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De regreso a casa lo esperaba Debby, siempre tan atenta, abnegada en su cuidado, pero dar más no siempre significa hacerlo mejor. Esa noche Nathan tomo algunas prendas de vestir, su laptop, espero hasta la media noche, se la paso sentado al borde la su cama de agua contando mentalmente las horas, minutos y segundos que faltaban para que llegaran las 12 p.m. cuando llego el momento abrió la ventana de la habitación con un alambre improvisado que encontró en la calle.

Al día siguiente Debby se despertó, preparo el desayuno especial de Neithan lo sirvió sobre la mesa pero ella siempre espera a que el joven baje, tocaron la puerta aunque ella no esperaba a visita de alguien tan temprano atendió el llamado, se trataba del diacono Adif el cual ella hizo pasar e invito a la mesa sin embargo el se conforma solo con un vaso de jugo de manzana, después de servir el refresco la mujer se fue a buscar a Nathan a su cuarto pero al entrar en este solo encontró una nota cerca de la cama, escrito en cursiva ''Gracias'' con una carita feliz dibujada

Abren la puerta en otra lugar

-¡Neithan! Toma la pequeña maleta de que trae. ¿Estás seguro  qué quieres hacer esto?

El joven se queda viéndole fijamente. 

Ryusei mira por todas partes antes de hacer pasarlo a su departamento, no se ve nadie en el pasillo. Quítate la ropa. Nathan obedece y queda totalmente desnudo,  cierra la puerta, le pide al joven que se de la vuelta y se recoja el cabello, saca de un cofre madera un colgante de plata, con un dije muy peculiar, lleva el retrato de un ojo. Hueles como ella. Le da un beso en el cuello, toma el cabello de Nathan y le hace una trenza riñón, guarda la ropa que este se quitó en una bolsa negra y la tira a la basura.

Han pasado 3 semanas, no se ha sabido nada de Nathan por la iglesia lo cual preocupó un poco a Sean y a la mayoría de las personas pertenecientes al coro puesto que a pesar de la primera impresión que dio había logrado caer bien pues durante unas semanas había iniciado una campaña de conciencia ambiental en el barrio, el diacono Edif aseguraba que el simplemente se había ido de viaje y fue algo tan apresurado que no tuvo tiempo de despedirse, aquella versión no lo lograba convencerlo por lo que decidió tomar el metro e ir a comprobarlo por si mismo, sin embargo cuando llegó a la casa del lago, toco un rato la puerta y el timbre pero se le ocurrió asomarse por el buzón y vio como el espacio donde se encontraba la sala estaba aparentemente desocupado, corrió hasta la ventana del cuarto para comprobar que tanto Nathan como Debby ya no habitaban esa casa, lo cual lo hizo sentirse un poco bajo de nota (triste) 

Al otro lado de la ciudad, en un hotel ubicado en uno de los mejores sectores, el joven de 23 años, cabello color cobrizo estaba dejándose llenar la piel con tinta permanente en el área de la espalda,  aquella acción le generaba a Ryusei un placer sexual incontenible ya que es él quien lo esta tatuando de una manera tan metículosa y dedicada  al parecer Nathan también lo esta disfrutando mientras por un espejo el observa el reflejo de una mujer los observa, esta sonríe retirándose al instante, también una sonrisa se dibuja en el rostro del joven quien cierra lentamente sus ojos.

-Esperé mucho por esto, Ryusei se retira el tapaboca y los guantes, se lava las manos con abundante jabón, paso seguido se baja los pantalones frente a Nathan quien esta sentado en la camilla donde le estaba realizando el procedimiento y acaba en sus piernas. Lo siento, solo puedo pensar en Kathe cada vez que te  veo, si no fuera porque tienes lo mismo que yo en la mitad de las piernas lo haría dentro de ti porque sin ofender, el sexö por detrás  no es tan divertido.


El Novio de Mi Hermana / EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora