11 - El Sekiryuutei ha despertado

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Regresemos en el tiempo hace unas horas atrás, mucho antes de que Issei despertara en la mansión Phoenix. Momentos en los que Ravel Phoenix visitaba al Rey Demonio Ajuka Belcebú, junto a la nueva pieza de su nobleza; Ingvild Leviatán, su reina

Ambas jóvenes caminaban por los pasillos de la mansión del Maou, siendo escoltadas por un gran número de guardias de la casa Phoenix, por petición de Roger Phoenix, quien continuaba algo paranoico por el reciente secuestro que había sufrido su hija, a manos de la diosa de la noche Nyx

Por parte de la 4ta hija Phoenix, Ravel solo pensaba en el extraño evento que sucedió al recibir sus Evil Pieces, dónde una de estas flotó hasta elegir a Ingvild y entrara en su cuerpo en un acto muy peculiar, esto realmente la extrañaba y considerando todo lo que escuchó y vio de Nyx en esos extraños templos, hacían que se perdiera en su cabeza en busca de una respuesta

Por parte de la joven Ingvild, esta se encontraba muy nerviosa y aterrada por todo lo que había pasado en tan poco tiempo. Después de pasar tantos años atrapada, ella tenía miedo de cómo iba a vivir su vida de ahora en adelante. Aun así decidió seguir a las amigas de Issei, al ser este la única persona con la que había hablado y depositado su confianza en mucho tiempo, sin mencionar que pudo volver a hablar con Ddraig mediante él… Pero ahora se encontraba caminando junto con esa chica llamada Ravel, siendo rodeada por un gran número de hombres con uniformes extraños y yendo a quien sabe dónde. Deseando poder ver al castaño de nuevo, para que al menos le dé una simple explicación de todo lo que está sucediendo

(¿R-ravel-san?)

-¡Waaah!-

-¡¿Ravel-sama?!-

-¡¿Princesa, se encuentra bien?!-

Ravel no pudo evitar gritar de la sorpresa al oír a alguien hablándole dentro de su cabeza, ese grito alerto a los escoltas a su alrededor, quienes al instante rodearon a ambas jóvenes y se pusieron en guardia ante cualquier tipo de agresión. La repentina sorpresa de Ravel desapareció en segundos, al recordar haber oído esa voz hace unas horas en el templo, en ese entonces ella oyó la voz de Ingvild sin que la chica abriera la boca.

-E-estoy bien- Dijo Ravel un poco avergonzada por el espectáculo que sus guarda espaldas estaban montando –Solo… Recordé algo aterrador- Dijo para que los guardias se calmaran y volvieran a la misma formación que habían tomado desde que partieron del territorio Phoenix

(Lo… Lo lamento) Ingvild se disculpó con sinceridad al ver que había asustado a la rubia

(No… No es tu culpa… Solo me tomaste por sorpresa) A la princesa Phoenix le resultaba extraño estar hablando con alguien en su cabeza, Issei le comento hace tiempo de como el Sekiryuutei conversaba con él durante los combates de entrenamiento, pero nunca imaginó que ella experimentaría algo como eso

(Tu eres una de las amigas que Issei-san quería salvar… ¿Sabes por qué estamos haciendo todo esto?) Preguntó Ingvild, tratando de conversar con Ravel

(Iremos a ver a un Rey Demonio, es alguien que ayudó en nuestro rescate… También podrá explicarnos que fue eso que sucedió en cuanto llegamos a la mansión) Respondió Ravel, de una manera que Ingvild pudiera entender. Ella no creía que su nueva reina sea estúpida, pero según ha entendido, Ingvild ha pasado muchos años aislada y víctima de la enfermedad del sueño, por lo que hay cosas que deberá explicarle con más detalles y en ese instante no tendría tiempo para algo como eso (Esto puede resultar algo aterrador para ti, pero te garantizo de que todo saldrá bien)

(Todo es muy extraño para mi… Pero si tú lo dices, entonces debo creerlo) Dijo Ingvild con algo de miedo al inicio, pero con seriedad al final

El Dragón de Ojos Dorados - Vol 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora