-donde has estado toda mi vida?
-en frente de ti... solo que antes era invisible
bajó la mirada. Como es que no lo había visto antes? ese muchacho era todo lo que necesitaba, lo que quería! y solo tuvo que convertirse en un caso perdido y llorar com...
Usa recostó el delicado cuerpo de nuestro peruano en la suave cama y luego continuó con su labor, la ropa estorbaba, solo querían deshacerse de lo único que los separaba del contacto de su piel. Deslizó la camisa del menor por encima de sus hombros y luego se quito la suya dejando a la luz su torso desnudo. El latino solo pudo morderse el labio y sonrojarse aún más, si eso era posible. El estadounidense repartió mordidas y lamidas por todo su abdomen y se detuvo un momento en sus pezones para gestionarlos y hacerlos más sensibles a su contacto.
-a-ah j-joder Usa! - apretó las sábanas retorciéndolas con sus manos y luego levantó el pecho en busca de más contacto.
-wow, how sensible are you Perú~ (wow, que sensible eres Perú~)- succionó uno de ellos y el latino gimió más fuerte.
Perú estaba en un mar de placer y todo era provocado por el toque del norteamericano, no iba a negarlo, el ser la razón del placer del chico lo volvía loco y lo prendía aún más. Bajó lentamente los pantalones y la ropa interior del menor dejando al descubierto su palpitante erección, la vergüenza alejó el placer y solo pudo sonrojarse notando la situación en la que se encontraba. Con gotas de sudor cayendo por su rostro se inclinó y besó tiernamente el latino para indicarle que estaba bien, que no tenía nada de que temer o avergonzarse a su lado. Perú se aferró al cuerpo del mayor dejando toda duda atrás.
El peruano rompió el beso con un gemido lascivo cuando sintió el roce que había provocado el movimiento en su entrepierna. Se mordió el labio intentando no emitir sonido alguno.
-mow for me, Darling, i want you to say my name (gime para mí, precioso, quiero que digas mi nombre)- el menor frotó su erección contra el abdomen del contrario y comenzó a gemir desesperadamente.
-u-usa... ¡a-ah! Más, ¡q-quiero m-más! - los gemidos del menor ya estaban haciendo insoportable la ropa que le quedaba.
Se deshizo de la ropa que lo separaba del toque de su amante y comenzó una leve fricción entre sus miembros. De vez en cuando el de habla inglesa soltaba leves jadeos y gruñidos de placer mientras el menor, aunque intentaba, no podía permanecer en silencio. Gemidos roncos salían de la garganta del mayor quién decidió dar el segundo paso.
-lick (lame)- ordenó coqueto introduciendo tres dedos en la boca del menor.
El peruano no dudó y lamió cada uno de los dedos de forma tan erótica y sensual que hizo al mayor soltar varios suspiros. Sacó los dedos de la cavidad bucal del menor y los guió a su entrada, comenzó a dilatar la misma introduciendo un dedo y recreando movimientos circulares con el mismo. Fue incomodo al principio, pero cuando el segundo dedo entró y comenzó a hacer movimientos de tijera no pudo reprimir los gemidos de placer que ese toque producía en él. El tercer intruso no hizo mucha diferencia y cuando el mayor consideró que ya estaba listo dejó los dedos a un lado y se acomodó justo al frente de la rosada entrada del menor.
-are you ready, sweety? (¿estas listo, dulzura?~)- lo miró maliciosamente.
-a-ah! ¡Si! S-solo hazlo- de removió un poco.
-it's your last chance for running (es tu última oportunidad para escapar~)
-Usa aah... solo ve despacio ¡mhg! - dio un largo gemido al sentir la punta del pene entrar con lentitud
-ah... god, it's so strait (ahg... Dios, es muy estrecho)- continuó entrando lentamente. Unas lágrimas de dolor se deslizaron por las mejillas del menor.
-d-duele
-it Will be okay (estará bien)
- ¡U-usa duele mucho!
-you will get used (te acostumbrarás)- lo besó cariñosamente- i will wait (esperaré...)- y así lo hizo, se quedó sin moverse hasta que el menor empezó a pedir por más.
-¡m-más fuerte Usa! Oh dios... aaah ¡s-si! - las embestidas, antes lentas, se hicieron más constantes y con cada vez que el mayor arremetía contra el cuerpo del menor sus entrañas se estremecían de placer.
-if you keep moaning like that, i'm not going to control myself (si sigues gimiendo así no me voy a controlar)- gimió entre el cuello y hombro del bicolor- my Little boy (mi pequeño niño~)-la cama azotaba una y otra vez contra la pared, el choque de las pieles creaba un sonido obsceno y extrañamente único.
El menor se aferraba a la espalda del contrario dejando en estas leves marcas, en su vida nunca había sentido tal grado de placer, lo hacía sentir amado y al mismo tiempo como el hombre más feliz del mundo, la forma de moverse del más alto era excitante y dominante al mismo tiempo, lo prendía, y lo prendía mucho. El mayor estaba tan ensimismado en el placer que estaba dando y recibiendo al mismo tiempo que no le fue difícil notar un leve temblor en el menor cuando proporcionó una embestida, inmediatamente supo que ese era el punto de el latino y se dedicó a dar ahí con cada vaivén.
-¡Usa! ¡a-ahí Usa! ¡ahí! - ese pequeño golpe que el mayor dio en su punto dulce lo hizo ver el cielo, enredó sus piernas en las caderas del mayor y suplicó por más de ese glorioso toque.
Las estocadas se volvieron más bruscas y un nuevo mar de sensaciones se abría justo en frente de ambos. Ahora las lágrimas eran de placer, las penetraciones profundas continuaban, una y otra vez. Perú ya no podía aguantar más, el clímax se veía venir, estaba a punto de correrse.
-m-me v-vengo ¡ah! - gimió al sentir como el norteamericano masturbaba su miembro de manera rápida y decidida.
La mano y las estocadas se volvieron más rápidas y un sonoro gemido en medio de un beso lascivo marcó el más grandioso orgasmo que alguno de los dos había podido experimentar en toda su vida. Al correrse el menor apretó sus paredes y esto marcó el final de aquel acto.
Ambos cayeron rendidos en la cama, el mayor tomó las sábanas y cubrió sus cuerpos desnudos con las mismas.
-eso fue...- no había palabras para explicarlo, pero la que más se acercaba era...
-wonderful (maravilloso)- giraron su cabeza para encontrarse con la mirada del otro. El mayor sonrió y el latino tan solo pudo sonrojarse esbozando una tímida sonrisa.
Soltó un suspiro cuando sintió unas manos que se envolvían alrededor de su cuerpo, protectoras. El de cincuenta estrellas sostenía en sus brazos al menor mientras repartía suaves caricias en todo su rostro y cuerpo, el bicolor no dudó en corresponder al abrazo y juntos, abrazados el uno al otro, se dejaron al fin, caer en los brazos de Morfeo quien les permitió soñar dulcemente, el uno con el otro.
