Renacida [COMPLETA]

Capítulo 8

   Esto es para vos, ¿estás atravesando un mal momento? ¿Tenés una tristeza que sentís que no vas a soportarla mucho más? ¿Tenés miedo de hablar? ¿Te sentís solo o sola, perdido o perdida? ¿Estás atravesando por la adolescencia, donde muchos adultos creen que no es nada pero es el momento en el que mas preguntas tenés dentro? ¿No tenes amigos o no te sentís acompañado o acompañada?

   El mejor consejo que puedo dar, por haberlo vivido en carne propia es pedí ayuda, hablá. Soy consciente del esfuerzo que se tiene que hacer, de lo mucho que puede costar, pero los problemas no siempre los podés resolver solo, algunas veces necesitad un empujón, necesitas alguien que te ayude, o tal vez necesitas a alguien que simplemente esté ahí, con quien sepas que podés contar, un hombro sobre el cual puedas llorar pero también una sonrisa con la que puedas volver a reír.

   Pedir ayuda no es de débil, llorar no es de débil y mucha gente debería de entender eso. A veces en la vida uno simplemente no puede, uno simplemente necesita un poco de ayuda para seguir y eso no se cuestiona, pero al haber tantas personas riéndose o burlándose de chicos que necesitan algo más, con mayor razón no hablan.

   Hablen y dejen hablar, escuchen y dejen ser escuchados, ayuden y dejen que la ayuda venga a ustedes; no lo cuestionen, no lo nieguen, si necesitás algo decilo o al menos dejá que hagan cosas por vos.

   Siempre va a haber alguien dispuesto a ayudarlos, a darles una mano, a escucharlos; y si todavía no encuentran esa persona no se rindan, sigan con la búsqueda porque eso significa que todavía no encontraron a la persona indicada.

   No se encierren en su propio mundo, salgan, explore,, porque así es como van a encontrar las cosas buenas de la vida. No digo que todo sea hermoso, existen personas malas que buscan hacer sentir peor al otro, existen situaciones que no se pueden resolver y solo queda superar y seguir, pero cuando esas cosas pasen seguí, que yo se que vos podes.

   Ahora a mis 18 años puedo decir que estoy bien, que me siento bien. Hago las cosas que tengo y necesito hacer, empecé la facultad y me siento feliz con eso. Me siento bien conmigo, con mi vida y con lo que me rodea. Ahora veo un futuro que antes estaba borroso, me veo a mi siendo lo que quiero ser, haciendo lo que quiero hacer, y todo eso estando saludable. Ya sin autolesiones, sin deseos de morir, sin querer escaparme del mundo; puedo decir ¡lo logré! o al menos, ¡lo estoy logrando! Porque esto no terminó, y si, siempre van a haber obstáculos en la vida pero el secreto está en quedarse esperando a que desaparezca o en hacer algo para que ya no sea un peso más en la espalda.