1ra Temporada: Final.

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Capitulo 151:  Rosas amarillas

Maite: si ella sabe que ha muerto querrá ir
Cristian: no podemos contarselo
Anahi: lo que me sorprende es que esta mañana no le dijera nada el juez cuando vino a verla
Maite: puede que no lo supiera
Poncho: (llegando con Christopher) obviamente lo sabía pero dejó en mis manos que se lo dijera o que no
Anahi: entonces se lo vas a decir? va a querer ir al entierro
Cristian: (miró a Poncho con preocupación) es mejor que no le digas nada
Poncho: bueno... y el Doctor ya la revisó?
Anahi: si, hace menos de una hora que se fue, la dejó dormida
Cristian: pero qué harás con lo de la madre de Eric? Poncho: qué dijo el Doctor?
Maite: está recuperada pero ella sigue con lo mismo
Poncho: no debemos presionarla, si se niega a marcharse tenemos que apoyarla, no me cansaré de decirlo Anahi: hasta cuando crees que podamos mantenerla aquí Poncho? la prensa nos presiona, la disquera nos presiona y Pedro... Dulce firmó el contrato para la gira mexicana y va a tener que hacerla!
Poncho: (levantó la voz) se de sobra en que situación estamos Anahi!
Christopher: (le hizo una seña a Any para que le dejara tranquilo) no te preocupes, todo irá bien! habla con Dulce, puede que después de que el médico la revisara hoy haya agarrado un poco más de confianza y tal
vez...
(Poncho pensaba muy callado, se sentó sobre el marco de la ventana)
Poncho: aish (se llevó la mano a la barriga)
Maite: cómo tienes los puntos?
Poncho: bien, bien
Christopher: su médico dijo que está cicatrizando bien
Cristian: se tardaron mucho no? y eso que sólo tenían que bajar dos plantas
Maite: creíamos que algo estaba mal
Poncho: nada que ver
Anahi: entonces dónde se metieron?
Christopher: había un tráfico infernal
Cristian: tráfico? pero de sillas de ruedas! o de camillas! o de qué?
(Poncho y Christopher se miraron nerviosos)
Poncho: es que de salida de mi revisión salimos a pasear
Cristian: de la mano?
(todos se echaron a reír menos Anahi que miraba a Christopher intrigada)
Anahi: para dónde fueron?
Christopher: Poncho tenía la despensa vacía y le llevé al super para echarle la mano, él no puede estar cargando peso todavía
(Anahi asintió pero poco convencida)
Poncho: chavos ya pueden irse... es bien tarde! no quiero que se esten quedando aquí tanto rato y menos tu Cris
Cristian: yo? pero si estoy mejor que tú!
Maite: en el ensayo de ayer te quejaste más que nadie
Cristian: claro que me quejé! y no sólo por mi eh? ese hombre quería matarnos a los cinco!
Christopher: a mi me hizo sudar tanto que casi me seca!
Anahi: que exageradito mi bebe!
(Christopher la llevó hacia él y la abrazó)
Cristian: hace rato que vengo diciendo que ese wey es un asesino! pero nadie me pela.. sta bien!
Anahi: lo que pasa es que ustedes con tantas vacaciones bajaron el ritmo
Maite: y no tienen ni diez días para ponerse en forma!
Poncho: no tengo ni diez días para muchas cosas...
Cristian: (le palmeó el hombro) no te preocupes herrera! cosas más dicífiles conseguiste de Dulce
Poncho: por ejemplo?
Cristian: uy no! no es momento para recapitulaciones... lo mejor será que nos vayamos
Poncho: sabes qué? si... será lo mejor!
(Cristian la sacó la lengua. Poncho se despidió de todos y entró en la habitación de Dulce que estaba plácidamente dormida. Se sentó en una butaca que estaba junto a su cama y mientras la miraba se quedó dormido. A media noche Dulce se despertó sedienta, bebió agua y miró a Poncho mientras dormia. Desvelada se levantó de la cama y fue hacia la ventana, apoyada en el marco veía los millones de luces que iluminaban la ciudad, los coches de un lado a otro y la calle a esa hora prácticamente desierta)
Poncho: (la rodeó por la espalda) estás bien?
Dulce: (se acurrucó entre sus brazos) no podía dormir, cómo te fue en la revisión?
Poncho: perfecto! está todo bien, y a ti? me dijeron que el Doctor te dijo que
Dulce: (le interrumpió) mañana firmaré el alta
Poncho: (la volteó emocionado pero no la vió feliz) qué tienes? no estás contenta? no quieres irte? si no quieres salir todavía Dulce... nadie te está presionando!
Dulce: quiero ir al entierro de la madre de Eric
Poncho: (la soltó de golpe, la miraba atónito) quién te contó?
Dulce: eso no importa, tengo que ir porque le prometí que en su tumba habría rosas amarillas y si no se las llevo yo no va a tenerlas
Poncho: (regresó a sentarse) no hay problema, mañana las encargamos y que las lleven
Dulce: no! las voy a llevar yo
Poncho: no! tú no! no que no querías salir de aquí? no que todavía no te sentías segura?
Dulce: no que querían que saliera? pues salgo! y es mi última palabra
Poncho: por qué este cambio?
Dulce: no me oiste?
Poncho: todo esto es por cumplirle una promesa a la madre del idio*ta ese?
Dulce: ten un poco de humanidad! ella no tiene la culpa de las fechorias del hijo!
Poncho: (respiró profundo) ok! deja que vaya yo
Dulce: no, quiero ir yo además quedé en eso
Poncho: quedaste en eso? con quién quedaste?
Dulce: (se echó de nuevo y se cubrió con las sábanas) buenas noches (se volteó)
Poncho: hasta cuando esta actitud? yo no tengo la culpa de nada de lo que pasó! no puedes estar así conmigo! me oiste? tienes que platicarme las cosas! no puede ser que te encierres así en ti misma! Dulce!
(se levantó, rodeó la cama y la encontró con los ojos cerrados, era obvio que no estaba dormida)
Poncho: quieres hacer el favor de responderme? (ella seguia igual) si te ayuda comportarte así.. adelante! como siempre apartándome de tus problemas... me haces sentir inútil, invisible a tus ojos! y eso duele...
(levantó la voz) Dulce!
(resignado y frustado salió de la habitación dando un portazo)
Dulce: se que te duele... y lo siento! pero necesito que estés lejos ahora! necesito que todos esteis lejos!
Cristian: entonces Poncho te acompaña?
Dulce: si... se puso terco con eso y ya para no escucharle...
Cristian: yo también creo que lo mejor es que vayas con el Herrera.
Dulce: ya...
Cristian: entonces ninguno de los dos vendrá al ensayo?
Dulce: tienen ensayo esta tarde?
Cristian: tenemos!
Dulce: me acostumbré tanto a no incluirme que ya...
Cristian: bueno! pero eso ahora ya terminó! estás emocionada?
Dulce: por qué? por regresar a los ensayos?
Cristian: más que nada por regresar a los escenarios! por la supergira que nos vamos a echar por la república!
Dulce: la verdad es que meterme en el estres de una gira no es lo que más me apetece ahorita
Cristian: tú soportas bien el estres Dulce: uy si! mírame que bien lo soporto!
Dulce: uy si! mírame que bien lo soporto!
Cristian: (se echó a reír) es cierto! ya no podrás ser nunca más la desvelada y nerviosa de Dulce! Dulce: (murmuró) no podré ser nunca más muchas cosas
Cristian: qué?
Dulce: que no sabré ni como pararme en el escenario
Cristian: no seas mensa...
Dulce: es cierto caray! pasó demasiado tiempo! y demasiadas cosas. No soy la misma de antes!
Cristian: es obvio que todo esto te ha de haber cambiado Dulce... nadie espera lo contrario! pero tienes que esforzarte un poco más! tienes que poner de tu parte para que todo sea como antes, por qué eso quieres no?
Dulce: si, pero no siempre tenemos lo que queremos en la vida!
Cristian: uy uy! este discurso derrotista no me apetece nada ahorita!
(Dulce se quedó callada mientras terminaba de recoger sus cosas y de meterlas en una maleta)
Dulce: me voy! me llevas esto a mi casa, no? dile a mi mamá que llegaré como a las once, aunque ella sabe! (se fue hacia la puerta)
Cristian: no me das ni un abrazo? ni un beso?
(Dulce fue y abrazó a Cristian pero fue un abrazo frio y forzado)
Cristian: (la tomó de la barbilla y la miró a los ojos) lo último que necesitas es dejarte caer
Dulce: tú no estás para discursos y yo no estoy para sermones
(Dulce salió de su habitación y bajó al aparcamiento donde la esperaba Poncho en su auto. Cuando salieron del hospital y tomaron la carretera Poncho vió por el reflejo del cristal que Dulce se secaba una lágrima)
Poncho: (le tomó la mano) estás bien?
Dulce: moría por salir de ahí, pero ahora me siento más débil y más insegura que nunca en mi vida
Poncho: no tienes que temer! ahora todo irá a mejor!
(Dulce se quedó mirándolo, pensando en silencio)
Poncho: qué?
Dulce: (quitó la mano y cruzó los brazos) avísame cuando lleguemos, intentaré dormir un poco, esta noche casi no pegué ojo
Poncho: (un poco enojado) fingir se te da muy bien por lo visto
Dulce: igual de bien que a ti mentir
(se ladeó en el asiento dando la espalda a Poncho y cerró los ojos. En el largo camino a Guadalajara se quedó dormida pero sintió cuando Poncho estacionaba el auto. Bajó y agarró los dos grandes ramos de rosas que Poncho había comprado antes de recogerla)
Dulce: es mejor que te quedes aquí
Poncho: (finjió una sonrisa pero estaba enojado) como quieras Dulce...
(Dulce entró en el cementerio. Había mucha gente, desde dónde estaba, Dulce no podía ver más que a Gloria, el ama de llaves de Eric y algunas personas allegadas que ella recordó de alguna fiesta. El sacerdote del pueblo (que Dulce renoció enseguida) estaba oficiando la ceremonia en memoria que los asistentes seguían en riguroso silencio y cuando terminó dió permiso para que pasaran a darle el pésame a los familiares y el último adiós. Dulce se acercó al féretro y colocó sobre él lo dos grandes ramos de rosas amarillas, se paró a un lado, agachó la cabeza y rezó)
Eric: gracias por venir, para ella significaría mucho Dulce: (sin levantar la cabeza) sabía que habías sido tú...
Eric: disculpa?
Dulce: qué haces aquí?
Eric: me dieron un permiso para venir a despedir a mi madre
Dulce: (lo miró) voy a morderme la lengua para no responderte lo que mereces
Eric: callarte no es tu estilo
Dulce: ir a funerales tampoco es el tuyo, creía que te interesaba más matar que llorar a los muert
(Dulce apretó los labios con fuerza y guardó silencio)
Dulce: te acompaño en el sentimiento
(le tendió la mano a Eric en señal de condolencia. Él levantó las manos que llevaba anilladas y le estrechó la mano. Luego se volteó y le pidió a uno de los guardias que lo acompañaban que le acercara una pequeña caja de cartón que había llevado con él)
Eric: (se la dió) esto es para ti
Dulce: (que seguía impactada por verlo anillado de esa forma, como todo un criminal y por un segundo se compadeció de él) para mi era importante venir a despedirla, le hice una promesa! gracias por avisarme!
Eric: por avisarte? yo no te avisé! aunque tenía la esperanza de que vinieras...
Dulce: (intrigada) y entonces?
Eric: entonces qué?
(la gente esperaba detrás de Dulce para poder dar el pésame a Eric)
Dulce: será mejor que me vaya... cuidate...
Eric: siento mucho el daño que te he causado, a ti y a todos los tuyos, espero que algún día puedas perdonarme
Dulce: yo espero que tú puedas perdonarte a tí mismo
(Dulce dió media vuelta para irse)
Eric: cuando salgas dile a Poncho que le mando saludos y que me alegra saber que está bien. Ojalá sepa cuidarte!
(Dulce se detuvo y lo miró, pero él ya no le estaba prestando atención, habíta retomado la cola para recibir el pésame. Dulce salió del cementerio y regresó al auto algo nerviosa y muy afligida)
Poncho: estás bien?
Dulce: si...
Poncho: qué es eso que traes?
Dulce: (miró la caja que llevaba entre las manos) no lo se!
(Dulce se dispuso a abrir la caja cuando un repiqueteo en el cristal la interrumpió. Poncho y ella miraron a la vez hacia la ventana. Poncho enmudeció al instante)
Dulce: (se volteó y se estiró hasta que logró abrir la puerta de atrás del auto) sube! rápido! Poncho arranca!

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