¡Maldito Liam!, claro, él desaparece y yo me quedo esperando a que me culpen. Ya llevaba más de 10 minutos buscándolo y lo único que conseguí fue que mi rostro ardiera gracias a las gigantescas ramas. El camino era escarpado y sólo estaba armada con una mísera linterna de tamaño mediano, Everady y un pequeño treaser de bolsillo. Mi madre extremó en precauciones con eso, pensó que sería necesario ya que iban chicos. Raro, lo sé.
-¡Mierda! -grité al haberme tropezado y caído a causa de una roca- ¡Liam! -llamé por trillonésima vez.
Seguía tirada en el suelo selvático cuando las hojas de los arbustos se movieron. Giré mi cabeza en la dirección donde escuché el movimiento. Sonó otra vez. Me senté en mi lugar con traeser apuntando hacia los arbustos. Los sonidos se hicieron más fuertes, hasta que finalmente me incorporé. La bulla cesó por un rato y finalmente saltó algo que no pude identificar ya que cerré los ojos esperando una muerte inminente por parte de algún animal salvaje. Pero cuando los abrí...
-¡Liam!, ¡tú idiota, casi me das un infarto!- él se carcajeó.
-¿Te preocupaste por mí?, pensé me habías echado-
-No me preocupé tanto por tí, más por mí. No quiero sentirme más culpable de lo que ya me siento. ¿Estás bien?-
-Claro, ¿tú?-
-Igual de bien supongo, ¿dónde estabas?, ¿no escuchaste mis gritos?-
-Si lo hice, sólo que creí que no era hora de encontrarme contigo-
-¡¿No era hora?!, son las...-paré para mirar mi reloj- ¡2:11 de la mañana!- exclamé exaltada.
-Ok, ok, tranquila, ya sé que es tarde, yo también tengo reloj- levantó su muñeca mostrando un Casio.
-Oh qué sorpresa, sin embargo, creo que es hora de irnos, ya sabes a dormir. Tengo sueño- aseguré.
-De acuerdo bella durmiente- se burló.
-Cállate-
Lo tomé del brazo fuertemente y caminé segura con rumbo a nuestra carpa. Mientras avanzábamos por el improvisado sendero que hize de ida, Liam no dijo ni una sola palabra. Por lo menos fue amable en callarse.
Al llegar al campamento, todo seguía igual, el fuego encendido, las carpas cerradas, el silencio reinaba. Ahí fue cuando lo solté. Me dirijí al "portaleña", si se le puede decir así a un rincón donde hay leña limitada con unas cuantas boyas, para sacar unos troncos y avivar el fuego. Saqué alrededor de 2 pedazos pequeños y 4 grandes, que fuí colocando de a pocos.
-¿No quieres que te ayude?- preguntó Liam acercándose.
-No gracias, ya termino- contesté.
Él subió y bajó sus hombros en señal de resignación. Eché el último tronco y entré a la tienda, seguida de Liam. Mi compañero se tumbó en su costal y yo lo imité. Estiré mi brazo para apagar la pequeña lámpara que alumbraba la carpa.
-Buenas noches- me despedí.
-Buenas noches- repitió Liam.
Acto seguido pulsé el botón de off. No tardé mucho en quedar profundamente dormida hasta el día siguiente.
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—...¡tú ya lo sabías!, ¡¿cómo te atreviste?!— escuché a la distancia, definitivamente masculina.
—Oye tranquilo, yo...— trató de decir otro varón.
—¡Tú qué!, ¡te importó una mierda!— respondió furioso el primer sujeto.
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Naufragio Sobrenatural
Werewolf_____ Duncan es una chica normal que por un viaje de fin de curso, se encuentra en una isla desierta, pero no tan desierta, pues, naufragó con otros cinco chicos, pero uno de ellos es tan misterioso que le llama la atención y tratando de averiguar s...