05/ quiero vivir.

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Allison.

El dolor se convertía poco a poco en algo insoportable, sabía que seguíamos en el coche porque cada par de minutos sentía mi cuerpo tambalearse. Lo sentía todo pero no podía moverme. Y a pesar de ello, me costaba respirar, ya que sentía como la bala se acercaba cada vez que cogía aire, más y más a mis costillas y el dolor era cada vez más fuerte.

De repente mi cara y mi cuello comenzaron a sudar, ya que sentía gotas corriendo cerca de mis orejas y por mi cuello. Por un momento sentí mi garganta arder, pero no era capaz de emitir ni una palabra por mucho que lo intentara.

De un momento a otro, sin más, la luz intensa y brillante que había visto al desmayarme, comenzó a aparecer otra vez ante mí volviéndolo todo de color blanco y cegándome completamente.

Cuando comienzo a verlo todo con claridad, estoy de pie en un edificio completamente blanco en el que no hay sol ni tormenta, es todo absolutamente blanco.

Bajo la mirada y llevo un vestido blanco también. Frunzo el ceño, toco mi abdomen, y no hay herida, bala, ni dolor.

¿Cómo es eso posible?

Entonces me doy cuenta.

-Joder, estoy muerta. -susurro y mis ojos se vuelven vidriosos.

-¿Quién lo dice?

Cuando escucho esa voz me giro lo más rápido que puedo y veo a un tío de unos cuarenta años frente a mí, con una gabardina negra, americana, corbata y tiene sus manos entrelazadas en su espalda.

-¿No estoy en el cielo? -él se encoge de hombros haciendo una mueca mientras se acerca a mí con la misma postura.

-No. Sí. Tal vez.

-¿Sabes? Así no me aclaras ninguna duda.

-Sí que estás en el cielo, Allison. Pero no estás muerta. -lo miro frunciendo el ceño.

-¿Cómo sabe usted mi nombre?

-Yo lo sé todo.

-¿Y quién es usted?

-Cassiel. Un ángel. -contengo una risa.

-¿Un ángel? ¿De esos blancos con alas? -él asiente sonriendo- ¿Y tus alas?

-El brillo de mis alas te dejaría ciega, todos los ángeles las llevamos ocultas frente a los humanos.

-Oh, así que hay más como tú...

-Miles.

-Ajá. Osea que además de haber vampiros, hombres lobo, espíritus vengativos, wendigos, brujas, gnomos, metamórficos, y como no, demonios, además de todos los otros monstruos de más, existen los ángeles.

-Así es.

-¿Y tú me has traído aquí?

-En efecto.

-Ya. ¿Por qué? -pregunto directa.

-Porque vas a morir. -me tenso y trago saliva. - Quizás tu amigo y tus hermanas te salven, o quizás no. Pero es tu elección, tú debes decidir vivir y yo necesito que vivas.

-¿Por qué?

-Haces demasiadas preguntas, ¿no crees? -se ríe un poco.

Suspiro.

-Yo quiero vivir.

-¿Estás segura?

Lo miro confusa.

-Si usted necesita que viva, ¿por qué intenta convencerme de lo contrario?

-Porque aunque no lo creas, tú no deberías estar entre la vida y la muerte. Tus elecciones marcan tu camino. Y tú debes seguir luchando, y vas a pasar por muchas cosas, vas a sufrir más de lo que cualquier persona ha sufrido jamás, pero todo depende de ti. ¿Qué deseas hacer? ¿Quedarte o morir?

Respiro hondo y cierro los ojos. Admito que saber todo esto me deja un poco en shock. ¿Seguir luchando contra monstruos día a día solo por una venganza que quizás no llegue nunca, morir y quedarme en paz o quedarme con mis hermanas, qué tal vez me necesiten o tal vez estén mejor sin mí?

Suspiro y paso mis manos por mi pelo.

-Es una gran decisión, ¿verdad?

Asiento más confundida que nunca.

-Lo es.

-No quiero meterte prisa. Tómate tu tiempo. Solo quiero advertirte de que cada segundo que pasa, vas perdiendo más sangre, y por mucho que tus amigos quieran salvarte, si tú no quieres vivir, no podrán hacer nada.

-Lo sé. Lo sé. -suspiro tapando mi cara y le miro- ¿Cuánto tiempo me queda?

-Pues... Si no te decides tienes menos de cuatro horas. -trago saliva y asiento.

Suficiente.

oOo

Habían pasado tres horas y media. Y en ese tiempo estuve recordando toda mi vida como si cada momento pasara por mi mente como diapositivas, mostrándome cada fracaso y cada victoria, casa sonrisa y cada lágrima, cada pelea y cada abrazo.

Entonces pensé en mis hermanas, en que desde siempre habíamos estado unidas y que nunca habíamos dejado que nada nos alejase, y seguramente si me rindiese, no me lo perdonarían jamás. Pero quizás es cierto y yo soy un obstáculo, se merecen conocerse, vivir la vida y ser felices, y no estoy segura de que si yo vivo, podrán tener eso.

Después de pensar en ello, por mi cabeza pasó de repente una imagen de Ashton. Ese chico que conocí hace menos de una semana y que en esos días ya había puesto mi mundo patas arriba.

Supongo que aquí, en el cielo, solo puedes decir la verdad, porque sé que no me atrevería a decirlo ni a pensarlo en un día normal en la tierra, y es que sí, me gusta Ashton. Me gusta de verdad.

No, no estoy enamorada. Al menos no aún. No puedo dejar que mi corazón empiece a quererlo, sería el fin, de los dos.

A lo que voy es a que él me ha enseñado muchas cosas, me ha demostrado que se puede detener el tiempo en una sonrisa, y que para el amor no hay nada más sensato que mirar con los ojos cerrados.

-¿Allison? -llega Cassiel a mi lado interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Sí? -suspiro girándome.

-¿Estás lista? ¿Ya... Ya te has decidido? -mi cuerpo se tensa pero asiento- Bien. ¿cuál es tu decisión entonces?

Trago saliva y me acerco a él para pronunciar esas dos letras que cambiarían mi vida.

• • • •

¡Hoola de nuevo mis amooress!
Bueno, como veis aquí tenéis otro capitulito super tempranito, para que veáis cuánto os quiero :3

Es así super #allisonreflexiva pero para que veáis que os quiero, seguramente mañana o pasado publicaré un capítulo que será desde la perspectiva de Ashton, ¿os parece cool? 7u7

Bueno, eso era todo bbys, que sepáis que os adoro un montón, tened el mejor día del mundo. <3

-Roxy.



behind the shadows © [Blood #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora