Tigrecito || Kooktae

Capítulo Uno.

Al pasar por aquella gran puerta de entrada, Taehyung llama la atención de cada uno de los estudiantes que deambulaban por el pasillo principal. Y no es que no esté acostumbrado, al contrario, ese simple detalle era parte de su monotonía; pero el simple hecho de entrar y tener cientos de miradas posadas en él, hacían que su humor cambiase para mal en un santiamén.

-Buenos días, tigrecito -Jimin, mejor amigo de toda la vida, llega junto a él mientras pasa un brazo por el cuello del menor, atrayendo su pequeño cuerpo hacie el suyo.

-Hola, Chim.

-Uy, ¿y ese ánimo? -Tae se encoge de hombros, restandole importancia al asunto -Lo mismo de siempre, ¿no?

Soltando un suspiro, ambos amigos llegan a la casilla correspondiente del castaño. Jimin deja libre a Taehyung para que haga sus cosas, mientras que él se recarga en la casilla siguiente y observa a todo el alumnado caminar frente a él.

-¿Puedo contarte algo?

Taehyung, acomodando su pequeño libro en su mochila, levanta la mirada cuando Jimin pregunta aquello con un timbre de voz desanimado.

-Claro -cerrando su mochila de cierre y acomodandola sobre su hombro, Tae cierra su casilla, mirando expectante al rubio de su amigo.

-Volvi a pelear con Yoongi... -empieza diciendo Jimin mientras juega distraídamente con las correas de su mochila amarilla.

-¿Qué paso?

-Él piensa que lo engaño con Taemin -siente un gran nudo en su garganta, haciendo que su voz flaquee y sus ojitos grises se empañen de lágrimas -No entiendo por qué es así, yo no le doy motivos ni mucho menos mencionó el nombre de Taemin frente a él.

A este punto, Taehyung puede sentir las miradas de sus demás compañeros que pasan frente a ellos; unos tomándole mayor importancia que otros.

Ocultando las ganas de llorar (porque todo el dolor que siente Jimin, él logra sentirlo), toma de la mano al rubio, jalandolo con delicadeza hacia un lugar más privado. Caminan entre un mar de gente, pasando de lado a todo aquel que los llegue a saludar (entre estos, unos cuantos profesores). Es así como llegan hasta el cuarto de aseo, en donde Taehyung entra primero, seguido de un triste Jimin y cierran la puerta con seguro.

Una vez sólos, Tae abraza con todas sus fuerzas el pequeño y frágil cuerpo de Jimin, quien al sentir aquel acto de cariño, se quiebra en los brazos reconfortantes del menor.

-Tranquilo, Chim -con su voz calmada y profunda, el castañito intenta calmar los sollozos y espasmos que suelta cada vez más fuertes el contrario, siendo este un intento inútil -Sé como te sientes, bebé, y no sabes cuántas ganas tengo de ir hacia Min y romperle esa lengua tecnológica que se carga. Él no te merece, ni él ni nadie-

-Solo tú -entre jadeos, Jimin dice, haciendo que Tae suelte una risita tierna.

-Ni siquiera yo soy digno de tenerte, pequeño ángel -acariciando con ternura la cabellera rubia del mayor, el castaño observa a su alrededor, buscando un lugar donde sentarse. Al no encontrar un sitio, decide sentarse en el suelo, llevándose a Jimin junto con él.

Es así como ambos chicos se encuentran en el suelo, uno estando en el regazo del otro, compartiendo un abrazo lleno de amor, comprensión y paz. Tae en ningún momento dejando de consolar al rubio, mientras éste solo se dejaba ser.

[---]

Una hora más tarde, Taehyung iba saliendo de su respectiva clase, yendo hacia la cafetería por algo de comer. En toda la clase, su molesto estómago no había dejado de cruñir, haciendo que el chico sentando a su lado le volviera a ver feo, más de una vez.

-¿Por qué no vas por algo de comer? Tu estómago me molesta, niño -le había dicho su compañero de nombre Techno, de una manera muy poco amable.

Es por eso que, a uno cuantos minutos del toque, Taehyung se encontraba encaminandose hacia la cafetería de la escuela, por el simple hecho que no queria incomodar más a su compañero.

Pasando por las grandes puerta del lugar, Tae atraviesa todas aquellas mesas y bancos hasta llegar a la gran vitrina que dividía la cocina con el comedor.

-Emm, hola... -se para de puntitas cuando no ve a nadie allí -Disculpe la molestia, pero quiero comprarme un pan de crema, por favor -alzando un poco su voz, Tae se recarga en la vitrina en un intento de mirar en su interior.

Nada. Al parecer no había nadie allí.

-Patrañas -puchereando, el castañito toma haciendo en una de las bancas del lugar, en la espera de que alguien vaya y lo atienda.

Saca su teléfono del bolsillo de su pantalón, decidido a matar el tiempo jugando en él. Sin embargo, ni muy entra al juego, oye como unos pasos se aproximan a la cafetería, haciendo que guarde su teléfono y se pare frente a la vitrina, dándole la espalda a la persona que vaya a entrar.

Vaya error.

-Joven Kim ¿qué hace en horas de clases aquí?

Oh rayos.

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-AnnieLsTk