres la primera en explicarme un poco sobre este maldito mundo en el que estoy ahora metida. — veo como Dhana pone una mano en su barbilla y luego extiende su palma enfrente de mi rostro, todo a mi alrededor se desvanece...

Despierto cuando unos rayos de sol entran por la gran ventana y me doy cuenta que estoy acostada en la cama de mamá, Dhana permanece sentada a un lado de la cama, en silencio lee un libro de cubierta verde. Cuando intento sentarme se da cuenta que he despertado y voltea a verme con una débil sonrisa.

— Buenos días señorita ¿cómo durmió? ¿logró descansar? — pregunta Dhana con una voz realmente calmada

— Eh bueno sí, dime ¿qué hora es? — empiezo a recordar que su mano estaba muy cerca de mí antes de perder la conciencia, pero lo dejaré pasar por ahora.

— Las siete de la mañana, el entierro será a las nueve así que su abuela dijo que bajara a desayunar al cuarto para las ocho. Le sugiero que se dé una ducha, la ropa está lista en el baño.

El baño está muy amplio y es agradable, el agua cae por mi cuerpo y me hace sentir más tranquila, el vapor es realmente tranquilizante. Mi vestuario consiste en una blusa gris oscuro, opaca, pero se ve que es nueva, un saco y falda negros y unos zapatos de piso, mi atuendo es muy formal pero poco vistoso.

El desayuno transcurre en su mayoría en silencio. Se me informa que no iremos a un panteón común, sino que a los miembros de nuestra familia se les entierra en uno familiar, místico y por respeto a mi madre la enterrarán junto a papá, solo que a ataúd cerrado porque sería una grosería para nuestros parientes lejanos que un jan-avidy esté enterrado ahí, con muchos personajes de la historia. Me pregunto si mi abuelo leyó mi pensamiento y por eso tomó esa decisión.

El entierro fue silencioso y normal, pensé que habría gente diciendo conjuros y todo tipo de cosas raras, pero me equivoqué, lo único extraño que vi fue cuando terminaron de cerrar la tumba la sellaron, un círculo blanco apareció y luego se desvaneció, todo en silencio. Intuyo que hicieron eso para que nadie profane la tumba, aunque podría sonar extraño, a estas alturas ya era algo de esperarse.

—¿Podemos pasar a mi casa por mi ropa? — pregunto al subir al coche — No tengo de nada de ropa en tu casa abuela.

— Tú ropa ya está en tu nueva habitación, esta mañana la llevaron y la están decorando, para el día de mañana debe estar lista. Al llegar te mostraré cual es.— contesta mi abuela con un tono firme

—Pensé que me quedaría en la de mamá—digo sin muchos ánimos porque me agrada Dhana y quería seguir teniéndola cerca.

—Solo dormirás ahí por hoy, es un espacio privado. — dice muy seca mi abuela

— Me siento cómoda con Dhana— confieso

—Parece que te agrada la guardiana. Supongo que si supervisas la decoración a tu gusto podrían tomarse una semana en tenerla lista— es mi abuelo quien habla esta vez y su voz es más suave

—Una semana, solo una y mañana comienzan tus clases a primera hora tendrás la visita de tu mentor. Debes ser educada, representas el linaje de la familia Del Castillo— dice mi abuela muy fría y nadie discute. Al menos tengo una semana con Dhana.

¿Dónde estará el diario? ¿por qué me dormiría Dhana? ¿qué clase de mentor me visitará mañana? ¿Cuál es la diferencia entre mago, brujo y hechicero? Tengo tantas dudas. ¿Será que Dhana podrá explicarme un poco más? ¿Cómo es que ella sigue viva y por qué se parece tanto a mamá?

*Jan-avidy significa humano sin el don de la magia, ni conocimiento de esta.