Capítulo 21

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Giré lentamente, su voz se oía cansada como si hubiese corrido un maratón, nunca había oído ese cansancio en su voz

-¿Estefh?- Creí que le había dado tiempo llegar antes de dar el sí

- Lo encontré- Soltó y detrás de sus palabras vinieron unas lágrimas

Me bajé del altar y me acerqué a ella -¿Qué pasa?

- Está en un hospital- Me miró sería

-¿Christopher?- Mamá se levantó de entre los invitados

- Sí- Dije entre sollozos -¿Está muy grave?- Le pregunté a Estefh

- Aún no lo sé... Pensé que querrías acompañarme

- Sí- Dije sin dudar - Vamos- Tiré el ramo de bodas y levanté mi vestido para que me diera permiso de correr

Mamá salió detrás mío y subió al auto con Estefh.

Llegamos al hospital donde se encontraba él, y como si el suelo quemara, corrimos al interior del lugar

Todas las personas me veía con gran sorpresa, claro, no todos los días se ve a una mujer corriendo por los pasillos con un vestido de novia puesto

Al llegar a la sala dónde Christopher se encontraba, una enfermera nos hizo pasar a verlo

- Solo será unos momentos- Dijo la joven enfermera - El doctor ya viene para operarlo

No tuve valor para quedarme en la habitación, estaba destrozado, su cabeza sangraba sin parar, en el rostro tenía moretones y golpes de gravedad, y el resto de su cuerpo no lo logré ver ya que estaba cubierto con una sábana de hospital. Mi madre por su parte no había entrado a la habitación.

Llegó el doctor, un viejo amigo de papá, en sus manos tenía una tabla que antes había estado colgada frente a la camilla de Christopher.

-¿Lily?- Preguntó sorprendido de verme en el hospital y además vestida de tal manera -¿Vienes con el paciente de la camilla 309?

- Sí- No me gustaba saber que le habían puesto número en lugar de llamarlo por su nombre, pero eso era lo de menos en ese momento -¿Cómo está?

- Mal... Necesito que firmen la autorización para la operación

-¿Dónde firmo?- Preguntó apresuradamente la más que preocupada Estefh

- Aquí- Señaló algún lugar de la tabla que llevaba en sus manos, y me miró a mí -¿Nueva moda?

- A esto...- Me miré -...no es nada

- Seguro- Tomó la tabla y caminó rápidamente hacia la sala de operaciones.

-¿Qué le pasó?- Aún no sabía nada de eso

- "El rey" me dijo que tuvo un accidente en el auto

-¿"El rey"?... ¿Lo conoces?

- Hoy... Cuando descubrí que podía saber dónde estaba, lo busqué y me avisó

-¿Y qué pasó exactamente?

- Bebió demasiado e intentó manejar así... Se salió del carril y otro auto lo golpeó....- Cayeron varias lágrimas de sus ojos - No lo comprendo- Dijo mientras limpiaba sus lágrimas

-¿Qué no comprendes?

- Él llevaba años de no tomar hasta quedar sin razón... Y nunca había manejado así...

-¿Nunca?- No me creía eso

- Estoy segura de que fue por algo...- Se detuvo -... O por alguien

¡Carajo Christopher!...¿Cuando dejarás de hacer tanta pendejada?... Desapareció después de nuestra discusión y seguro eso lo tenía así... Yo le destruí el corazón justo como él había hecho conmigo años atrás... Era mi culpa...

Habían pasado aproximadamente tres horas, nadie nos daba razón de él...

La sala de espera, poco a poco quedó vacía, refugiando en un momento, solo a la bella Estefh y a mí en compañía de mi madre.

-¿Dónde está?- Llegó Amanda, tarde pero ahí estaba

- En operación- Contesté con seriedad

- Perdón por llegar tarde... Todos están hablando de tí

- No me importa Amanda... ¿Si sabes que se puede morir?...

- No Lily... Vivirá...

Quería confiar en sus palabras pero en mi corazón se comenzaba a sentir un vacío inexplicable... Supe que se trataba de Christopher...

Dos horas más tarde, nos dejaron pasar a su habitación.

Tenía tubos de oxígeno, muchas costuras, sus ojos estaban cerrados y su respiración era lenta

- Lamento haberte hecho ésto- Le hablé como su estuviera oyendo y como si nadie más estuviera ahí

- Lil... No es tu culpa- Susurró mamá en mi oído

Tomé la mano de Christopher y comenzé a imaginar cómo sería todo cuando ya estuviera bien

Estefh, mamá, Amanda y yo, contemplamos a Christopher durante varios minutos

De pronto, un feo e irritante ruido continuo interrumpió nuestro silencio, un bip, sin fin

Todas las enfermeras y doctores encargados de él, corrieron a la camilla y movieron tantas cosas que me perdí

El doctor nos miró, serio, y sin ningúna palabra, en un profundo silencio, negó con la cabeza

No escuché más...

Dí tres lentos pasos hacia atrás y comenzé a negar con la cabeza, grité, lloré y después me tiré al suelo...

Lejano CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora