Estaba en la habitación de Camille, salí en busca de agua y cuando subí las escaleras nuevamente, escuché los gemidos que provenían de la habitación de Justin. Sentí un nudo apretarse en mi interior, en mi garganta, en mi estómago, en mi pecho. Abbie no gemía, gritaba y Justin gemía de vez en cuando. Mi lado masoquista salió a la vista y me obligué a acercarme a oír más. Abbie decía cosas incoherentes y decía lo increíble que Justin era en la cama. Los gemidos y los gritos se apagaron. Abbie habló.
-Eres increíble. De seguro es el mejor polvo que has tenido.
-No. -La voz de Justin era apagada.
-Bueno, ¿Seguiremos juntos en esto cierto?
-No estamos juntos, ya vete.
-¿Irme? ¿Estás solo aquí por sexo?
-Sí. -Le respondió rápido.
-Pero te quiero.
-Y yo no. Ya vete.
-¿Es por esa ____, cierto?
-Sí, es por ella. La quiero a ella y contigo esto solo fue un error, ya vete.
-Si ella te quisiera no estarían separados entonces.
-No es su culpa, es la mía y eso a ti no te importa.
-¿Entonces? Claro, tú no la quieres. -Dijo ella como una arpía.- Si la quisieras no estarías revolcándote conmigo, Justin. Nos vemos mañana.
-No, escucha. Esto se acabó.
-¿Seguro? Porque no pretendo que acabe.
-Entonces puedes ir haciendo tus maletas e irte. -Se oían pasos en la habitación y cosas levantarse y tirarse.- No te acerques.
-No decías eso recién.
-Sale. Mañana te vas, eres otro estorbo más.Los pasos se acercaban a la puerta así que me alejé lo más rápido que pude, simulé que bajaría las escaleras e iría por más agua. Se oyeron puertas abrirse y cerrarse, luego subí y fui a donde Camille. Ella terminaba de encremar su cuerpo, me acosté y lloré, lloré como una Magdalena contra la almohada, Camille se acercó y me sobó la espalda, pero eso ya no era consuelo. Justin se había revolcado con Abbie y mi orgullo cada día se iba más por el suelo.
Las semanas pasaban, y ya hacía un mes que Justin no me hablaba. Abbie se había ido y en su reemplazo ahora estaba una mujer de cuarenta años bajita y gordita, buena elección Justin, contando el hecho que todas quieren estar en su cama. Clarisse había dejado de venir aquí porque le habían conseguido una nueva niñera y yo seguía yendo a la universidad.
-Y entonces le dije: Hermano no puedes ir y decirle que la amas así borracho, ¿Dónde estaba tu cerebro? -April me hablaba mientras camina vamos por el campus directo a la cafetería.- Es ridículo, esas cosas se dicen sobrios. ¿Tú qué opinas Flavia?
-Que era un imbécil. -Comentó una chica que se juntaba con nosotras.
-Y me dijo: Mira chica ruda. -Se detuvo y se quedó mirando hacia el frente con cara de boba.- Dios mío, viene un Dios perfecto.
.-¿Quién? -Comenzaron a voltearse a ver y ahí venía él, caminando de lo más normal hacia nosotras. Con sus jeans y su camisa, sus zapatillas y su cabello despeinado, pareciendo de lo más juvenil, para nada empresario.
-_____. -Dijo y todas se voltearon a verme sorprendidas.- ¿Puedes venir un momento?
-No. -Dije.
-Yo sí, bombón. -Le dijo Ingrid que estaba a mi lado, las chicas rieron, pero Justin no apartó la vista de mí.
-____.
-¿Qué quieres ahora, Justin?
-Estar contigo. -Oí risitas a mis costados.
-¿Quién es él, ____? -Me preguntó April que estaba a mi lado.
-Él es... Am... Justin, él es...
-Su novio.
-No diría que novio. -Le repliqué.
-Aún no hemos terminado. -Me dijo sin apartar un segundo la mirada de mí.- Vamos.
-¿A dónde? -Gruñó.
-Por favor. -Me puse de pie y él dejó caer sus hombros que estaban rígidos, caminó y yo le seguí. Nos quedamos bajo un árbol detrás de las canchas de football, él se sentó y yo me senté frente a él.
-¿Y bien?
-Perdóname, ¿Sí?
-Justin...
-No, déjame hablar. -Asentí.- Sé que fui un imbécil y que no te merezco, que soy un insensible y que no hago lo que debería hacer, que digo una cosa pero hago algo completamente distinto. Que te dije te quiero y luego me comporté como si no lo hiciera y que nunca debí involucrarte en lo que pasó con Harry. Pero... -Tomó aire.- Estoy enamorado de ti y eso no me deja pensar, solo quiero tenerte conmigo y cuando veo que cada día te alejas más ya no sé que más hacer, ____... ¿Perdóname?
-Sí. -Le sonreí.- Estaba esperando por esto.
-¿Si lo hubiese hecho hace un mes atrás me hubieras perdonado? -Frunció el ceño.
-No. -Él rodeó sus ojos.- ¿En serio estás enamorado de mí?
-Sí. ¿Tú crees que si no lo estuviera hubiese venido hasta aquí y soltar uno de mis más grandes campañas solo por ti?
-¡¿Soltaste uno de tus más grandes campañas por mí?!
-Sí, pero fue porque esa campaña me abrió los ojos. Te quiero, ____. -Lo miré por un momento.- ¿No me quieres?
-Sí, te quiero Justin. -Se acercó a mí y cuando estábamos a apenas milímetros de besarnos habló.
-¿Puedo?Le sonreí y lo besé, como extrañaba estos besos, tan... Tenían de todo, eran dulces y a la vez eran con deseo, eran suaves y duros, eran... Eran los besos de Justin y a mí me encantaban.
-¿Te puedes ir o...?
-Tengo mi última clase ahora, hay un examen. -Hice una mueca y él asintió.- ¿En qué negocio estabas?
-Eh... -Miró a otro lado.- Era una campaña contra el maltrato entre parejas.
-Oh. -Él acarició mi mejilla.
-Me di cuenta que... Por algo como eso podía perderte completamente y...
-Ya... -Le besé los labios.- Eso ya pasó, te perdono. -Me sonrió.
-Creo que tengo buenas noticias.
-¿Cuáles?
-En este mes conocí más a Harry.
-¿Es en serio?
-Sí, como no podía estar contigo me fui a casa de Victoria a arreglar las cosas.
-¿Y...?
-Él es increíble.