El Dragón de Ojos Dorados - Vol 1

26 - Charla con un Hombre Peculiar

Mi mente estaba en un estado de relajación que nunca antes creí poder alcanzar, todo el cansancio, dolor y estrés que podría haber acumulado en mi cuerpo, desaparecían de un segundo a otro; como si nunca antes habrían existido. La sensación que envolvía mi cuerpo era reconfortante, cálida y extremadamente cariñosa. Mi conciencia volaba al borde de perderse mientras mas me hundía en este agradable ambiente del que no deseaba salir 

Una suave mano se colocó sobre mi frente y lentamente se posicionó en mi cabello, comenzando a masajear mi caballera tiernamente de alguna forma entre maternal y romántica, el tacto acababa de generar un escalofrió por el cual no pude evitar sonreír, su caricia me era sumamente agradable y no podía evitar que el sentimiento de felicidad crezca en mi 

-Issei-san- El placentero ambiente comenzó a desaparecer, mientras una melodiosa voz decía mi nombre en un tono muy feliz. Abrí lentamente los ojos solo para encontrar el hermoso rostro de la bella reina de nuestra nobleza -Tu cuerpo ya esta de nuevo en armonía- Dijo ella en susurros mientras me sonreía y volvía a acariciar mi frente, como había estado asiento desde nuestra sesión de tratamiento 

-Muchas... Gracias... Ingvild- Dije mientras trataba de recuperarme de los efectos de su Sacred Gear 

-Fufufufu- Ella se río de una manera demasiado adorable, mientras yo continuaba disfrutando de su mano acariciando mi cabeza y sus suaves muslos en mi nuca, estaba recostado viendo hacia sus hermosos ojos brillantes, lo que a su vez me dejaba ver hacia sus pechos mientras ella usaba ese suéter sin hombros de color morado -Es bueno ver que Issei-san sea tan dedicado con su entrenamiento, pero no te esfuerces demasiado- Ella sonrió mientras era honesta con su preocupación por mi 

-Lo sé, lamento haberte molestado, pero el entrenamiento de Xuelan es demasiado intenso, su estilo de pelea trabaja partes de mi cuerpo completamente distintas a las que entrenaba junto a Ruval-sama- Dije mientras le sonreía, aun no tengo planeado retirar mi cabeza de sus piernas 

-Cambiar tu estilo de combate puede ser muy doloroso para tu cuerpo, debes tener cuidado, por mas de que seas casi dragón, sigue sometiendose bajo mucha presión- Ingvild llevó su mano desde mi cabeza hasta mi pecho, para ser exacto hacia donde estaría mi corazón 

-Siempre he pensado esto, pero... ¿Cómo es que sabes tanto de Dragones, es gracias a tu Sacred Gear?- 

Ella negó con la cabeza, para luego sostener mi nuca con sus dos manos y lentamente levantar mi cabeza y sacarla de su regazo, ella estiro sus piernas luego de eso y movió tiernamente los dedos de sus pies -Ddraig me habló mucho sobre los dragones durante todos los años que estuvimos juntos- Dijo ella mirándome, a pesar de mostrarme un poco triste de haber sido sacado de ese cómodo lugar -Me habló sobre todo acerca de los dragones, como crecen, acerca de su fuerza, sus magias y habilidades natas, incluso su cultura y costumbres- 

-¿Los dragones tienen cultura? creí que solo eran bestias muy poderosas- Dije confundido, a pesar de haber leído mucho sobre el mundo sobrenatural, nunca he leído sobre los dragones mas allá de sus clasificaciones, como un mero capricho de curiosidad que tuve en el momento que oí sobre "Dragones Celestiales"

-Los dragones son una raza mas del mundo sobrenatural, a pesar de no convivir entre ellos como una sociedad, han desarrollado sus costumbres y tradiciones que respetan con suma dureza- Dijo ella mientras levantaba un dedo -¿Sabias que su sangre tiene factores estimulantes y energizantes que agudizan los sentidos corporales y espirituales?- Dijo ella muy emocionada, parece que realmente disfruta hablar de estas cosas 

-No, no lo sabía- Dije con sinceridad -Ddraig no me ha hablado de esas cosas, bueno... De nada que no este relacionado al combate- Ingvild hizo una expresión con la que daba a entender que sabia con exactitud de que estaba hablando, a decir verdad, Ddraig suele conversar mucho mas con ella que con cualquier otra persona que conozco, incluyéndome