Capitulo 7

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A medida que pasaba el día, ___ seguía ignorando las señales de alarma que se disparaban en su cabeza, ninguno de los dos sacó el tema de cuándo volvería a casa, o al trabajo, o de lo que estaba ocurriendo entre ellos. Después de haber silenciado sus palabras anteriormente, era como si los dos hubieran llegado a un acuerdo para ignorar el tema por completo y simplemente disfrutar del momento.

Sabía que debía marcharse, que quedarse significaba que al día siguiente sería más duro, pero seguía demasiado cansada y no era sólo su cuerpo, sino también su voluntad la que estaba cansada, no podía seguir negándolo. El deseo que sentía por él era abrumador y tras haber saboreado las más altas cotas de placer, no parecía ser capaz de renunciar a ello. 

Simplemente quería sucumbir una y otra vez, mientras Kyungsoo tiraba de ella, se prometió a sí misma que sólo sería una noche más, una noche más, tras sentir sus besos de nuevo, ya sólo pudo pensar en una cosa.

**************

El sonido del despertador asustó a ___.

Kyungsoo: Maldita sea —gruñó él. —Tengo que irme —pero no hizo ningún intento por salir de la cama; más bien, comenzó a despertarla del todo a su manera juguetona.

Cuando se fue a la ducha, ___ se quedó en la cama y se sintió horrorizada al comprobar que regresaba a su estado de sopor, entonces abordó el tema que había estado ignorando durante las pasadas treinta y seis horas.

___: Debería irme a casa y al trabajo —dijo cuando él regresó a la habitación.

Kyungsoo: No, aún estás enferma.

___ se dispuso a contradecirlo, pero un ataque de tos silenció sus palabras, Kyungsoo la miró con una sonrisa de «te lo he dicho».

___: Al menos debería estar recuperándome en casa —dijo ella con un suspiro. —Ya no tengo fiebre.

Kyungsoo: No —la finalidad de su tono era inconfundible, no cabía duda, estaba acostumbrado a conseguir lo que quería.

___: Kyungsoo —insistió ella. —No puedo quedarme aquí. —Kyungsoo se inclinó sobre ella, aprisionándola contra la cama, y le dio un beso.

Kyungsoo: No puedes irte, no tienes dinero ni ropa, y yo tengo tus llaves —dijo con brillo en la mirada. —Duerme un poco, hablaremos esta noche, ¿de acuerdo?

Sorprendentemente, se quedó dormida casi toda la mañana, aún tenía tos, y sentía como si la hubiese atropellado un autobús, aunque no era de extrañar, teniendo en cuenta el ejercicio que había estado realizando durante los dos días anteriores. Sonrió, Kyungsoo tenía una vitalidad alucinante.

Mientras buscaba en la cocina algo de comer, se dio cuenta de que estaba deseando que Kyungsoo entrara por la puerta, de hecho, estaba contando las horas. En ese momento sonó el teléfono y se quedó mirándolo; sujetando la puerta del refrigerador abierta, aunque no fue eso lo que le provocó el escalofrío, dejó que sonara y saltó el contestador.

Kyungsoo: Soy yo, contesta.

Descolgó inmediatamente, llevada por el instinto, fue una llamada breve; al parecer Kyungsoo no tenía nada importante que decirle, estaba segura de que la había llamado sólo para asegurarse de que aún seguía ahí.

Kyungsoo: Iré a casa lo antes que pueda —dijo él antes de colgar, 

A casa...

Lentamente, ___ colgó el y se quedó mirándolo durante unos segundos ¿Cuál era su casa? había estado viajando durante casi dos años y le había encantado, pero su tiempo había acabado. El boleto ya estaba comprado, tenía amigos a los que no había visto en todo ese tiempo y que ya estaban planeando citas para comer, estaba deseándolo. 

Toda la noche con elDonde viven las historias. Descúbrelo ahora