Capítulo 7

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   Desde ese momento comencé a alejarme de mis amigos, de quienes eran sus amigos. Los veía en el colegio todos los días si, pero a él no lo quería ver ni en figurita, no me sentía lista para nada. Lloré mucho, debo admitirlo, pero después me di cuenta de que si no era lo que yo quería, no era lo que yo necesitaba.

   Para cuando pasó todo eso yo seguía en el tratamiento por la alimentación, y me sorprendió el hecho de que solo canalicé el dolor por donde debía, lloré lo que tenía que llorar y hasta ahí llegó. Antes cuando me sentía mal, mucho tiempo antes, no comía, o me atracaba, o vomitaba, o me cortaba, pero esa vez no y eso me demostró lo bien que ya estaba, cada vez mejor.

   Terminé la secundaria también ese año, tuve una hermosa fiesta de egresados, la cual al principio no quería hacer por las mismas razones por las que no hice fiesta de 15 años pero luego me di cuenta, a pesar de que no estaban físicamente ni mis padres, ni mi abuela, tenía al resto de mi familia que me amaba (y ama) incondicionalmente. Ellos iban a estar ahí, ¿por qué no pensar en lo positivo? ¿Por que siempre pensando en quienes no están y no pensando en quienes están?

   Con mi tratamiento cada día mejor, a pesar de seguir con psiquiatra por medicación (porque sí, me recetaron medicación para la ansiedad, además de tener depresión) yo me sentía bien, por fin podía decir "me siento bien conmigo misma".

   Gracias a todo eso pude irme a vivir sola, donde me cocino, hago los haberes de la casa y trato de mantenerla lo mejor posible, porque como dicen muchos "el orden de tu hogar refleja el de tu cabeza".

   Hace poco me puse a pensar, ¿a dónde podría haber llegado si no hubiese hablado? ¿Por qué causarme tanto dolor cuando los problemas se pueden solucionar de mil maneras diferente y no haciéndote mal a vos mismo? ¿Por qué causar mas dolor a una familia que ya había perdido y pasado por tantas tristezas? 

Renacida [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora