El Dragón de Ojos Dorados - Vol 1

7 - La Princesa Fénix

-Estaremos llegando en unos minutos más- Dijo Ruval Phoenix-sama, mientras yo miraba por una ventanilla el extraño pasaje dimensional.

Estaba junto a Asia y el hermano mayor de Ravel, en un tren hacia el inframundo. Tal como dije antes, existen distintas dimensiones paranormales conectadas con la "tierra" o "mundo humano"; esta era una forma de viajar hacia el inframundo, un tren que utilizaba círculos mágicos para viajar entre las dimensiones; es el principal medio de transporte entre estas dimensiones. En otras condiciones estaría asombrado e intrigado sobre esto, pero no podía relajarme por más que lo intentara.

Asia, quien estaba a mi lado, tomó mi mano entre las suyas y la acaricio con dulzura para intentar calmarme; voltee a verla y pude notar su tristeza en sus ojos. Ambos tuvimos que realizar muchas llamadas antes de viajar, aun así estamos muy nerviosos de lo que podría suceder

-Lamento arrastrarlos a esto de esta manera- Dijo Ruval-sama, llamando nuestra atención –Este asunto no les incumbe al ser demonios de clase baja, pero estoy seguro que están preocupados con Ravel y sé que ella quera tenerlos a su lado- Dijo mientras se sacaba sus lentes de sol elegantes

Negué con la cabeza ante sus palabras –Nosotros somos quienes deben disculparse, Ruval-sama- Dije mientras lo miraba –Usted nos ha dado una oportunidad de ayudar a Ravel en todo esto-

-Sin mencionar que ha arreglado nuestra ausencia en el colegio y conversando con mamá y papá para que no se preocupen por nosotros- Dijo Asia mientras miraba agradecida al hijo Phoenix

Cuando Ruval-sama nos informó acerca de la situación de Ravel, tanto Asia como yo afirmamos que iríamos al inframundo en cuanto la oferta fue dada; en el momento que mamá llegó, Ruval-sama se encargó de informarle sobre "El viaje multi-cultural" que propuso el "departamento de lenguaje de la academia Kuoh", Ruval-sama le informó de todo a mamá y partimos en ese instante

-Emm... Phoenix-sama... ¿Hay algo que podamos hacer por Ravel-sama?- Preguntó Asia con algo de nervios al hablar con Ruval-sama

-Llámame Ruval, a donde iremos habrán muchos Phoenix- Ruval suspiró y miró con seriedad a Asia –Lo único que ustedes deben hacer es darle apoyo moral a Ravel, dejen que nosotros nos encarguemos de la parte política- Dijo Ruval mientras se ponía de pie –Manténganse en el nivel bajo de la casa, por más de ser siervos directos no deberían estar en la mansión, así que ocúltense de mis padres-

-Espera...- Dije con dudas –Hablas como si estuviéramos actuando a escondidas- Dije lo que pensaba

-Eso mismo estamos haciendo, no se preocupen... Nada malo pasara mientras mantengan un perfil bajo- Debió decir eso antes de traernos –Ahora sujétense- Seguido a esas palabras todo el tren se sacudió, me sostuve de mí asiento mientras Asia se aferró a mí cuerpo

-Entramos en el inframundo- Dijo Ruval-sama para luego ponerse de pie –Es hora de irnos- Dijo mientras nos hacía señas para que nos acercáramos a él

-¿Qué? ¿No hay que esperar para que el tren llegue a la estación?- Dije confundido

-Normalmente así seria, pero tengo el permiso para realizar portales a cualquier parte del inframundo- Dijo mientras creaba un círculo mágico en nuestros pies –No podemos dejar que los vean llegar a la mansión-

-¿Entonces a dónde iremos?-

El círculo debajo de nosotros brilló y la luz nos cubrió a los tres, el destello hizo que cerrara los ojos y unos segundos después pude escuchar un gritó de sorpresa

-¡Kya!... ¡¿Ruval-Onii-sama?!- Reconocería esa voz donde sea -¡No te aparezcan en mí...- Abrí los ojos y me encontré con un ello azul oscuro mirándome, eran los ojos de mí ama, Ravel Phoenix. Solo pasaron unas horas desde la última vez que la vi, pero por el anhelo que tenía por verla, siento que han pasado años desde la última vez que vi el azul de sus ojos o su dorada cabellera -¿I-Issei...?- Ravel me miraba confundida, entonces note como algo se acercó velozmente hacia ella -¿A-Asia?- Dijo mí ama al ver como su alfil la abrazaba