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Pero los atuendos de una boutique no le llamaban la atención, los tonos tan pasteles no le sentaban bien debido a el color de su piel, pero una camisa de manga larga floreada, un pantalón de tela color gris catedral y unos mocasines del mismo color, por supuesto no podía faltar el toque final para ser bienvenido en tal magno evento, Debby sacó de un viejo cofre adornado con piedras de cornalina una camándula de piedritas blancas, rosadas y verdes que ella le enseño a hacer a Nathan cuando este tan solo tenía 6 años.

Odio los collares, solo sirven para dar comezón.

Una vez dentro de la iglesia Debby con un hábito sobre la cabeza se dirigió hacia el sagrario mientras que Nathan hacia un recorrido dentro del santuario,  fijo su mirada en una de las habitaciones de un pasillo escucho lo que parecía ser el sonido de unas voces que entonan el ''Ave María'' acompañados por la melodía de un piano, Nathan no se aguanto las ganas, ingreso sin previo aviso a aquel recinto y sin mediar palabra alguna toco el instrumento de teclado y cuerdas percutidas con sus dedos para después posar su cabeza sobre este como si se tratase de algo muy especial para el, el coro quedo conmocionado no solo por la reacción del joven si no también por su apariencia un muchacho de cabellos largos  apareciendo de la nada  se ha apoderado del instrumento armónico más no se detuvieron ni por un segundo.

Una vez terminada aquella pieza musical el coro en general comenzó a cuestionarse acerca de la presencia de ese joven que no pronuncio saludo de cortesía y aun no se presentaba solo, estaba ahí


-Oye el ensayo ha terminado por ahora. Le susurro el pianista removiendo sus cabellos de la caja del piano vertical

-¿Eh? ¿¡Sean!?

-¡Sorpresa! Le respondió en tono burlon agitando sus manos. –Compañeros requiero de su atención por unos segundos. lo tomo de los hombros. -Les presento a Natán Windsor Dahmer.

-¿Es un chico? Grito atónita una de las chicas que pertenece a el  coro, bajo rápidamente de los escalones en los cuales precisan ensayar, una adolescente afroamericana con un tono de piel no muy oscuro, se acerco lo suficiente con la intención de tocar el rostro de Natán pero este dio un paso hacia atrás dejándole con las manos extendidas evitando el posible contacto físico.

-Lo siento... el joven trataba de cubrir su cuello rosado a causa de las piedritas de la camándula que le estaban causando sarpullido

Momento incomodo

-Esto, el es un poquito tímido nada más jaja, todos hemos sido esquivos alguna vez.

Sean es un agradable sujeto para la mayoría de sus compañeros por lo que no se toman a mal la actitud del muchacho y por el contrario se presentan ante el sin reprocharle la acción de su acompañante, después de salir del cuarto Nathan pronuncio en voz alta:


-¡Debby!

-¡Natán! Te estaba buscando por toda la iglesia, ya te inscribí  ante el párroco, ahora tanto el diácono como el catequista te quieren conocer.

-Lo siento, es que encontré a un amigo en este lugar... te lo presento ¡su nombre es Sean!

-Es un gusto enorme conocerle señora Debby.

-Encantada de conocerle  amigos a Natán. Sonríe cálidamente estrechando su mano

-¡Sean te estamos esperando! Le llamo Brick un amigo de la infancia desde la puerta de la iglesia.

-Disculpen debo retirarme, nos veremos más de seguido. Menciono el adolescente con entusiasmo retirándose.

Fue Debby de la mano con Natán hasta el despacho parroquial en donde lo esperaban

-¡Bienvenido! Exclamo el catequista quien se encargara de guiar a los jóvenes que se han inscrito en el curso de preparación para el sacramento de la confirmación

-Hijo de Dios. le recibe el parroco con los brazos abiertos pero no le dio tiempo a Nathan de alejarse ya que el simplemente lo tomo desprevenido. - Que agradable noticia es tener tu presencia dentro del templo del Señor.

-Si... respondió algo ajeno a el abrazo.



Luego de salir de el santo recinto se dirigieron a casa, Debby al volante le pregunta a el muchacho si quiere tomar un refresco, y el acepta en el acto, la presencia de esa mujer y compartir a su lado es una de las actividades que mas disfruta, por lo que deciden hacer una parada en un centro comercial, el chico a tomado sus medicinas a tiempo y por ello el día ha sido tranquilo.

Por un momento, Debby le recomienda a Natán que la espere allí sentado mientras ella paga por las bebidas que consumieron, el se entretiene con un pitillo de color naranja que tiene en la mano, pero este cae el suelo por lo que el se agacha un poco para alcanzarlo y en eso al regresar a la posición en la que se encontraba lo vio, habían pasado unos años ya, Ryusei el que fue novio de su hermana, el mismo que hace confundir sus emociones lo estaba observando desde el segundo piso del centro comercial.

El Novio de Mi Hermana / EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora