El Dragón de Ojos Dorados - Vol 1

4 - ¡YO SERÉ TU AMIGO!

En el salón del consejo estudiantil, apareció un círculo de tele-trasportación y luego de unos segundos un grupo de jóvenes demonios apareció. Todos se asustaron al ver lo primero que apareció

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAHH!- Hyoudou Issei estaba arrodillado, con la cara en el suelo, mientras gritaba con todas sus fuerzas. Todos los que estaban presentes se asustaron y comenzaron a acercarse al castaño

-Issei, Issei- Ravel Phoenix se colocó al frente de todos y se arrodillo preocupada por su siervo -Mírame, Mírame Issei por favor- Dijo la joven Rey, mientras intentaba levantar el rostro de su peón, todos se sorprendieron al ver el estado en que estaba

-Issei/san/kun/Hyoudou- Todos lo nombraron al ver las heridas y la fatiga mental que presentaba el más reciente compañero demonio

-¡Asia! ¡Asia!- Gritaba, una y otra vez, mientras veía a todos sus compañeros demonios rodeándolo -¡Tengo que volver! ¡Tengo que volver por ella!- Gritaba mientras sus lágrimas y sangre caía al suelo. Todos estaban sorprendidos por su estado, sí; Pero les sorprendió más el saber que a pesar de estar tan demacrado, rogaba porque lo volvieran a enviar a ese lugar

-¡Issei! ¡Por favor, para! ¡No estás en condiciones para hacer algo ahora, tenemos que tratar tus heridas!- Decía Ravel, en un intento de que su peón se preocupara por su bienestar personal

En lugar de eso, Issei se puso de pie de golpe

-¡Si no hacemos algo... Ese hombre va a matar a Asia! ¡La va a torturar y la va a violar! ¡No puedo dejar que le pase algo malo!- Cada palabra que decía el castaño sorprendía más a los presentes ¿Qué les había ocurrido?

Cuando Issei intento dar un paso, este estuvo a punto de caer, pero sintió como alguien lo abrazaba y lo ayudaba a mantenerse de pie, más bien, se ayudaban mutuamente a mantenerse de pie

-Issei- Dijo Momo, mientras esta escondía su cara en el pecho del castaño, todos se sorprendieron al ver eso, ya que conocían la seriedad y la personalidad de la albina. También por el hecho que lo había llamado por su primer nombre, siendo una persona de poca confianza con los desconocidos -Issei, por favor- Momo rompió en llanto, sorprendiendo al castaño -Tienes que recuperarte, tienes que sanarte- dijo en voz alta y luego -Tienes que hacerlo, para poder salvarla- Dijo en un susurro, tan bajo, que solo Issei pudo escucharlo

-Mo... mo- dijo el castaño antes de desmayarse

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En alguna parte del inframundo, en una ciudad llamada Grigori

Estaba una chica de cabello negro como la noche, mirando perdidamente hacia el horizonte, pensando en cierto castaño que conoció semanas atrás. Ella era Raynare, un ángel caído bajo las órdenes de la cadre Penemue. Ella había sido encargada de una misión ordenada por el mismo Gobernador de los ángeles caídos Azazel. La misión encargada a distintos caídos, consistía en vigilar a diversos portadores de Sacred Gears y actuar como guarda espaldas, ya que se divulgaban rumores de una traición dentro de los principales representantes de la facción, cuyo plan consistía en arrebatar los sacred gears de los humanos y asesinar a aquellos que creían peligrosos. Para impedir esto, Azazel ordeno a Raynare y a otros caídos más, el vigilar a los humanos

A Raynare se le asignó el vigilar a Hyoudou Issei, un completo don nadie con ningún logró en su haber. Ella creyó que sería un trabajo fácil y que nada malo resultaría de solo observar.

Con el paso de los días, Raynare descubrió que el sujeto al cual vigilaba... Era un completo pervertido... El cual se la pasaba siendo evitado, insultado y hasta golpeado por las mujeres. Sumando a la desgracia de la caída el hecho de tener que vigilar en una zona a cargo de las hermanas de los reyes demonios, hacían que Raynare pensará en asesinar por su cuenta al castaño de una vez por todas