Pasaron trece años, no poder recordar lo ocurrido...¿ vendría siendo algo a favor o en contra? Silencio, solo hubieron pensamientos mudos durante este tiempo de soledad.
Sonido de carro en movimiento
-¡Ya se, piensa en un color y yo adivino cual es!
-Guarde silencio.
-Hmm... el joven se recuesta sobre el sillón en la parte trasera del auto y observa como las nubes van formando diferentes figuras abstractas sin sentido alguno -Quisiera poder tocarlas de nuevo - (suspira) mientras el chófer se queda viéndolo por espacio de segundos por el espejo retrovisor delantero
-Llegamos. Se baja, abre la puerta y el chico sale del auto, algo pálido, algo flaco con unas ojeras pronunciadas, pero curado bueno eso es lo que usualmente suelen decir los doctores que tratan a los pacientes en esa clínica de reposo.
Una especie de casa veranera con un lago y una vista sorprendente
-Es mágico -exclama, mientras camina por el sendero de tulipanes blancos y rojos que conducen hacia la entrada de la casa
Nathan toca la puerta con las yemas de los dedos la madera con una textura tosca y fina al mismo tiempo y sin necesidad de recurrir al timbre la puerta es abierta desde su interior por una señora de cabello castaño, de aproximadamente unos cincuenta y tantos
-¡Nathan!, dice la señora con una calidez, como si familiarizara con el desde hace mucho. Bienvenido -le sonríe.
Sin siquiera saludar o algo parecido el chico se abalanza sobre la mujer dándole un fuerte abrazo
-Gracias por traerlo hasta aquí.
-Ese es mi trabajo enfermera, cuide de el; finalizando la oración el chófer sin más aborda el auto lo enciende y va desapareciendo entre la neblina que abriga el montañoso lugar.
Entran a la casa
-Cuidare de ti Nathan, dime ¿ me recuerdas?
-Yo... no lo sé -esta algo atontado por las medicinas.
La enfermera le enseña la casa, no es muy grande pero si elegante refinada y poco amoblada ahora lo llevara hasta la que sera su nueva habitación cuenta con un armario, las luces se encienden solo con aplaudir dos veces y se apagan con tan solo una palmada, no tiene ventanas, el color de la pared es un tono arena tal vez demasiado sencilla sin embargo hay algo relevante que llama la atención del chico de una manera sorpresiva y es la cama de agua con pecesillos de colores dentro de ella algo así como un pequeño ecosistema con iluminación incluida
Su sorpresa es tan grata que acelera el paso y cae arrodillado ante la cama tocándola con todo el sumo cuidado del caso, hecho con fibras de plástico moldeable que se adaptan al cuerpo de la persona alargan y garantizan la supervivencia de las vidas que habitan su interior
Algo un tanto exagerado pero mas real que cualquier película animada.
El color de sus ojos combina a la perfección con el color del agua de la cama
Nathan se sube en esta de rodillas, en esa posición acerca su rostro hacia el cristalino colchón doblando sus codos y dejándose caer suavemente de costado mientras Debb (la enfermera) se queda mirándole
-Debby, ¿ puedes venir hasta aquí?
Al principio ella niega con la cabeza pero pasan tan solo unos cuantos segundos para que cambie de opinión camina y se sienta en el borde de la cama
-¡No Debb! le reprocha dándole unas cuantas palmaditas a la cubierta de la cama indicándole que se recueste cerca de el, esta nuevamente lo piensa pero termina accediendo entre risas lo cual Nathan también hace
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El Novio de Mi Hermana / EN PROCESO
Novela JuvenilQuererte y tenerte, Tenerte y perderte, Me gusta tocarte donde mas te duele, Si juegas conmigo tal vez puedas perder. De 7,271 miles de millones de personas en el mundo tenias que ser tú. Perdóname agua de mi vida.