Capítulo 5

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Me levanté muy temprano, mi nuevo trabajo estaba cerca de casa, pero quería llegar a tiempo.

-¿Ya te vas?- Preguntó Josh un poco adormitado

- No quiero llegar tarde

-¿No dijiste que tenías que estás a las nueve?

- Sí- Terminaba de ponerme los zapatos

- Apenas son las siete de la mañana- Tomó su celular

- Estoy muy emocionada- Lo besé en la boca y salí rápidamente

En la antigua cuidad, había tomado un curso para ser voluntaria en las cárceles locales, me tocaba ir a limpiar, servir comida y algunas otras cosas, cuando regresé a casa, me dieron como trabajo supervisar a los voluntarios, así que yo prefería estár antes de tiempo.

Llegué a la pequeña cárcel de la ciudad, nunca la había visitado a pesar de los años que llevaba de vivir ahí.

El policía encargado abrió las puertas de la cárcel y me dejaron entrar para irme familiarizado con el lugar.

Mientras caminaba por los pasillos un poco oscuros, los presos me veían un poco extrañados.

-¿Eres Lily?- Preguntó uno de ellos desde dentro de su celda

Lo miré, intenté hacer memoria, pero no lo reconocí -¿Quién eres?- Pregunté un poco asustada

- Soy Adolfo Mora- Se acercó a la reja

-¿Adolfo?- Estaba irreconocible, tenía una barba bastante grande, un bigote igual, y él cabello más largo de lo acostumbrado por él, además, había engordado un poco

-¿Regrésate?- Me veía fijamente mientras yo aún estaba en shock

- Si... ¿De verdad eres Adolfo?- Mi cerebro no lograba procesar eso

- Por supuesto... ¿Por qué no lo crees?

- Pues... No lo sé- Le pedí a uno de los policías que me abrieran la celda dónde se encontraba Adolfo, entré y pregunté -¿Cómo llegaste a este lugar?

- Dorian y yo asaltamos el banco central... - Se sentó en la cama que más bien parecía una isla de cocina -... Ya fué hace tres años, pero cuéntame, ¿A qué volviste?

- Mi papá vendió la casa

-¿Ya viste a Christopher?

- Si- El shock no me pasaba

-¿Puedo decirte algo?- Se acercó a mí

- Dime- Lo miré

- Los errores que cometió son culpa mía... Yo lo obligué

- Es un tema que prefiero no tocar- Me alejé de él

- Solo quiero aclararte algo... Esa noche él no quería que pasara eso, y además... No sabía que lo estábamos grabando

- Él intento decirme eso, aunque después confesó

- Te juro... No sé por qué me empeñé en hacerte daño, pero él se enamoró de verdad

- No lo creo- Lo miré - Permitió que lo publicaras...

- Él no sabía que yo lo haría

-¿Y qué hay de Susan- Talvez también era verdad lo que ella me había confesado

- La chantajee, la grabé un día y se vió obligada, aunque tampoco quería

- Entonces ambos decían la verdad...

- Si... Y Christopher te ama... Te lo aseguro

-¿Te pagó para que me dijeras esto?- Me entró una gran duda sobre las palabras de Adolfo

- No... Lo digo por qué ví su gran cambio después de que fuiste

-¿Cambió?... ¿En qué?

- Durante varios meses no asistió a las fiestas, no veía chicas, no tomaba y no fumaba... Ni siquiera hacia lo otro

-¿Qué otro?

- No sé si deba...

- Ya empezaste... Ahora termina

- Se droga...

¡Qué!... Me quedé inmóvil ante su confesión

-¿Qué dices?

- Andrea me lo contó cuando vino a verme

- No te creo

- Pues así es... Sufrió mucho por lo que entre todos te hicimos

- Estás mintiendo- ¿Por qué me importa lo que el imbécil de Christopher haga? - No te creo Nada- Salí de la celda

- Búscalo y síguelo... Verás que no miento

Me detuve unos segundos y después continué con mi camino.
Habías varias cosas que me tenían sorprendida, como el hecho de ver a Adolfo Mora en la cárcel después de tantos años, que me dijera que Christopher y Susan no sabían nada, ellos me lo había dicho pero no quise creerles, que confesara que Christopher empeoró después de mi partida, y que ¿Se drogaba?.... Eso era lo que más me tenía en shock, jamás creí regresar y encontrar mi adolescencia de cabeza.

Necesitaba saber si era real, corrí a casa de Estefh, sabía que ella no me mentiría.

Lejano CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora