Capítulo 9

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El sol se asomó muy temprano, al parecer no era día de visita a la cárcel, así que como una casi rutina, salí a correr un poco alrededor de la manzana.

-¡Lily!- Por delante mío apareció Susan, que también corría por el lugar -¿Haciendo ejercicio?

- Solo un poco- Me detuve y sequé un poco el sudor de mi frente -¿Y tú?

- Ya lo ves... Ahora también corro

- Claro...- Tenía mucho tiempo de no verla, y por las situaciones por las que terminó nuestra amistad, no habíamos tenido comunicación

-¿Ocupada?

- Solo corría un poco... ¿Porque?

- Solo preguntaba

- Bien... Creo que seguiré corriendo - Fue una corta despedida

- Espera- Tocó mi brazo para que no siguiera mi camino

-¿Pasa algo?

- Yo sé que no tenemos la mejor relación del mundo, pero me gustaría platicar contigo

- Emmm... De acuerdo- Me costó aceptar ya que aún no estaba preparada para enfrentar las situaciones del pasado

Caminamos un poco y después nos sentamos en una banca del parque central, ese parque que tenía años de no visitar

- Cuéntame que has hecho en todo este tiempo- Dijo con un mínimo interés

- Superar mis traumas- Sonreí levemente - Lo intento perdonar

Ella entendió que me refería a su persona, supo que eso significa que aún intentaba aceptar que estuviéramos cerca

- Necesitaba alguien con quién hablar - Confesó - Siempre has sido buena escuchando a las personas

-¿Estás bien?

- Bueno... Talvez no recuerdes  a Marco Pérez... Es el...

-El sobrino de la señorita Grin- Yo interrumpí para completar la frase

-¿Lo conoces?- Me miró sorprendida

- Se quien es es...

- No creo que lo sepas todo...- Su mirada se tornó triste y sus ojos se inundaron de pequeñas lágrimas

-¿Qué sucede Susan?- Puse mi mano en su hombro

- Yo vivo con él... Es mi esposo- Se recostó en mi pecho y comenzó a llorar en silencio

-¿Tu esposo?- Me sorprendí - No lo puedo creer

- Hace tres años...- Se acomodó bien en su asiento -...Cometí un error y terminé embarazada

Sin decir nada, la miré intentando parecer sorprendida

- Mis papás nos casaron a la fuerza

- Osea que tú no lo querías- Lo dije con afirmación

- No- Bajó la mirada

-¿Y el bebé?

- Ahora mismo está con mi mamá- Dió una leve pero linda sonrisa - Ella lo adora

-¿Y no has pensado en divorciarte?

- Me tiene amenazada... Se puede llevar a mi hijo y es lo último que quiero

-¿Sabes en lo que trabaja?

- Sí- Bajó la voz - Vende droga

- Y si lo sabes... ¿Por qué no lo demandas?

- Porque tiene influencias en la policía... Y sus clientes también...

-¿Christopher es de ellos?- Creí que por fin sabría la verdad

- No lo sé... Yo no sé mucho de su negocio

-¿Entonces tu vives en la casa verde del barrio?- Yo sabía que no, ya que Amanda ya me había adelantado sobre esto

- Vivo en la antigua casa de Amanda... La otra casa es su negocio

Miré mi reloj - Me tengo que ir, pero juro que intentaré hacer algo por tí- Me levanté de la banca - Lo prometo- Me retiré corriendo

Continué con mi mañana de ejercicios, corría por la acera de las calles, cuando un auto que reconocía a la perfección se detuvo al lado mío

-¿A dónde con tanta prisa?... Princesa

- Christopher- Me recargué en la puerta de su auto y metí mi cabeza por el vidrio abierto -¿Es acaso que tú no trabajas?

- No lo necesito

- A claro... Casi olvidó que tu papi te resuelve la vida

- También lo podría hacer para tí... Si me haces caso de una vez

- No gracias... No caigo dos veces en el mismo agujero- ¡Miento!... Yo aún te amo... Pero debo ser fuerte

- Bueno... ¿Pero un café si me aceptas?

- Hoy no...

- Entonces mañana pasaré por tí a casa

- Vale...

Lejano CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora